Este post no va del Banco Central Europeo, sino que va de la propuesta que lleva mucho tiempo circulando entre todos los medios como solución a la crisis. Parece que el Partido Popular la sugirió en momentos de la campaña, luego lo desmintió; y resulta que el PSOE ya lo hizo cuando compró activos ilíquidos, (llamados comercialmente “de la máxima calidad”) a la banca.
Escuchamos análisis hablando de la conveniencia de estar en el euro. Incluso comenzamos a escuchar muchas voces que nos cuentan que no fue conveniente entrar pero que ahora no es aconsejable salir. Por supuesto, encontramos numerosos análisis que nos hablan de que la salida del euro implicará penurias, tiranías y todo lo que se nos ocurra.
Como en todas las fases de aceptación de cualquier noticia que no nos gusta, parece que vamos cubriendo etapas. Tras una temporada en la que las autoridades y financieros se dedicasen constantemente a negar vehemente que Grecia iba a incurrir en impago, hemos pasado a una fase en la que todo el mundo asumía que existiría impago y posteriormente al caso oficial.
El que va a ser nuevo economista jefe del Banco Central Europeo, Un alemán llamado Jörg Asmussen, ya comienza a proponer medidas. Lo curioso es que estamos ante las mismas medidas de siempre, por lo que realmente estamos exactamente igual que antes y la única diferencia que nos encontraremos entre los nuevos y los antiguos responsables del BCE van a ser estéticas.
En general todo el mundo es consciente de que existe un proceso de creación de dinero. Esta idea nos ha llevado a dividir el dinero en dos clases. Por un lado “dinero inyectado” y por otro lado “dinero creado.
Si nos damos cuenta, a pesar del clamor para que Trichet baje tipos, ahora mismo lo que nos vende todo el mundo es que no se van a bajar los tipos, pero a su vez, tenemos anunciadas las inyecciones ilimitadas de dólares.
Si la tercera amenaza que he puesto estos días para activar la suspensión de pagos era tan real que el 15 de septiembre de 2011, los bancos centrales de todo el mundo han tratado de actuar de forma coordinada para tratar de frenar los efectos de esta amenaza, me quedan dos puntos a tratar; ¿se ha paralizado la amenaza?, ¿y el resto de amenazas?
Hoy han aparecido unas cuantas noticias curiosas, que por cierto parece que no le han sentado nada mal a los mercados financieros. Por supuesto, estoy seguro que habrá cuatrocientos mil analistas que explicarán con todo lujo de detalles lo que ha pasado y que por supuesto tirarán del vocablo “todo lo sirve, para nada vale” de la confianza.
Ayer, trataba de explicar en un post que a pesar de todos los informes, declaraciones y por supuesto de las ruedas de prensa del BCE, las entidades financieras esperan una rebaja de tipos de interés, especialmente intensa a partir del mes de agosto.
Una de las dudas que no he logrado explicarme es la esquizofrenia en determinados aspectos del ¿análisis? de expertos que por ahí pululan. Supongo que será por cierta deriva política, pero en ocasiones alcanza unos niveles que no son del todo normales.
A lo largo de todo el fin de semana se ha especulado con el resultado de las distintas reuniones que todos los organismos han ido celebrando, pero desde el primer momento quedaba más o menos claro, que el marrón le quedaba a Trichet y su teleconferencia del domingo por la tarde.
La noticia no es otra que las declaraciones de dos directivos, (el CEO y el director de derivados) de Moody´s, en la que nos manifiestan que existieron y existe la compra de calificaciones de deuda.
Pero más allá de borrar de la hemeroteca aspectos muy cuestionables de este personaje, más allá de las decisiones que ha tomado, (que algo tendrían que ver las decisiones del máximo responsable de política monetaria de la eurozona en una crisis financiera histórica), lo único cierto es que lo que está ocurriendo es lo único que podía pasar
Si la situación económica, la situación financiera y en particular la deuda pública, se deteriora, lo que está claro es que por un lado las partidas de activo se supone que han de sufrir minusvalías o pérdidas, y por otro lado la generación de beneficios se modifica.
El año pasado, a cuenta de los test de 2010, lo primero que dije a cuenta de las famosas pruebas es que si en realidad pretendiesen incrementar la transparencia y determinar el estado de las entidades financieras, lo primero que tendrían que hacer es investigar de forma exhaustiva los datos y balances presentados.