El caso es que el gobierno nos viene ahora con una reforma de la seguridad social, que es de lo poco que tiene superávit en estos momentos, con el fin de ¡sabe dios que!.
Desde luego, todos tenemos clara la coartada que no es otra que los estudios, informes y previsiones conforme dentro de 15 años el sistema de seguridad social no será sostenible porque resulta que alguien muy inteligente ha llegado a la conclusión de que va a haber menos de 10.000.000 de trabajadores y más bocas que alimentar. Pues sinceramente, con la capacidad predictiva que tenemos, incluida la recurrente sobre este tema, lo cierto es que parece increíble que se la crean, (salvo que interese creérsela, lo que ocurre en este caso).
Pero lo peor es que en caso de creerse esta estimación, no acabo de entender que se aborde el problema de la seguridad social. ¿Cree alguien que el país puede sobrevivir sin que nadie trabaje?. ¿De donde se sacan los ingresos?, ¿Quién cuida a los mayores?. Es completamente demencial el planteamiento que nos encontramos.
Por ponerlo claro, es evidente que si dentro de 30 años en España no trabaja nadie, tendremos un problema claro de pensiones, pero también de reparto en los supermercados, de producción y en general de todo tipo. Es así de claro: Si nadie produce, no hay nada. Lo de las pensiones es lo de menos.
Por tanto si creen ese escenario, la realidad es que ya se pueden poner inmediatamente a crear las condiciones para incrementar la natalidad. Pero voy a avanzar un poco, antes de volver a este tema.
La reforma planteada es una auténtica bomba de relojería, y desde luego dispara a la línea de flotación de los trabajadores. Pero lo hace con una demagogia que es desde luego impropia de un gobierno Europeo. Desde luego este socialismo o Zapaterismo, (o lo que coño sea), es el arte del engaño y manipulación que está logrando cargarse uno a uno los pocos puntos donde la clase media puede agarrarse. El sistema de seguridad social es de lo poco que aún se mantiene en pie en esta crisis, en lo que se ha derrumbado completamente todo. Pues resulta que todos los expertos, organismos y el PSOE, (que no tiene nada de partido, ni de socialista, ni de obrero, y en lo de español ya no entro), están completamente empeñados en facilitar el despido a los que aún no lo han sido y desde luego en cargarse el sistema de seguridad social privada.
El caso es que desde luego, la reforma va encaminada a reducir el importe de las pensiones en el futuro. No hay más. Es simplemente una reforma para pagar menos a los futuros pensionistas, (o sea todos), de tal forma que es de auténtico despropósito la tontería de que, aún teniendo razón con la tontería estadística del ine, no hayan buscado ni una sola forma para buscar más ingresos. ¿Es posible que el gobierno, empresas, bancos y expertos trabajen para conseguir mayores recursos y en consecuencia que todos podamos tener hijos ahora y pensiones mejores en el futuro?. Pues va a ser que no. Ante la tontería estadística, bajada de pensiones y punto final.
La reforma es un panfleto publicitario de unas cuantas hojitas al más puro Goebbels, como cualquiera de las campañas que nos ha acostumbrado y en el que el gobierno a cuenta de palabras tan bonitas como solidaridad, justicia social y no se cuantas más que prefiero no repetir, (para evitar cabreos y perversiones del lenguaje innecesarias), mete una cantidad de recortes, favores e incertidumbres que literalmente dinamitan el espíritu de un sistema de seguridad social, (deja de ser sistema, mucho menos seguro y de social prefiero ni hablar).
¿Prolongamos la edad laboral?. Por supuesto, lo prolongamos, pero el caso es que es sencillo entender que esto significa que nos podemos retirar, (o nos pueden retirar), a la edad antigua, siempre que tenga un coste para las pensiones. Dicho de otra forma, (y suponiendo que se mantenga el sacrificio que tiene que hacer uno cuando se jubila, o lo jubilan), es superior al 6% por año que queda, en el caso de cotización máxima; (en el link está la página de la seguridad social donde aparece).
En este caso, lo que ocurre es que desde luego jubilarnos a la edad de ahora nos cuesta un mínimo de un 12%. Dicho de otra forma, está claro que lo que tenemos es un ahorro importante en los costes de las pensiones.
Más grave es, desde luego el caso que nos encontramos ahora con relativa frecuencia, que supone el caso de una persona despedida a una edad cercana a la edad de jubilación. Este caso puede ser dramático, ya que las posibilidades de incorporación al mercado de trabajo son desde luego remotas. Esta persona, perderá una cantidad increíble de ingresos. Y sobre todo en el caso de que luego se imponga la reforma laboral que se pide; el cocktail es desde luego desastroso para los trabajadores. Por un lado nos encontramos con una reforma donde se busque la flexibilidad, (que en realidad es la inexistencia o bajar la indemnización), acompañado de una perspectiva ruinosa en la pensión a percibir. En definitiva, el caso es que entre la flexibilidad de un lado y la del otro, el golpe es brutal. Por lo menos, si estuviese un sistema en que el despido no fuese libre, el trabajador podría esforzarse lo máximo posible por cumplir y sobrevivir. Pero recordemos que en España el despido improcedente procede.
