Los que me conocen saben que tengo ciertas limitaciones en lo que se refiere a las reglas y usos convencionales en el mundo de internet. Soy perfectamente consciente de que existen unos parámetros más o menos establecidos para la publicación de post y también soy consciente que me he cargado la mayoría de los que conozco; A estas alturas del partido no conozco aún demasiadas reglas, pero soy consciente de que sacrifico constantemente la regla de hacer post breves, ya que prefiero algo de esfuerzo para explicar demasiado que lanzar un slogan corto.
También sé que existen determinadas reglas para los buscadores, (o más concretamente para el google), que debería tener en cuenta. Lo malo es que no las conozco y cada vez que alguien me las ha tratado de explicar simplemente no me han entrado. En todo caso, no creo que tenga posibilidad alguna de seguirlas. Bastante me cuesta redactar los post y sobre todo los títulos, como para hacerlo usando trucos como negritas, palabras que salgan con frecuencia en los buscadores y toda una serie de técnicas que son un mundo.
Pero ya que parece que no me llegaba con el lío de los post, pues al final me he hecho de Twitter y me encuentro con un mundo nuevo. En este caso y tras la primera semana, compruebo que no tengo ni idea de cómo hacer las cosas y ya tengo cierto lío mental incluso a pesar de echarle un vistazo a los enlaces que me ha dejado Cambioyev. Está claro que esto del mundo virtual no es precisamente lo mío, y lo que a unas personas les cuesta nada, a mi me cuesta un mundo, (y sin garantías). Por descontado la brevedad ya no es en este caso opción, lo que tampoco es demasiado grave, porque el objetivo era tratar de reciclar post del pasado para las situaciones actuales.
Sin embargo, ya tengo la primera anécdota al respecto. Una gran ventaja de este medio es que te permite interactuar con determinadas personas con las que no podría en persona. La gran desventaja es que se trata de luchar en un campo desconocido. Resulta que de alguna forma, (nadie pregunte porque), el caso es que recibo tweets de Cayo Lara. El caso es que en las elecciones pasadas, donde no pude ir a votar por el problema del voto por correo, tenía pensado votar a IU. Tengo que reconocer que no precisamente por algo bueno, sino que la opción era votar “lo menos malo”.
El caso es que uno de los tweet que colocó fue a cuenta de las declaraciones de Botín, donde acusaba a los gobiernos de ser los principales culpables de la situación. Comentaba: “el pirómano criticando la efectividad del bombero”. Y ya que estábamos y ya que según parece la herramienta permite contestar, pues lo cierto es que he contestado. Tengo post de sobras para no tener ningún complejo de defender a Botín, (y cia), y básicamente le contesté que por una vez, (y olvidando otros aspectos del personaje), en este caso tenía toda la razón del mundo. Una cosa es que los bancos hagan lo que les dé la gana, mientan, estafen y todo lo demás, pero otra cosa es que el mayor problema es que los políticos son nuestros representantes y son los que han de tomar las decisiones que sean necesarias para que estas personas que critican cumplan unas normas que además ponen ellos. Es decir, que el pirómano es un pirómano, pero cuando los bomberos no hacen absolutamente nada o incluso llegan a dar la gasolina, el culpable varía un poco.
Por supuesto, discutir con 140 caracteres es un poco complicado y además es muy difícil hacerlo con una persona dedicada a emitir determinados mensajes o slogans. Tras tres o cuatro intercambios, en los que no hay forma alguna de poner un dato, el tema acabó con una despedida de él hacía todos los amigos e incluso los trolls. Lo cierto es que me he dado por aludido y me ha entrado la curiosidad. ¿Qué es un troll?.
