Reforma de las Pensiones - VI : Las tendencias demográficas a) Generalidades
No hace falta ser un lince de las Finanzas, de la Historia, de la Psicología, del Derecho, de la Sociología, de la Econometría, no hace falta estar formado especialmente en nada y ser un experto de esto o de lo otro, para analizar, reflexionar y sacar conclusiones de muchos temas, al menos normalmente en primera instancia, incluso a veces en última instancia. Tan sólo es necesario algo de sentido común y no tener sesgos cognitivos y de todo tipo, no estar voluntaria o involuntariamente adoctrinado, con prejuicios, petulancias e ínfulas de superioridad moral, mantras, consignas e ideas preconcebidas de hojarasca repetitiva, sesgos mediáticos, populismos demagógicos y “otras hierbas” relacionadas en ocasiones con el whatsapp, con tertulias, redes sociales etc.
Parece muy claro que la estructura y tendencias demográficas de la población influyen en muchos fenómenos de todo tipo como puede ser la despoblación, el sistema de pensiones etc. Dentro de las tendencias demográficas hay inicialmente dos particularmente relevantes, aparte de otras, que inciden en el denominado envejecimiento poblacional y en los desequilibrios financieros de pagos y cobros, hablando con criterio de caja mejor que con criterio de devengo de ingresos y gastos.
Resulta evidente que si aumenta la esperanza de vida de hombres y mujeres, con mayor esperanza de vida de las mujeres que de los hombres (pronto habrá que incluir otras categorías para ser políticamente correctos parece ser) el sistema de pensiones necesita más financiación, más ingresos, más pagos porque necesita más cobros de una vida media del pensionista más larga. Esta es una tendencia demográfica mundial imparable y buena a nivel individual y colectivo, que no necesita corregirse evidentemente, entre otras cosas por los hábitos de vida más saludables y los mayores avances de la Medicina y las Ciencias Biomédicas. Pero no es buena financieramente. A igualdad de condiciones, caetaris paribus, el sistema financiero y su equibrio, si es que lo está, se desequilibra, o se desequilibra más. Algo hay que hacer, hay varias posibles soluciones. Lo que sí está meridianamente claro es que esta tendencia demográfica, aisladamente considerada, en plan descriptivo o literario, en plan derivadas parciales o what if, añade presión financiera al sistema de pensiones.
Luis Ferruz Agudo / Escritor y economista /