Hace unos días, puse un post acerca del surrealismo del BCE a la hora de hablar de la nueva técnica esta de liberalismo, en la que la competencia es mala. Pues poco ha tardado el Banco de España en reaccionar, con la diferencia de que al ser una entidad española, pues simplemente se exagera todo hasta límites insospechados.
Mientras se nos llena la boca con palabras como competitividad, y por supuesto el libre mercado en España nos encontramos con que al Banco de España se le ha ocurrido prohibir la competencia de las cajas. Así de simple.
El caso es que primero se cogen ingentes cantidades de dinero público para financiar el hecho de que se hagan más grandes, que exista una mayor concentración y que tengan una capacidad extorsionadora mayor, lo cual choca de frente con todos y cada uno de los parámetros básicos de lo que podemos esperar de un sistema de libre mercado.
Después además se hace lo posible y lo imposible por que las entidades no quiebren, cargándose en definitiva el modelo de ajuste del liberalismo, y convirtiendo los ajustes en un simple prejubilar a trabajadores y dar poder a las entidades; y al final no contento con esto, ahora va el Banco de España y prohíbe a las empresas competir.
No podemos dejar de entender la perversidad de la justificación de las limitaciones a la competencia. El argumento es que entidades que han recibido ayudas están en una situación de ventaja respecto a las que no las han recibido, de forma que al final, las razones para que ahora se limite la competencia está exactamente en las razones de la competencia. El argumento es perverso, ya que parte de varios grandes dislates. El primero es que cuando se inyectó dinero en determinadas entidades fue para salvar al sistema financiero en su conjunto que si no hubiese recibido tal cantidad de fondos, (lo que han sido ayudas, y lo que ha sido financiación, cambios normativos, reformas que les vienen bien y demás), no hubiese sobrevivido. Por lo tanto todos y cada una de las entidades han sido beneficiadas con las medidas. Algunas directamente y otras indirectamente al recuperar los valores del mercado financiero. Lo que tenemos que tener claro es que se ha intentado salvar al sistema financiero, (aún sin estar seguros de que esto fuese posible).
Aún obviando que todas y cada una de las entidades ha sido beneficiada de las medidas, (aunque es posible que en cierto grado), no está tan claro que las cajas o las entidades directamente rescatadas hayan sido las grandes beneficiadas, (eso serán otros post que aún no he colocado). Si nos damos cuenta, todas y cada una de las medidas tomadas desde la crisis punto com han ido destinadas a incrementar el valor de los activos financieros, a costa de deteriorar la economía, de forma que aquellas entidades más vinculadas a la economía real, son las más perjudicadas por las decisiones tomadas. O dicho de otra forma, bajando los sueldos de todo el mundo y especulando con todos los bienes básicos, los grandes beneficiados son aquellas entidades que tienen un enfoque más orientado hacia los mercados, mientras que las que se orientan hacia las personas sufren.
Pero aún obviando esto, lo que desde luego no tiene sentido alguno es que se rescaten para que no puedan competir. La competencia y la competitividad son elementos básicos de cualquier sistema de libre mercado. Por lo tanto rescatar entidades financieras para que no compitan es como arreglar un coche y quitarle la gasolina después. ¿Para qué queremos empresas que no compitan?. La función de las empresas es competir y competir, porque esta es la base para los avances, por lo que eliminando esta característica lo que estamos haciendo es pagar una millonada por algo que se parece demasiado a un cuadro. ¿o no?.
Si nos damos cuenta, a mayores de lo mencionado en el post de cuando el bce se ha olvidado de los principios básicos de eliminar la competencia, (que eran sobre los efectos generales sobre la economía). Por supuesto, los efectos sobre la economía de todas y cada una de las decisiones que distorsionan el mercado tienen unos efectos devastadores sobre el sistema. Pero por supuesto, debemos entender las razones por las que se hacen. Está claro que si existen unos costes, (aunque escondidos), tienen que existir unos beneficios para tomar estas decisiones, que serán el móvil de tal medida.
En este caso, la realidad es que con la medida de que las cajas no puedan hacer publicidad agresiva y que no puedan realizar ofertas comerciales en depósitos agresivas, genera unos graves perjuicios para estas entidades. No deja de ser paradójico que se rescaten a las entidades para que luego no puedan hacer lo que hacen los bancos. No hace mucho, el Banco Santander inició la guerra del pasivo; bien fuese por la razón oficial declarada por la entidad conforme estaban buscando cuota de mercado, o bien por la búsqueda de la mejora de ratios y liquidez, lo que está claro es que estaba buscando la forma de sobrevivir, o tomando unas decisiones para que la entidad mejorase. Por supuesto, la propia entidad ha realizado acciones comerciales tan agresivas en todos los medios.
Estas decisiones son las que se han vetado a las cajas, de forma que al final estas entidades no pueden tomar ninguna de las medidas que los bancos toman. Por lo tanto, lo que se está haciendo es limitar la capacidad de generar beneficios de las entidades, lo que unido al contexto de las decisiones que hacen caer la economía, está provocando pérdida de valor en estas entidades, para al final conseguir lo que Zoido, (presidente de BME) reclamaba; dicho de otra forma, se está atando y destrozando la estructura de las cajas, para posteriormente entregarlas al sector privado.
Para generar estos negocios, a la vez que se elimina la competencia para las entidades financieras, nos encontramos con el ultraliberal Banco de España, que se olvida de todo lo básico y prohíbe a las empresas competir.
Por supuesto, va a ser difícil que se solucione el problema de competitividad en España, ya que las instituciones y reguladores, que en teoría, han de ocuparse de que se cumplan las condiciones necesarias para los mercados funcionan, toman decisiones que significan que los mercados no van a funcionar.
Y hablando de competencia, resulta que en medio de la enfermedad, no había colgado los resultados del segundo sorteo de la lotería de las gasolinas; y dado que los números complementarios de la última semana de diciembre han sido el 4 para el sorteo del 23 de diciembre de 2010 y el 0 para el del 26 de diciembre; tenemos el número 40; y por tanto a evitar REPSOL durante el mes de enero y poco a poco tenemos que ir buscando nuevas alternativas y opciones para recuperar los valores en los mercados; condición necesaria para que las valoraciones sean las correctas y por tanto para las recuperaciones.