Tirando de la wiki me encuentro la definición de Troll y esta “es una persona que sólo busca provocar intencionadamente a los usuarios o lectores, creando controversia, provocar reacciones predecibles, especialmente por parte de usuarios novatos, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, o bien provocar flamewars, enfadando a sus participantes y enfrentándolos entre sí.”. Bueno, pues puede ser que se me considerase Troll, pero lo que está claro es que yo no buscaba provocar intencionadamente. Puede parecer absurdo pero lo que trataba es de hacerle entender que lo siento mucho, pero que el grave problema que tenemos es que los políticos se han olvidado de que han de hacer lo que sea por representarnos y por supuesto de conseguir pensar en un sistema en el que no haya estos abusos. No creo que necesitemos que las instituciones denuncien que los bancos nos están hundiendo, sino que lo eviten en lugar de promocionarlos. Es cierto que en una de las respuestas ha dicho que ha sido Zapatero y el Banco de España los que han permitido e inducido tal circunstancia, (y ahora el partido popular). Pero a mi no me dio tiempo y espacio para escribir que el conjunto de los políticos algo tendrá que ver, (aunque evidentemente IU bastante menos responsabilidad que el PSOE), y entre otras cosas que tendrán que buscar alguna forma de hacer algo distinto a lo que estoy haciendo yo. Sobre todo porque las armas a su disposición son mucho mayores.
En este sentido no me considero Troll por defender una posición distinta a la suya. Por supuesto tampoco es que me importe demasiado, (al final entiendo que deberá preocuparle más a él lo que pienso de él yo, que al revés). Pero me gustaría aclarar un poco alguna perogrullada y por supuesto alguna definición en lo que respecta a este blog en particular, (que quizás no siga todas las reglas de internet).
Lo cierto es que yo no soy consciente de tener un problema de Trolls en este blog, (¿será la primera diferencia en este aspecto?). Por supuesto existen una serie de usuarios que tienen posiciones sensiblemente diferentes a la mía. Por ejemplo, Pagano está claro que está a favor de la renta básica de subsistencia financiada con impuestos al consumo. Yo ha manifestado, (con post, comentarios y con el factor cancha a favor), que ambas medidas son las peores opciones que nos podemos en esta situación y que en ambos casos, lejos de mejorar la situación la remataría definitivamente. Es posible que no nos acabemos poniendo de acuerdo, como me pasa con otros foreros. Sin embargo no veo el problema por ningún lado. Lo que tengo claro es que cada persona tiene todo el derecho del mundo a exponer tantas veces como estime oportuno los mensajes que estiman oportunos. Estoy completamente seguro que además cada persona que discrepa está convencida por alguna razón de lo que opina. Es tan sencillo de entender que al final cuando existe una discusión entre dos personas acerca de cualquier tema, ambas están en la misma situación. Es cierto que al menos una, (y en ocasiones las dos) estarán equivocadas, pero ninguna lo creerá por razones obvias.
Pero lejos de ser malas las discusiones, la realidad es que son muy buenas, ya que son la base de la democracia, de la misma forma que los consensos son un rasgo distintivo de otros regímenes que todos conocemos.
Por supuesto las discusiones pueden ser con educación o sin ella, con respeto o sin él, con argumentos o sin argumentos; y estos matices son al final los que definirán mejor a las personas que el punto de vista que tenga en ese momento en particular. Y quizás sea eso lo que se entiende en este lugar, (o expresándolo mejor: lo que yo entiendo), por un troll. Afortunadamente, de alguna forma, me he encontrado con discrepancias con educación, (es algo que creo bastante común a la totalidad de Rankia, donde las salidas de tono son la clara excepción), además normalmente se razonan y argumentan y se trata de exponer el otro punto de vista.
En definitiva, y ante un nuevo esquema de funcionamiento en el mundo virtual, este pequeño incidente me ha llevado a tratar de aclarar un poco mi postura. Yo no tengo que despedirme de ningún troll, tengo que agradecer los comentarios en estos más de dos años, y quizás tenga que aclarar que cuando discuto en este u otro lugar con alguien es por lo que discuten los lectores que yo tengo conmigo. Que creo, (y espero como ellos), tener razón y buscar alguna forma de mejorar la situación.
Para cuando no estoy en mi terreno, pues exactamente lo mismo, que espero que se entienda y en caso contrario, quizás debamos recordar una perogrullada. Si discuto con un representante público, entenderé su posición y esperaré que el entienda la mía y cuando ambos entiendan las posturas mutuas, solo querrá determinar aquello de “quien tiene que entender a quien”.