Pero por supuesto, el gobierno, en un alarde de ocurrencia, se da cuenta que es injusto que los trabajadores despedidos en la última etapa de su vida laboral, tienen menores cuotas de cotización que los que llegan “vivos” (con semejante ataque al final va a ser muy apropiada la palabra coloquial). Pues como ven esa gran injusticia y atendiendo al principio de equidad, para compensar, rebajan las pensiones de los que lleguen al final, ampliando el plazo para el computo de las pensiones. Tampoco se les ha ocurrido buscar una forma de mejorar todos o igualar por el medio o cosas por el estilo. A los que no coticen por despido se les aplica el principio de aportaciones y a los que coticen, pues se les rebaja para igualarlos con los otros. Completamente absurdo y que sólo puede obedecer a un único punto: Rebajar más las pensiones.
En el aspecto social revisan las pensiones de viudedad, en el sentido de que quitan el carácter vitalicio para determinados casos, (convivencia reducida y sin hijos), lo cual es un atentado directo contra el aspecto social, que ni tan siquiera en el sector privado se lleva a cabo. Si tenemos un seguro privado de vida contratado hoy, el beneficiario cobra el total. Todos entendemos que a veces las pensiones de viudedad no son justas, o no es normal, y desde luego que es una carga, (no mayor que la carga de los 572 millones en ayudas al cine por ponerme en plan demagógico). Sin embargo, no parece normal que me case con 40 años, mi esposa abandone el trabajo en el otro lado del país (por poner un ejemplo), y cuando venga, yo fallezca y esa persona quede completamente vendida. ¿Así quieren evitar la debacle demográfica?. Estoy dispuesto a pagar los fraudes, por proteger a las personas que pierdan el medio de vida, (De hecho estoy pagando a este gobierno para que nos dispare sin miramientos).
El caso es que no acaba ahí por que desde luego la pensión se determinará en función de variables como el PIB, el número de cotizantes y la matricula del coche del subsecretario de acción inaccional, (esto último no es exacto), de tal forma que realmente no sabemos ni sabremos como demonios, ni cuanto ni porque se va a cobrar. Esto desde luego, se carga los principios bajo los que se han creado los sistemas de seguridad social en el siglo XX, y que impulsaron desde luego la salida a la crisis de los años 30; “los estabilizadores automáticos”. Es completamente demencial que las pensiones pasen a ser elementos cíclicos, (dependen del ciclo), en lugar de estabilizadores, (máxime cuando se supone que son los ingresos de personas que ya no pueden reaccionar).
Todo ello se complementa con el apoyo a los planes de pensiones privados, (cumpliendo otro de los objetivos históricos de la banca), sin darnos cuenta del riesgo que estamos asumiendo, con esto. Lo triste es que nos empujan con una demagogia increíble a los planes de pensiones privados que desde luego no son desde luego una fuente de transparencia. Los que tenemos planes de pensiones privado, conocemos las rentabilidades, los costes y desde luego todos hemos tenido el año pasado unas cuantas noticias negativas al respecto de tales productos. Por supuesto, a nadie se le ha ocurrido mejorar o reformar las garantías de dichos productos, que han llegado hasta el punto de que en el mío me ha cazado la debacle, productos de Lehman y de Madof, sin que desde la entidad se me haya ni comunicado.
Lo cierto es que la regulación de estos fondos es un completo y absurdo desastre, no existe ninguna garantía y desde luego la transparencia y el control son nulos. Todos conocemos las teorías y sus ventajas en el papel, y luego todos nos sorprendemos con rentabilidades absurdas, comisiones indeterminadas, rendimientos incalculables y basados en fondos institucionales que están de burbuja en burbuja.
Pues en aras a hacer más atractivo el negocio, pues lo que se propone es destrozar el público. Dicho de otra forma, para hacer más atractivo el que se ha derrumbado el año pasado, (y se va a derrumbar en breve), derrumbemos lo que aún no ha caído.
Pero desde luego, lo más grave es que estos ahorros o sacrificios, (por no decir una palabra soez de corte sexual), ¿son en realidad para sostener el sistema?.
Pues si esto fuese cierto, se plantearían sacrificios, reformas y demás a todo el mundo. De esta forma, un aspecto claro sería la regulación explicita y al extremo del banco, (muy bien, se les da negocio pero a cambio se obligan a unas garantías extremas dado que estamos hablando del futuro), que ni está, ni se la espera.
