Vamos a ver si hago un pequeño repaso de lo que llevo en este blog a cuenta de los mercados financieros, para tratar de hacer una recopilación de las mías. Creo que me lo merezco porque en algunos post hay unas cuantas discusiones que creo que hoy puedo poner en valor.
En fin, un post que me gustaría recordar es el de “Goldman, los CDS y los ataques a las deudas públicas”. En este post trataba de explicar una situación que me recordaba a
“la fabula del escorpión y la rana, en la que el escorpión pide ayuda a la rana para cruzar un río. La rana le dice que no le ayudará porque tiene miedo a que le pique. El Escorpión la convence de que no la picará porque si la rana muere, se ahogarán los dos. En mitad del río, el escorpión pica a la rana y mientras mueren el escorpión dice: “Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre y de otra forma distinta a como he aprendido a comportarme”.
La realidad es que mediante los CDS las entidades financieras, estaban atacando las deudas de los países, generadas en gran parte por la necesidad de salvarlas y desgraciadamente sin que nadie parezca entender que eso no puede acabar de otra forma que con la desaparición del sector financiero. Es decir, el escorpión al final se ahoga.
Por supuesto, el ataque a los países ha sido el último recurso del sector financiero empeñado en montar burbujas a todo trapo, y eso se ha conseguido gracias a una combinación de dinero barato puesto por los bancos centrales y una serie de características de los mercados financieros. En particular me gustaría llamar la atención sobre el fenómeno de la profecía autocumplida, que en síntesis significa que si una persona relevante profetiza sobre algún valor, esta se va a cumplir por el mero hecho de que la profecía haya sido realizada. Es decir, si alguien relevante dice que va a subir un activo, este activo sube. El post que hice lo llamé Autoprofecía cumplida, porque creo que existe un matiz diferencial respecto a la profecía autocumplida. La diferencia, es que se ha pasado de un efecto indeseado de las profecías, a ser un arma. Una cosa es que avises que algo va a subir, y te encuentres con una subida en parte gracias a ti, y otra es que el objetivo de decirlo sea que suba.
En este post, explicaba algo que quizás esta semana haya tenido un ejemplo práctico traducido en el crash del jueves, (explicado por un absurdo error informático que no tiene ni pies ni cabeza); decía:
“La caída será de mayor virulencia que la subida también y nos encontramos con la paradoja que aquellas razones que provocaron la subida irreal, ahora van a provocar que la caída sea más profunda. Hoy debemos recordar que entre la eliminación del mark to market, y las restricciones bajistas, se ha logrado una subida record. (ya hablé de ella en el post sobre “el Apocalipsis”).
Por cierto, que aún me queda un pequeño detalle para explicar lo que creo que va a ocurrir, y es la existencia de los stop loss, que no son más que órdenes de venta, para el caso de soportes de referencia. Está claro que los stop loss, funcionan de acuerdo a criterios de análisis técnico, partiendo de la base que los soportes provocan la entrada de inversores. En consecuencia, cada inversor, puede colocar sus valores, entre los inversores que entren. Pero sin embargo, si de repente surge el pánico, la realidad es que los stop loss, únicamente funcionarán como catalizadores de este, ya que activaran las ventas por debajo de ciertos límites, sin que existan compradores suficientes. ¿Nos suena tal situación?.”
Recordemos que el jueves los valores estaban justo en soportes cuando se desencadenó un pánico vendedor, durante unos minutos antes de que alguien reaccionase. Por supuesto, no es difícil entender quien ha reaccionado.
En ese párrafo, si nos damos cuenta, hacía referencia al post del Apocalipsis, en ese post ya intenté explicar que hemos sido sometidos a un chantaje del sector financiero entre finales de 2008 y principios del 2009, para todos los apoyos; bajo la idea (trataba de justificar que era falsa), de que el mundo se desmoronaría si no salvábamos el sector financiero. Sin embargo en ese post, la idea final era que tenía sentido plantearnos estas cosas, porque el sector financiero no se había salvado, sino que se habían cerrado los ojos para no ver el muro que teníamos delante:
Por un lado se han relajado y mucho las reglas de valoración, eliminando o relajando el mark to market, sacando del balance activos tóxicos, introduciendo moratorias a la obligación de tasación de los activos, permitiendo deducir fiscalmente pérdidas que no necesitan ser contabilizadas en operaciones entre filiales… y muchas otras medidas adicionales que se pueden resumir en un cambio de los discursos de los bancos centrales, (que llegado un momento habían cambiado de pedir transparencia, a pedir una y otra vez que se refortalezcan). Si nos damos cuenta, hace tiempo que no se pide transparencia a las entidades, e incluso ha desentonado la advertencia de Moody’s de que los balances de las entidades financieras españolas escondían sorpresas. Esto ha permitido que los balances sean cada vez más creativos y teniendo en cuenta que los analistas únicamente miran el resultado final de determinadas variables, no es difícil imaginar que existe diseño en la contabilidad para adecuarse a la valoración que convenga en ese momento, (y vamos, es fácil determinar que es posible, teniendo en cuenta el hecho de que realmente los analizados y analistas suelen ser los mismos). Esto implica que realmente es muy difícil determinar hoy la realidad de las valoraciones, sobre todo teniendo en cuenta los análisis que por ahí nos encontramos.
