&Nbsp;En la conocida película La tormenta perfecta, hay un momento en que poco antes de la monstruosa ola final que va a acabar con la vida de los tripulantes del barco de pesca que comanda el actor George Clooney, hay una tregua en medio de la trepidante acción, una situación de tensa calma antes de que se desate la tempestad definitiva, que el guionista y el director
Me da un poco de vergüenza escribir lo que voy a escribir después de la anterior entrada en este blog, pero ya se sabe cuán difícil es eso de predicar con el ejemplo. El caso es que, después de "meterme" con Enrique Gil Calvo a propósito de su analogía del sistema fimnaciero con un sistema hidrlógico no se me ha ocurrido otra cosa que descolgarme con otra, esta de mi cosecha particular, y tan
Han ido pasando los días y los meses, y parece que, en otras latitudes, ya se atisba o se va sintiendo realmente algo así como una "primavera" económica que puede permitir que los ya famosísimos "brotes verdes" económicos florezcan por fin y fructifiquen. Aunque aquí, en este desventurado país, quizás por culpa del cambio climático, las "heladas" todavía amenazan a los verdes brotes
El otro día oí hablar a una feminista acerca de los problemas de relación de las mujeres de mediana edad con sus parejas, caso de que las tengan, y de su dificultad para encontrar una que merezca la pena, aquellas que no la tengan. En su opinión el problema radicaba -¿cómo podría ser de otra manera?- en que, como corresponde a una cultura machista, o sea, "patriarcal" y autoritaria, los
Si hay algo que me hace desconfiar de la pretensión tan extendida entre los economistas de que la Economía es la "reina de las ciencias sociales" es el modo tan, digamos que, "sencillo", con que aborda el "Problema del Mal"; que es, no nos engañemos, el problema central que ineludiblemente ha de enfrentar cualquier reflexión sobre lo social. Pues si se mira con cierto cuidado no se tarda en
Mi padre, que durante una buena parte de su vida tuvo por profesión, la de "representante" o "agente comercial", gracias al hecho de tener coche en aquellos tiempos en que no abundaban como hoy hasta la congestión, o sea, que se dedicaba a ir por los pueblos enseñando los productos de las empresas a las que representaba ganándose una comisión en los pedidos que lograba formalizar, me
Las -llamémoslas- "aventuras" que está sufriendo Zeltia/Pharmamar con su medicamento antitumoral Yondelis en los últimos meses merecen un comentario, con alguna derivación de quizás más largos vuelos. Como es bien sabido, el Yondelis fue aceptado por la agencia del medicamento filipina. Eran éstas buenas y, sobretodo, prometedoras noticias para Zeltia que, correspondientemente subió en Bolsa.
A la vuelta de las vacaciones me encuentro en el buzón con una inesperada y nada grata sorpresa: una notificación de multa por parte de la DGT. Viene acompañada por la prueba fotográfica del "delito"...
En su magnífica obra, Guía de la mujer inteligente para el conocimiento del socialismo y el capitalismo(1), escrita por George Bernard Shaw en 1927 cuando todavía tenía 71 años (murió a los 94) y que aún se lee con gusto y provecho, hay un momento (en el capítulo XIX) en que trata de lo que hoy llamaríamos la regulación del sector energético. Concretamente, Bernard Shaw se plantea cuál debiera
La Economía es una “ciencia” conservadora. No sólo -aunque también- porque sus conclusiones, o mejor dicho, las conclusiones que los economistas extraen de ella suelen siempre coincidir sospechosamente con los intereses de los miembros mejor situados económica y socialmente, sino porque es extremadamente remisa a incorporar nuevas perspectivas o puntos de vista distintos en sus análisis. En
Se habla y no se para de la desregulación de los mercados, por ejemplo del de la electricidad, como segura forma de expandir la libertad de elección de los consumidores. Puede ser. Pero en lo que a libertad de elección en este terreno de la iluminación, la última persona de la que tengo constancia que tuvo algo parecido a una auténtica libertad de elección fue un familiar lejano, mi anciana “tía”
Se dice pronto, pero van ya para veinticinco o treinta los años que hace que Paco Caballero Sanz, (una excelente persona que, además, es economista, lo cual no es tan contradictorio como se suele pensar(1)), puso en mis manos uno de los libros que más me han influido en la vida. Se trataba de Micromotives and Macrobehaviour de Thomas C.
Era de esperar. La teoría económica más elemental predecía que así iba a pasar. Y lo extraño es que no haya pasado antes y no sea un fenómeno aún más generalizado. Y, por otro lado, no va a ser difícil atajarlo. Me estoy refiriendo a la "explotación" de trabajadores extranjeros sin papeles no por desalmados empresarios capitalistas, sino por desalmados trabajadores extranjeros con papeles.
El
La reciente muerte de David Carradine a consecuencia parece ser de su, digamos que, descuidada forma de realizar una práctica sexual de tipo masoquista: la llamada asfixia autoerótica, una causa de muerte que según estima el FBI "produce" entre 500 y 1000 fallecimientos anulamente sólo en EE.
Uno de los efectos comprensibles y hasta disculpables de la acumulación de tantos y tantos avances tecnológicos y organizativos como la que ha tenido lugar en los últimos 75-100 años, o sea, en el brevísimo plazo que mide lo que ahora dura por término medio una vida humana, ha sido la generalización de una novedosa creencia: la de que, al menos en el mundo de lo social y lo económico, todo es