Cuando intentamos dar los primeros pasos para ir hacia la generación eléctrica nos hemos encontrado el primer problema. La inversión necesaria es muy elevada, debido al precio de los paneles solares.
El precio de estos equipamientos es muy elevado, como lo es el de todas las tecnologías que aún no están definitivamente implantadas. No hace falta más que recordar el precio de los dvd iniciales, de las plasma, de las cámaras de fotos digitales o de cualquier elemento que surge. En los primeros momentos el precio del bien es caro, hasta que se va universalizando y desarrollando el producto, en el que la demanda va generando un mercado, que a su vez va generando que entren nuevos competidores, que se vayan produciendo bajadas de precios y a su vez se van mejorando las prestaciones.
Los paneles solares, como cualquier otro proceso no son un elemento ajeno a este proceso, con la diferencia de que en este campo en particular la realidad es que todas las condiciones que tenemos lo que hacen es tratar de limitar que este producto siga el esquema básico de todos los productos. A diferencia de los móviles, de los plasma, los led o las cámaras digitales, un desarrollo similar a los anteriores en este campo, hunde a las empresas eléctricas, o mejor dicho a los inversores en dichas compañías.
Es muy fácil encontrar que el principal problema para que las comunidades de vecinos instalen paneles solares es la prima de la energías renovables. Esta prima que se nos vende como el apoyo necesario para desarrollar nuevas energías bajo el concepto del cambio climático, el ahorro y unas cuantas palabras bonitas adicionales, en realidad es el principal problema para este desarrollo.
El esquema es muy sencillo, dado que el precio de la energía generada es superior al de la energía consumida, la realidad es que conviven en el mercado los que buscan generar energía para reducir el consumo, con aquellos que buscan generar energía para generar un beneficio. Esta distorsión hace que toda la industria de los paneles esta centrada en un tipo de consumidores que son los famosos inversores en los famosos huertos solares.
En ese momento entramos en los distintos tipos de cuotas para reducir los negocios, y todo ello porque se ha decidido proteger el negocio de los productores de energía, (ya sea los tradicionales o los alternativos), de tal forma que el negocio de los productores de los equipos para la generación pasa por el precio en lugar de por el volumen.
Es sustancialmente distinto invertir en unos elementos para ahorrar unos costes, que invertir para obtener unas plusvalías, y el problema es que simplemente los segundos son los que tienen totalmente dominado el mercado de los equipos.
Sin embargo, lo peor de la situación es que lo peor no ha sido el precio de los equipos, sino que es el papel de las instituciones, que bien por ineptitud, bien por unos intereses claros, simplemente ponen todas las trabas posibles y ninguna de las facilidades.
Para lo de la plaza verde, desde mi comunidad nos hemos puesto en contacto con las otras, hemos hablado y al final hemos llegado hasta el alcalde, al que le pedíamos un par de cosas.
La primera era que participase, asumiendo la inversión correspondiente a la zona pública de la plaza. Es decir, que hiciese algo para generar alguna de la electricidad que el alumbrado y los semáforos de la plaza generan, en el proyecto de los vecinos. Este no era el principal problema y desde luego comprenderíamos que las dificultades financieras, (aunque estamos hablando de 2007 ya se intuían), limitasen este papel.
Pero aparte pedíamos otras cosas que apenas suponían coste para el ayuntamiento y si generaban un gran valor para nosotros. En concreto pedíamos una carta de apoyo para conseguir la financiación en I.D.A.E. Debemos señalar que pedíamos financiación y no subvenciones de forma que además el riesgo de la financiación es reducido al hablar de comunidades, que aunque tengan algún vecino moroso, esta es cubierta por los demás vecinos.
También pedíamos apoyo con los aspectos técnicos y que desde el ayuntamiento se nos ayudasen con los cálculos y desde luego que nos facilitasen las licencias que necesitábamos.
También pedíamos que se activase una bonificación en el ibi para todos aquellos edificios que asuman inversiones para la eficiencia energética. Esta bonificación está incluida en la ley reguladora de las entidades locales, que recoge que los gobiernos municipales pueden aprobar esta bonificación y en nuestro municipio, no lo está.
La reunión con el alcalde fue muy interesante y manifestó el apoyo, y nos dio todas las palabras bonitas. La pena fue que palabras bonitas era una de las pocas cosas que no nos servían para nada. De hecho el alcalde aprovecho para comunicarnos que iban a apagar algunas farolas porque no podían asumir los costes de electricidad.
Se comprometió a prestarnos los servicios de los técnicos del ayuntamiento, para ayudarnos y se iba a tratar el tema del apoyo para involucrar al I.D.A.E. Respecto a la bonificación, nos dijo que ni de coñas, y a lo de rebajar las tasas por las licencias que tampoco, porque las cuentas del ayuntamiento no daban para más.
Esto fue en el 2007, y estuvimos esperando por los técnicos y la empresa que tiene contratada el ayuntamiento para el tema de renovables, pero supongo que estaríamos comunicando todo el rato.
En esto llegó el Plan E, y lo volvimos a intentar, (por eso hablé de esta idea en el post de hace tiempo). Sin embargo en ese momento el alcalde fue más tajante y nos dijo que lo que tenía que hacer es salvar a las constructoras del entorno, y que un proyecto similar no encajaba en ese campo, por lo que “ajo y agua”, (o sea “a joderse y aguantarse”).
La compensación fue que se pintó la plaza de amarillo…
Pues toca seguir intentando pero la verdad es que por ahora no hay demasiada forma de desbloquear, y desde luego un poco de apoyo o por lo menos que no se pusiesen demasiados problemas con las licencias, ayudaría pero vamos, ¡Esto es España!.
