Uno de los discursos de moda, ahora es la reforma de la sanidad, que parece que va a ser el próximo objetivo, (en dura pugna con la reforma de la educación). En el sentido de la preparación de la opinión pública para profundizar, (ya se ha iniciado hace tiempo), en la privatización de la sanidad, nos encontramos con todos los mensajes que nos hablan del Copago, aspecto necesario según nos cuentan porque tenemos una sanidad aceptablemente buena, pero muy cara.
Existe aún cierta confusión acerca de la definición y el alcance del COPAGO. Cuando hablemos de Copago Sanitario, podemos estar hablando de pagar una parte de los gastos de servicios médicos, (consultas, intervenciones…) o bien de una de las partidas más importantes que es la de los medicamentos. Pues hemos llegado a una situación en la que a veces se habla de la posibilidad de instaurar algún sistema de Copago en los medicamentos. Y el hecho de llegar a este punto, recoge o una profunda ignorancia del sistema o simplemente una manipulación de la situación de la seguridad social, por que como muchos conocemos, si hablamos de introducir el copago de medicamentos, tendríamos que empezar a hablar de cambiar la situación de los PENSIONISTAS y sus dependientes; porque creo que todo español debería tener claro que los trabajadores hace tiempo que pagamos una parte de los medicamentos, (creo recordar que el 40%).
Pero más allá de anécdotas que ilustran el nivel de ciertas opiniones, para tratar de ilustrar un poco la situación me gustaría exponer un post en el que recopilo y resumo los post que antaño he puesto al respecto.
Por supuesto, me gustaría empezar con el post de “¡Se acabó el gratis total!”, que expresa mucho mejor la frase que el hecho de instaurar el COPAGO; A veces olvidamos que cuando hablamos de introducir el COPAGO o de acabar con el GRATIS, olvidamos que esto no es exacto, porque la sanidad ya la estamos pagando. Es así de sencillo; a veces los que más protestan por el gasto público, coinciden con los que frecuentan los despachos buscando que el erario público gaste en ellos, y luego se acaban olvidando de que el presupuesto público está para pagar unas cosas que entienden que es gratis.
Solo mediante esta rara esquizofrenia respecto al sector público, se puede entender que se nos cuente la sensación a la que antes me refería cuando decía que tenemos una sanidad buena, pero cara. En particular me ha parecido especialmente llamativo que el Wall Street Journal, haya pedido que el sistema sanitario público de España se parezca más al de USA; Es un poco surrealista, porque aunque es posible que el gasto sanitario del gobierno español, sea en proporción muy superior al gasto sanitario de otros gobiernos, la realidad es que la sanidad española representa una parte mucho menor en relación al PIB a lo que representa en la mayoría de los países del mundo, (incluido USA).
En definitiva tenemos un sistema de sanidad que en conjunto es más barato que el sistema de sanidad USA, y que a su vez tiene una calidad muy superior. Por tanto, sólo desde una posición de disparate mayúsculo y demagogia pura; se nos puede pedir a nosotros que nos parezcamos a su sistema.
Y desde luego, el hecho de que sea más barato y mejor que el sistema USA tiene mucho que ver con el diseño de ambos sistemas, (como he expuesto en el post de ¿Podemos entender un sistema privado ineficiente pero innovador?), donde trato de explicar las razones por las que el sistema de seguros médicos privados y centros privados en exclusiva genera unos incentivos muy perversos para que la calidad sea peor, al mismo tiempo que se incrementa el coste para los usuarios del servicio.
El siguiente post que me gustaría señalar es el de “Las reformas de la sanidad, ¿sistema privado, público,… mixto?”, fue para comentar la reforma sanitaria de Obama, y cómo es posible que lo que se venda como un avance, puede acabar siendo un retroceso palmario. En este post trataba de exponer varias situaciones de posibles reformas y los efectos en la situación de los usuarios y empresas en cada una de las situaciones. En el caso particular de la reforma de USA, me gustaría reseñar que al tratar de universalizar la sanidad, se podía haber creado una estructura sanitaria pública, lo que hubiese ahorrado los beneficios derivados de los grupos sanitarios y aseguradores, a la vez que introduciría un sistema de competencia al sector privado. En cambio lo que se ha hecho es subvencionar el coste de las pólizas, de tal forma que el coste se dispara, (tanto por el hecho de pagar los beneficios de todo el sector asegurador y médico, como de por el hecho de que no existe una competencia real en un sector básico).
Y ya para acabar me gustaría proponer un tema en el que tocaba las razones por las que se está haciendo especial hincapié en la sanidad, que coincide con muchas otras. Si estamos hablando de un diseño para parecernos a unos sistemas que tienen unos sistemas sanitarios peores, pero que a su vez le cuestan un importe muy superior a los ciudadanos, ¿Por qué será?. Pues básicamente y creo que ya está suficientemente claro; porque permiten el surgimiento de unos beneficios espectaculares, que como en tantas cosas se incrementan si el estado es el que paga, (en lugar de el cliente); si el estado no compite y si estamos hablando de bienes y servicios necesarios para la población.
¿Por qué estamos a vueltas con la gestión privada de la sanidad?. ¡Pues porque este sobrecoste que se genera son en realidad plusvalías que determinadas grandes empresas pueden capitalizar!. Por descontado el motivo no es exclusivo de toda la campaña para la reforma de la sanidad, sino que es un elemento común a muchas de las pretensiones de numerosas empresas que directa o indirectamente viven de servicios que no cobran a sus clientes sino al estado. En particular esto lo he explicado en un post que llamé: “La iniciativa Privada, pero los negocios, la financiación, los riesgos y el paganini público”.