Y otros que están implicados en este sistema, son las empresas. ¿su sacrificio?. Pues realmente aquí está la cuestión. Reduciendo las pensiones, lo que se hace es reducir los pagos de la seguridad social, de tal forma que ahora encaja perfectamente la reducción de las cuotas a la seguridad social. En este sentido el sacrificio, parece no verse demasiado.
Pero parece increíble que en la situación tan dramática que se le supone a la seguridad social, que nos lleva a tal situación, la realidad es que se pide (y el gobierno ofreció el año pasado), una rebaja de las cotizaciones empresariales. En este sentido, detrás de todas las palabras y demás historias de talante y propaganda barata, la realidad es que lo que se está proponiendo es una rebaja de los costes a las empresas a costa de los derechos de los trabajadores en el futuro. Ni más, ni menos.
De todas formas, el rizo se completa con esto de la prohibición de las prejubilaciones, de tal forma, que sólo se permitirán a directivos y siempre con cofinanciación. Esto es desde luego demencial porque desde luego es otro guiño a la banca y gran empresa, (¿quién más tiene directivos con contratos de alta dirección?). Los que no sean directivos, se acabó. Desde luego, es injusto el sistema de prejubilaciones de los que se benefician los bancos y las grandes empresas, condiciones a las que los normales no pueden acceder. Pero desde luego, como siempre, esto no es motivo para cargarse los pocos que están medianamente protegidos, mimados o cuidados. Y por lo menos, por un poco de decencia, prohíba las de los directivos, que son los que mejor podrán afrontar un período sin ingresos.
Por supuesto, alguien podría pensar en que estos sacrificios, se compensarán mediante subidas de sueldos para que logremos ahorrar ahora, lo que nos quitan, pero lo cierto es que nada se ha hecho para mejorar la capacidad adquisitiva y desde luego más bien todo lo contrario.
Por tanto y volviendo al escenario de la evolución demográfica y las estimaciones apocalípticas, de las que hablábamos antes, supongo que este gobierno tiene la inteligencia suficiente para entender que esto nos está hundiendo aún más en este sentido; tampoco es tan difícil ver que la natalidad depende de que las familias tengan renta suficiente para vivir, atender sus necesidades, disponer de un domicilio y tener un mínimo de seguridad en el futuro. Esto ha sido así a lo largo de toda la historia económica, y realmente alguien debería plantearse el porque siempre que ha existido un ataque a las condiciones económicas de la sociedad la natalidad cae, (yo ya lo hice en un post).
Hoy Japón es el país más envejecido del mundo y quizás a lo mejor deberían preguntarse el porqué.
Por supuesto, creo que no tengo que mencionar, como estas políticas van a estimular la actividad económica, como va a afectar a la confianza del consumidor y otras cositas que se empeñan en no mirar.
En fin, la única duda que tengo yo ahora mismo, es la posible reacción ante este ataque sin precedentes. Me refiero a sindicatos, me refiero a todo aquello que se ha venido a llamar tejido social y me refiero a nosotros mismos. Es posible que la respuesta se quede en unas cuantas críticas o un rechazo o alguna negociación para quitar alguna de las muchas burradas que aparecen en este documento.
Si digo la verdad, estoy completamente convencido de que este documento al final será papel mojado, por que los mercados financieros se van a derrumbar con estrépito este año y va a arrastrar poco a poco esta teoría new age, en la que basta decir que no se van a tocar conquistas sociales, para conseguir inmunidad para acabar uno a uno con todos los reductos. Pero desde luego, tengo miedo por lo que va a pasar en este proceso de cambio de mentalidad, de normas o de reglas. Soy parte de la sociedad, y he decidido escribir este blog para tratar de poner lo que pienso, en la creencia de lo que espera la sociedad. Pero sin embargo, hay días que creo que no es suficiente; entonces me encuentro con realmente muy pocas opciones para tratar de cambiar algo. Está claro que no me siento representado por las organizaciones sociales. Si la respuesta a este ataque de dichas organizaciones no es contundente, lo más seguro es que no haré nada y me quedaré tranquilo en casa, (muy cabreado, eso sí). Pero hay mucha gente que lo ha perdido todo y que no puede comer y en cualquier ataque puede saltar. (De hecho si esto lo propone el PP estoy completamente seguro que estaría montado el belén).
Los sindicatos, o bien por su sentido de responsabilidad mal entendida o bien por que están directamente sometidos, comprados o lo que sea, pueden funcionar como un dique y pueden conseguir la paz social por un tiempo. Pero cuidado que los diques se pueden romper, y ese es el mayor riesgo que veo yo inmediatamente.