Otra medida son las restricciones a las posiciones bajistas. Ya sé que se ha demonizado de forma increíble a los bajistas, culpándolos de la caída de las bolsas o de los mercados. Sin embargo, la realidad es que los bajistas no son más que inversores que piensan que los mercados van a caer. Tienen exactamente el mismo sentido que los alcistas. Y en estos casos tienen una función adicional. Se trata de ser una especie de alarma. Cuando un inversor cree que las valoraciones de un determinado activo son demasiado altas, toma posiciones bajistas y en cierta medida avisa al mercado, de tal forma que las posiciones bajistas pueden ser tomadas como alarmas. Con las restricciones a la baja estas alarmas pierden su sentido.
Estas no son las dos únicas medidas en las que se apoya la recuperación de los mercados financieros, por supuesto que no podemos olvidar el papel de todos los planes de rescate, inyecciones y políticas monetarias, que han ido en su inmensa mayoría destinadas a recuperar los mercados. Sin embargo, estas medidas, y desde luego todas y cada una de aquellas que vayan destinadas a limitar la transparencia de los mercados provocan que simplemente vamos a ciegas.
Si además tenemos en cuenta que la recuperación es eminentemente financiera, lo que nos encontramos es que cuanto más altos estén los mercados, (o más infladas las burbujas), más inversores desaparecerán de los mercados. Por tanto llegará el momento en que los mercados de repente no sean capaces de subir. En ese momento, lo que va a pasar es un crack. Es así de sencillo. Para recuperar los mercados financieros hemos tapado los ojos, sin embargo, alguien se ha olvidado que los efectos secundarios de tapar los ojos es siempre un crack.
Pero bueno, lo positivo es que no será el fin del mundo y probablemente sea el paso necesario para de verdad solucionar la situación económica.
En todo caso, si bien es cierto que la caída en el sector financiero es asumible y no será un drama, si es cierto que la capacidad de chantaje viene por los sistemas de seguridad social privada, un post que en su día generó una gran polémica, porque venía a decir que realmente una cosa que no estábamos mirando es que los sistemas de pensiones privados dependen de la revalorización constante de los mercados financieros. La caída de los mercados suponen enviar a la indigencia a las personas jubiladas de USA y UK y eso es devastador para esas economías. Es ahí donde estriba la capacidad de chantaje del sector financiero y es la razón principal por la que estamos de burbuja en burbuja.
En fin, una vez que he aclarado que la realidad es que la caída de los mercados financieros viene derivada de la forma en la que se ha decidido salir de esta situación el año pasado, y la razón por la que se ha aceptado el chantaje desde los países sólo me queda poner el post de “¿nos estamos recuperando?”, en el que básicamente lo que defendía es que básicamente aunque lleguemos a un PIB positivo, la realidad es que está es un completo absurdo y era eminentemente financiera. En el mismo sentido, en febrero, la pregunta era ¿llegará el IBEX a los mínimos de marzo de 2009?; y el resumen es sencillo:
“La realidad es que en marzo del 2009, los mercados financieros estaban en caída libre, y todo el mundo era consciente que estábamos en una burbuja financiera. La caída se ha frenado con una intervención sin precedentes en los mercados financieros, mediante las inyecciones monetarias record, la eliminación del mark to market, las restricciones a las posiciones bajistas y desde luego todos los mensajes de optimismo que se ha podido. Y eso es lo que ha recuperado los mercados financieros.
El problema es que estos mercados financieros, estaban camino de ajustarse a la realidad económica de los distintos países; desde marzo de 2009, la caída de la economía, expresada en los ingresos reales de los trabajadores y empresas, se ha desacelerado un poco, (en términos que nuestro gobierno pueda entender), por lo que en realidad no hay hoy ni un solo dato objetivo que afirme que ni un solo sector o colectivo se encuentre en mejor posición que en dicha fecha, con la excepción de aquellos en los que el sector público ha intervenido para recuperarlo, a costa de unos déficits completamente desquiciantes.
Podemos sacar los análisis que queramos, podemos manipular los mercados e incluso durante un tiempo, la sociedad puede mantenerlos altos. Desde luego es imposible saber cuanto tiempo se podrá mantener la situación actual, pero por un mínimo de sentido común, nos encontramos que los estados no pueden sostener esta situación por un plazo mucho mayor y desde luego no por un período indefinido.
Con un mínimo de sentido común, está claro que al final los mercados financieros, van a ajustarse a las condiciones que nos encontramos en la economía real. De esta forma, nos encontramos a veces con la pregunta de si veremos los mercados en los mínimos de marzo del año pasado. Realmente esta pregunta no tiene demasiado sentido si previamente nos hacemos otras; ¿Ha mejorado o empeorado la economía respecto a dicho período?. ¿La caída se frenó sola o fue la actuación de los estados la que evitó la debacle más absoluta?.”
Y en eso me gustaría acabar con un post que titulé: “Obama y la guerra, (con los bancos).”. Es otro de los resúmenes, y creo que es algo que vamos a encontrar en estos días con mayor frecuencia. Al final a partir de ahora vamos a tener las campañas de los bancos, para convencer a la opinión pública de que hay que salvar a los bancos, y las de los políticos conforme esto no tiene nada que ver con las burradas que han hecho. Por supuesto, en los dos casos, y para variar, mentiras.