Sigo con el segundo post del día. Qué duro es esto de hacer más trabajo del normal, todo sea para dejar el listón de bicho raro bien alto.
La superinflación de la que he advertido en varios posts, puede hacer estragos en los ahorradores para subvencionar las enormes deudas que han contraído los habitantes del planeta. Estas deudas han servido para sufragar a través de rescates multimillonarios el dinero robado por los amos del mundo en la mayor expoliación cometida en toda la historia.
Sobre el asuntillo de robar más dinero del que existe tengo mi teoría. Más o menos puede que ocurriera de esta forma: están los amos del mundo en alguno de sus rituales satánicos, pero de tanto hacerlos están aburridos. De repente uno de ellos dice: ¿qué apostáis a que soy capaz de robar más dinero del que existe en el planeta agua? (Ellos llaman planeta agua a nuestro planeta, pues hay más agua que tierra y ellos hablan siempre con propiedad). El resto le dice que eso no es posible, hacen apuestas y el desafío se pone en marcha. El que lanzó el reto era el único de ellos que conocía el dato de que los futuros son armas de destrucción masiva, porque se lo había oído decir a Warren. Como todos sabéis, el que dijo que robaría más dinero del que había, ganó la apuesta.
La hucha de la seguridad social
Aparte del dinero que sale de la hucha de los jubilados para pagarle al PNV, si Moody´s finalmente rebaja el rating a eZPaña, los bonos del estado español que hay metidos en la hucha, además de valer menos, constituirán un activo ilegal para la cartera de ese fondo.
Todos sabemos que nadie venderá ni uno, si es necesario se cambia la constitución, como ya ha indicado nuestro amado presidente para “solucionar” el pequeño detalle del Estatut. Pero como alguien se ponga a cumplir la ley, el precio de la deuda española puede caer bastante. Sobre este asunto, hay que recordar que los bancos y cajas están cargaditos de estos papelitos y una bajada fuerte podría ser su puntilla.
Yo estoy haciendo las maletas para irme a vivir a esta ciudad de Marte antes de que eso ocurra. Puede que los amos del mundo en Marte no hayan hecho la apuesta de robar todo el dinero y todavía se pueda vivir bien. Puede que el motivo sea que, como todo el mundo sabe, le llaman el planeta rojo porque está plagado de comunistas.
Las viviendas en Marte no son ninguna maravilla, pero yo soy una persona austera. Aunque tengo que reconocer que, para austeridad, la vivienda de las afueras del pueblo valenciano de Beneixida, en la que afirma que vive nuestra bienamada vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega.
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