A vueltas con el problema de los bancos en España, me gustaría recordar que estamos entre dos soluciones; por un lado nos encontramos con la propuesta del banco malo; que me gustaría recordar que se trataba de que se traspasasen los activos tóxicos a un banco del contribuyente, (de alguna forma que puede incluir el FROB y el Fondo de Garantía de Depósitos), para de esta forma limpiar los balances de los bancos. La otra opción es la preferida por la gran banca, (y la que parece que ahora se impone), que es la de continuar las reestructuraciones, lo cual también supone una gran ventaja para las entidades, que es que les regalen saneado con fondos públicos, garantía y financiación a la competencia, y lograr presumir que lejos de ser ayudados, ayudan, (para lo cual no hace falta más que conseguir que en los análisis se pierda algo).
Pues en esta situación, aparece en escena Bankinter con toda una carta a los reyes magos, (o al yerno como dicen todos los chistes de este año), con su solución perfecta, que dicho sea de paso me sirve para hacer otra pequeña recopilación de post. La solución que propone para el sector financiero no es otra que crear un Holding, (participado por los bancos), que operará con fondos del FROB y del Fondo de Garantía de Depósitos. Esta solución según el directivo de análisis de la entidad es una alternativa al Banco Malo. Y esto me hace recordar un post con cierta antigüedad que se llamaba: “la importancia de la nomenclatura”. Resulta que trataba de explicar que las cabezas pensantes de este mundillo económico parece que han llegado a la conclusión de que el problema de determinadas cosas, (en particular hablaba del “banco malo”), era el nombre, por lo que se buscaban vueltas y vueltas con tal de esquivar tal tecnicismo. Pues ahora Bankinter, no ha hecho otra cosa que tirar de este esquema y ofrecer una solución a los problemas del banco malo, ¡cambiando el nombre!.
Nos cuenta que este holding, (que no es un banco malo, aclara…), puede tener más flexibilidad a la hora de provisionar inmuebles; lo cual significa que puede tener contabilizados los bienes a un precio más alto que el real; y además que no tiene que cumplir requisitos de solvencia y liquidez, al no ser un banco, (¡como si fuesen los bancos los únicos que tienen ser solventes en este mundo!). En todo caso, al igual que el Banco Malo, este holding tiene el problema de las pérdidas reconocidas. En este punto resulta que nos cuenta:
“el problema del sector financiero no radica en el reconocimiento de las pérdidas en balance derivadas de la exposición inmobiliaria, sino en la capacidad de la sociedad para hacerse cargo de los inventarios de vivienda”.
Esta oración es desde luego muy clarificadora de la situación y el morro al que llegan las entidades financieras en sus declaraciones. En tan pocas frases se entiende fácil el punto en el que se asume ya con una naturalidad que impresiona, (y con una ausencia total de alternativas según sus puntos de vista), que debemos salvarlos, ¡hagan lo que hagan!.
En el puro esquema de demanda y oferta, y el libre mercado y todo esto que estas entidades están proponiendo todos los días, (para los demás); el esquema es sencillo. Las pérdidas en las entidades financieras serían las dictadas por la capacidad de la sociedad para hacerse cargo de los inventarios de la vivienda. Es decir, lo que correspondería a una situación así es bajar el precio hasta que la sociedad pueda pagarlo. La diferencia entre el precio alcanzado y el contable serían las pérdidas de las entidades financieras y por tanto como empresas privadas tendrían un problema realmente grave, (o no según él). A pesar de esto este director de análisis de una entidad financiera no está demasiado preocupado por esta situación, ya que ni tan siquiera como opción lo considera. Por un lado es normal, ya que si existen pérdidas, cuentan con el compromiso de que los estados, (en representación de la sociedad), han de proceder a aportar los fondos necesarios para la recapitalización de las entidades. Esto significa que si pierden 100, la sociedad tendrá que poner 100. Por tanto en realidad el problema de “cuantas son las pérdidas” tampoco es un valor demasiado importante. Claro que con esta frase se acaba de cargar lo que nos había comentado acerca de que “al contribuyente no le costará dinero”. ¿Cómo se puede entender que no le va a costar dinero al contribuyente y a la vez dudar sobre la capacidad del contribuyente de comerse el marrón?.
Pero dado que al final el contribuyente, (o la sociedad), es el que tiene que asumir la totalidad del quebranto, la pregunta es ¿por qué se les va a obligar a las entidades a reconocer las pérdidas?. Por esta razón parece que no le preocupa demasiado el tema y por esta razón nos encontramos una ventaja que ya he comentado anteriormente, y que supongo que ha pasado algo desapercibida; ¿habíamos hablado de flexibilidad en el holding a la hora de provisionar?. Esto quiere decir flexibilidad en el holding a la hora de valorar los bienes, (ya lo he dicho antes), pero ¿existe la necesidad o ventaja de ser flexibles en la valoración de los bienes si pasan al holding a su valor real?. Esta frase solo tiene sentido si pasan los inmuebles a un precio superior. Lo que significa que en realidad lo que está proponiendo es que las entidades no reconozcan las pérdidas, lo que significa en realidad que no van a confesar, (ya que no reconocer las pérdidas es un delito).
Pero ya que estamos con la capacidad de la sociedad, desde la entidad se nos dice que el problema es el paro, (no creo que haya mucha discusión), y para ello propone unas soluciones. La primera nos muestra cierto lío con los funcionarios públicos. Nos dice que de los casi tres millones de “funcionarios”, algo más de un millón no tienen plaza fija, por que son interinos (700.000) y cargos (370.000). Para aclararle los términos, le sugeriría la siguiente redacción: de los 2.680.219 empleados públicos, un total de 369.063 están en la categoría de Otro personal, que incluye a los interinos, los eventuales… Este señor que tan bien ha de analizar, confunde todos los términos, porque cuando habla de funcionarios se refiere a empleados, cuando habla de interinos nos suelta el dato del personal laboral fijo y cuando habla de cargos públicos es donde ha de buscar lo que definía como “personas sin plaza”…. Por si acaso lee esto, tiene los datos en el registro central de personal y puede acceder desde internet en el siguiente link. En todo caso, resulta curioso que le preocupe el paro y plantee una solución que es despedir a un millón de personas, (lo cual también he tratado).
En lo que respecta al presupuesto público, (aparte del despido del millón de antes), propone la subida del IVA, (¿Por qué será que buscan subir el impuesto regresivo por naturaleza y además el que menos les afecta al no estar obligados a repercutir IVA en la mayoría de sus servicios?). De hecho es curioso pero uno de los primeros post de este blog en 2009 versaba acerca de las recomendaciones de Funcas. A pesar de haber cambiado el diagnóstico con frecuencia y que la situación ha evolucionado de una forma considerable, siguen exactamente con el mismo discurso y las mismas medidas, (por supuesto por las mismas razones).
Las novedades son que reconocen abiertamente que se aprueben subidas en los impuestos especiales que gravan “productos insensibles a cambios tributarios”, que en realidad significa que se suba la tributación en los impuestos en los productos en los que no podemos escapar, (lo que me da pie al post que hice en su día para explicar esta forma de planear la fiscalidad). Por descontado de esta forma se incrementa la regresividad del sistema que acaba de rematarse con la última propuesta que es ampliar la base tributaria. Claro que no se refiere a ampliarla con las bases altas, sino que dice que hay que eliminar las bases no sujetas, (las rentas muy bajas que no pagan impuestos), para que paguen las rentas bajas.
Normal que tenga dudas de que la sociedad sea capaz de soportar la situación….