Me preguntan en un comentario sobre la posible existencia de un nuevo modelo socio-económico y sus posibles nombres y me sugieren un post que creo que es interesante.
Lo primero que me gustaría aclarar, es que es más que evidente que se están tomando toda una serie de decisiones que suponen un ataque brutal contra las condiciones de la inmensa mayoría de la sociedad, que de alguna u otra forma viene sufriendo un deterioro de sus condiciones. Este proceso, además es común en casi todos los países, en los que además se están tomando las mismas medidas en lo que parece ser una carrera perfectamente planeada.
Por otra parte, es difícil negar que exista un gran apoyo y consensos sobre las medidas, tanto en la prensa como en todos los expertos que tienen hoy voz.
Con todo este panorama, puede parecer que en medio de todo el lío y la confusión, tan sólo deberíamos tener claro que vamos hacia una especie de mundo pseudo-feudal, retrocediendo a tiempos más oscuros en los que tan sólo existía una clase dominante que vivía con todos los lujos, (los de cada época), y el pueblo que tan sólo tenía que sufrir todas las estrecheces. Este puede parecer el camino, y además puede entenderse que esto puede parecer el resultado de un plan.
He comenzado con esta pequeña introducción sobre una opinión acerca de los motivos por los que estamos en un camino porque es muy importante centrarnos, y sobre todo porque creo que es totalmente equivocada, lo cual tiene unos determinados efectos.
En mi opinión, no estamos en un proceso planificado de destrucción de la clase media, ni de instauración de la pobreza en ningún lado. De hecho, no creo que tal cosa haya ocurrido de forma generalizada en ningún momento de la historia y en ningún lugar. No creo que haya personas pensando en cómo arruinar a nadie, sino que hay personas pensando en cómo enriquecerse, en muchas ocasiones a cualquier coste. Esto es muy importante, porque significa que la destrucción de la clase media no es un objetivo de nadie, sino un “daño colateral”, o una consecuencia de las medidas que se toman para los objetivos primarios, que por cierto, un día fueron conseguir grandes beneficios, y hoy son simplemente sobrevivir.
Por supuesto, a aquellas personas que, o bien en una guerra o bien en la situación actual, acaben siendo “daños colaterales”, les importará bastante poco si son víctimas de una bomba en la que eran objetivos o víctimas de una bomba que ha estallado donde ellos estaban. Pero independientemente de que ambos casos sean totalmente deleznables, existen diferencias.
Desde hace unos cuantos años, (no sólo desde la crisis, sino que precisamente la crisis viene derivada de ahí), lo que se ha buscado es como sea tomar todas las decisiones posibles para que los mercados financieros suban. Todo lo demás, simplemente ha ido perdiendo importancia a medida que la situación en los mercados financieros es cada vez más dramática. Las bajadas de sueldos, la necesidad de instaurar monopolios, el apoyo descarado a toda empresa cotizada, los rescates, el hecho de que las cotizadas y las personas con capacidad de inversión en mercados financieros no paguen impuestos, la impunidad absoluta de estos, indultos varios… Si nos damos cuenta, todas y cada una de las medidas tienen un efecto inmediato que es el empobrecimiento o empeoramiento de las condiciones de los ciudadanos porque de diversas formas, lo que hacen es trasladar renta, alterando las relaciones entre consumidores-empresas y trabajadores empresas, de forma que el poder de negociación y por tanto los precios y sueldos y rendimientos se trasladan) de las personas a las empresas y por tanto a los mercados financieros.
Por supuesto, siempre tendremos una justificación para cada una de las medidas y en este sentido tenemos cuatrocientos mil personajes buscando la forma de justificar de formas cada vez más innovadoras el hecho de que es bueno para todos que se les de cierta ventaja a estas empresas. Esto tampoco responde a un plan, sino que responde a un procedimiento simple. La inmensa mayoría de los formadores, (no creadores) de opinión, lo que hacen es bucear y difundir los análisis que apoyen las tesis que nos interesan. Como esto todo el mundo lo sabe, es fácil concluir que los lobbys de las empresas van a publicitar aquello que de ventaja a las empresas, y a su vez, los que escriben sabrán que se pueden obtener rendimientos mucho mayores, ofreciendo lo que quieren los que tienen capacidad de pago.
En realidad todo no es ningún plan, sino que estamos ante todo un conjunto de medidas y de análisis que tienen el denominador común de buscar unos intereses en particular, a costa de los demás. Sin embargo, entramos en los efectos secundarios. Por un lado los evidentes, ya que cuando se destroza a una persona, la persona queda destrozada. Pero lo más importante es que cuando se destroza al conjunto de personas de una economía, tenemos un efecto más amplio que es destrozar el sistema económico.
Por esta precisa razón, es por la que considero que esto no es un plan. Es algo básico que destrozando a todo el mundo destrozas cualquier sistema económico, de tal forma que ocurre una situación paradójica.
Los más beneficiados de un determinado sistema económico, serán por definición aquellas personas más interesadas en ese sistema económico. Del mismo modo, cuando el sistema económico se cae, también se ven perjudicadas. Esto es lo que ocurrió en 2008, en las punto.com y en tantas y tantas ocasiones, y es lo que ocurre incluso también a nivel macro y países con el caso del euro. En definitiva estamos ante aquello de “los ricos también sufren”.
En estos momentos es cuando nos encontramos con las posibilidades. En una situación de deterioro, entra el poder para tratar de transmitir las pérdidas, por lo que evidentemente es cuando se empiezan a tomar toda una serie de medidas que tratan de limitar las pérdidas en parte del sistema; (volvemos a todas las medidas), que lo que hacen es imponerlas a las demás partes del sistema económico. En este caso, no es lo mismo la situación en el entorno de las punto.com que actualmente ya que en aquellos momentos la sociedad fue capacidad de asumirlas durante una temporada, hasta que se llegó a la situación actual.
La paradoja vuelve a ser evidente; a medida que se producen pérdidas, se necesitan medidas para proteger a los mercados financieros, de forma que se hunde la economía, lo que nos lleva a la necesidad de nuevas medidas en un círculo vicioso en el que no sólo no existe ningún tipo de planificación, sino que en realidad no puede haberla, por la sencilla razón de que en el momento en que se haga un análisis medio serio, se comprueba que no existe posibilidad alguna de mantener este esquema de funcionamiento. Dicho de otra forma, no se puede mirar para adelante, porque cada patada hacía adelante pedida e impulsada por quien tiene el poder, empeora las condiciones de estas personas, (y del resto que siguen, seguimos) siendo daños colaterales.
La conclusión es que en toda esta chapuza, con medidas que nos llevan a ningún lado y con la necesidad imperiosa de cerrar los ojos, (creciente a medida que el resultado del camino es cada vez más obvio), significa que no tiene sentido poner un nombre de un proceso, que simplemente no existirá.
De hecho me gustaría mencionar que de esta forma tenemos nos encontramos con una situación en la que después de tomar todas las medidas que exigían “los mercados”, al final todo el mundo está en problemas y además enfadado, (mercados incluidos), mientras se desmorona todo.
Lo positivo es que en el momento en que se derrumben los mercados, estaremos ante otra oportunidad para cambiar el modelo y volver a poner la economía, (no los intereses de unos cuantos) en el lugar que se merece, y no tardaremos mucho.
Por lo tanto para concluir, diré resumiré diciendo que la situación actual es, y es fruto de, una chapuza incontrolada e incontrolable, que no degenerará en un entorno estilo Mad Max, sino que lo más probable es que acabe desembocando en un nuevo new deal, o sea que exactamente lo contrario de un nuevo sistema feudal. Cuestión de algo de tiempo.