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Recientemente la comisión nacional de la competencia, nos ha sorprendido con una descripción de una situación de “cohetes” y “plumas”, para analizar la relación entre la relación entre el precio del petróleo y el precio de la gasolina en las estaciones de servicio.

Básicamente la descripción del fenómeno nos la encontramos en que cuando sube el petróleo, en las gasolineras nos encontramos con una subida muy rápida, pero a la hora de la bajada, la velocidad de adaptación es mucho más lenta, (en caso de que exista).

En general, para explicar este proceso, se suele ofrecer la explicación a las bajadas, que suelen indicar algún tipo de proceso para que el efecto se note en la gasolinera. Se puede explicar comentándonos que el precio en las gasolineras sale de las cotizaciones medias en los mercados en un período de tiempo, por lo que cuando baja el petróleo tarda en bajar la gasolina, (por que arrastra precios caros que van promediando con baratos).

Otras explicaciones nos cuentan que el petróleo tiene que pasar por distintas fases, (refinado, transporte…), por lo que cuando baja el petróleo, que es la materia prima, tarda en notarse en las gasolineras, lo que tarde el proceso productivo. (Si tardamos 15 días en sacar el petróleo, transportarlo, refinarlo y ponerlo en la gasolinera, pues es normal que ante bajadas el precio tarde unos días en bajar).

También se escucha que cuando baja el petróleo, bajan en el mercado de futuros, y en consecuencia la bajada será en el futuro.

En fin, todo un rosario de explicaciones, cada una con su lógica, pero desde luego con muchos condicionantes en contra. La primera es la famosa velocidad que queramos o no se da. Pero como resulta que en las subidas nadie pide explicaciones; bien sea porque puede parecer lógico que cuando suba el petróleo suba la gasolina o bien porque aunque se tardase en subir, nadie preguntaría, (nadie está interesado en que las subidas sean lentas), nadie pide explicaciones en las subidas.

Pero lo curioso es que busquemos la explicación que busquemos para entender que el precio del petróleo se refleje en el futuro en las gasolineras, nos encontramos ante una situación de dos (sí, es importante el número) mercados que están tan manipulados que funcionan al revés de lo que se debe marcar.

Por un lado tenemos un mercado financiero, (en realidad son varios ya que incluye valores de contado, futuros, warrants…), en el que se intercambian contratos de petróleo; y luego tenemos otros mercados similares en los que se intercambian los destilados del petróleo. Y por otro lado tenemos un mercado real de las gasolinas, (que es el que establecemos nosotros con el área de servicio).

Cuando nos cuentan esto de los mercados financieros, nos encontramos con la explicación de que compras petróleo si crees que va a subir, o te pones corto si crees que va a bajar. En definitiva en los mercados financieros estamos hablando de tratar de anticipar lo que va a ocurrir en la realidad. Esto significa que no tendría absolutamente ningún sentido preguntarse por las distintas velocidades a las que se traslada el precio del petróleo al precio de la gasolina, porque debemos entender que no es lo mismo “tratar de anticipar” que determinar.

En un marco perfecto o utópico; la realidad es que el precio se establece en las gasolineras, mediante la pura oferta y demanda en las estaciones de servicio, y no desde luego ¡Por que el precio del petróleo ayer o hace quince días en no sé qué centro financiero fuese aquel otro!. Y el precio en el mercado financiero, donde se limitan a especular esperando variaciones, sería el que se iría ajustando a las variaciones en las gasolineras.

Por descontado, somos conscientes de que las utopías es algo inalcanzable, pero a pesar de no ser realistas, tienen la rara virtud de funcionar como si fuesen un horizonte o un sitio al que ir. (Recordemos una frase de otros tiempos: ¡sed realista, pedid lo imposible!). Y la otra virtud es que nos sirve de medida para evaluar la situación, (será peor cuanto más nos alejemos del utópico).

Pues en este caso en lugar de tener un mercado financiero que va a remolque y ajustándose a un mercado libre y de competencia perfecta en las gasolinas, tenemos un mercado financiero, que funciona bajo sus reglas paralelas, (nadie trata de saber el precio de las gasolineras en un tiempo determinado), con todos los apoyos de los bancos centrales y que al final dentro de un tiempo fijará los precios en las gasolineras que no van por oferta y demanda, hasta el punto de que las bajadas de demanda se responden con subidas de precio, (lo cual nos da indicio del poder de mercado).

Por esto tenemos subidas en los mercados financieros, hasta que se descubre que no se pueden pagar los precios en las gasolineras; subidas en las gasolineras que vienen de un mercado completamente distinto, y una situación en la que nadie ve venir el desplome hasta que se ha producido; mientras todo el mundo echa la culpa de todo a China.

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  1. #4
    16/05/11 22:59

    Pero no creo que vendan la gasolina lo mismo. Cada vez veo mas coches estacionados en la calle y que no se mueven duranta largos periodos de tiempo. Si sigue aumentando el precio del combustible creo que este fenómeno se verá cada vez más.

  2. #3
    16/05/11 18:46

    Yo solo se esto: La empresa X de transporte que vende el combustible a la gasolinera cambia el precio día a día según la cotización del petroleo. Cuando se produce una bajada importante (hace 2 semanas cuando se produjo la fuerte bajada un camión-cisterna valía 2.000 € menos que el día anterior) no bajan el precio inmediatamente, aunque a ellos les cueste menos dinero. El porqué la gasolinera no baja el precio no lo sé, pero para qué iba a hacerlo si va a vender lo mismo.

  3. #2
    16/05/11 15:48

    Mas claro, agua. Una muy buena explicación de por qué al precio de la gasolina no le afecta la demanda. Lo peor de todo es que la especulación en los mercados financieros se traslada a la economía doméstica, y al final paga el pato los de siempre.

  4. #1
    16/05/11 12:52

    la que hacen los carteles de la distribucion de gasolina se denomina COLUSION, que es un pacto que acuerdan dos personas u organizaciones con el fin de perjudicar a terceros.


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