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Como afectarán los recortes de gasto público al empleo en España.

A finales de Mayo de 2008, la Seguridad Social alcanzó su record de afiliados, con 19.384.100. Casi cuatro años después, a finales de Abril de este año, hay 16.863.390. Eso supone que, desde que comenzó la crisis, se han destruido 2.520.710 puestos de trabajo, entre asalariados y autónomos. Es decir, 13 de cada 100 ocupados han perdido su medio de ganarse la vida. De los 87 restantes, una buena parte de ellos ganan menos dinero ahora que hace cuatro años. La mayoría de las empresas también ganan ahora bastante menos dinero que hace cuatro años, y muchas han cerrado desde entonces.

Sin embargo, el PIB ha disminuido en una proporción mucho menor que el número de empleos, como muestran los dos gráficos siguientes.

Vemos que, mientras el PIB ha mostrado cierta recuperación, de mediados de 2010 a mediados de 2011, la destrucción de empleo no da ninguna sensación de estarse deteniendo.

En el siguiente se ve la evolución de las variaciones porcentuales, respecto al año anterior, de ambas series.

Según los datos, la productividad ha subido de manera más que apreciable desde finales de 2007, ya que la tasa de crecimiento del PIB ha sido siempre superior a la de trabajadores. Eso quiere decir que, ahora, cada trabajador en activo, produce algo más del 10% que hace cuatro años.

Una parte del PIB se obtiene mediante estimaciones y encuestas, que no son del todo fiables, por lo que, en cierta medida, el PIB es una cifra "cocinada". Yo imagino que, en tiempo de crisis, el gobierno procura hinchar el resultado cada trimestre, al menos en la medida en la que lo permita el "margen de tolerancia" de sus normas de cálculo. Por ese motivo, es posible que el incremento de productividad, en realidad, no sea tan alto. El primer gráfico muestra una divergencia enorme, y, por menos, muchos analistas están diciendo que el PIB de China está creciendo mucho menos de lo que publican sus autoridades. Así que, no sería raro que, en realidad, el PIB se haya comportado de manera mucho peor a lo que dicen las cifras oficiales. Sin embargo, como esta supuesta manipulación se da en todos los países, no creo que salga un nuevo escándalo por este motivo.

Hay que tener en cuenta que una parte considerable del PIB está constituida por el trabajo realizado por los empleados públicos. Como no existe un precio de mercado para las labores que realizan, se valoran por su coste. Esto quiere decir que, si mañana el gobierno contrata a un millón de funcionarios y el coste de cada uno, entre sueldo, retenciones, SS, etc. es de 40.000 euros al año, el PIB subiría automáticamente en 40.000 millones, independientemente de que se les contrate para hacer tareas útiles o para estarse mirando. Ese detalle siempre me ha dado mucho que pensar, y creo que le quita bastante validez al PIB como medida del estado de una economía.

 

Tras las dos revisiones realizadas, el déficit público de España se sitúa en el 8,9% del PIB. Eso quiere decir que se están gastando unos 95.000 millones al año más de lo que se ingresa, es decir, por cada tres euros en impuestos que se ingresan, las administraciones públicas están gastando casi cuatro euros. Es evidente que el gobierno debe equilibrar el presupuesto público. Si no lo hace, en pocos años nuestro país estará quebrado. Sin embargo, eso es más fácil de decir que de hacer. Los recortes realizados hasta ahora apenas son un aperitivo de lo que tiene que venir. Este año se están aprobando recortes considerables en el presupuesto nacional, autonómicos y locales. Pero, como los políticos son unos gestores bastante ineficientes, tardaremos aún un tiempo en ver como se hacen efectivos. Además, casi todos han optado por la vía de hacer "apaños" mientras sea posible, para poder mantener un nivel de gasto similar al de años pasados. Quien más o quien menos confía en la comprensión del escalafón superior para resolver sus problemas. La mayoría de los alcaldes esperan que, como ha ocurrido siempre, el Estado no deje quebrar a ningún ayuntamiento, y, aporte dinero a los que lo necesiten. Los políticos autonómicos también lo esperan, y los nacionales miran hacia Europa, esperando una importante inyección de fondos desde Bruselas, para que el país no se hunda.

Poner en orden las cuentas implicaría que muchos políticos, sus familiares y muchos empresarios bien relacionados con ellos perderían el medio gracias al que llevan años ganándose la vida. Eso se ha repetido mucho en los últimos años, y no deja de ser cierto. Es humano que cada uno de nosotros espere que la crisis la paguen los demás, y los políticos son el blanco más fácil. A fin de cuentas, aceptar las críticas es parte de su trabajo cotidiano. Pero me temo que no somos conscientes de que se está exagerando el coste de los políticos y sus enchufados, y que despedirlos a todos mañana apenas supondría una fracción del ahorro que necesitamos. Las consecuencias del recorte van a ir mucho más allá, y nos gustarán bastante menos.

En el siguiente gráfico comparo el dinero gastado por la Administración Central en sueldos de sus empleados con el importe licitado por las administraciones públicas.

 

Vemos que, mientras el importe de los contratos públicos (buena parte de ellos son para construcción de obras públicas) ya ha bajado hasta la cuarta parte de lo que se licitaba en 2007, el gasto en personal simplemente se ha estancado, y no ha disminuido nada, a pesar del famoso recorte de salarios del 5%, el supuesto despido de interinos y todo lo que se ha dicho que se estaba haciendo. Así que, según los datos, el recorte de empleo público apenas ha comenzado, y sigue pendiente de hacer casi en su totalidad.

Las administraciones públicas españolas están penosamente organizadas y, salvo contadas excepciones, la sensación general es que podría hacerse la misma cantidad de trabajo efectivo con muchísimo menos personal. Esos puestos inútiles suman PIB, aunque no aportan nada al ciudadano. Las obras públicas realizadas también suman PIB y sí que aportan algo a la ciudadanía (aunque en los últimos años se han hecho tal cantidad de obras inútiles que lo único que van a aportar es gastos de mantenimiento). Sin embargo, quita más votos despedir a empleados públicos que dejar de hacer obras públicas, por eso, cuando hay que recortar, la inversión pública es lo primero que se recorta. Al paso que vamos, pronto no se licitará nada, y el déficit sigue como sigue, así que queda mucho por sufrir todavía.

Los recortes que hay que hacer, aunque son imprescindibles para que nuestra economía pueda llegar algún día a ser sostenible, provocarán un "terremoto" de consecuencias bastante imprevisibles (malas todas, por supuesto), y por eso es normal que, tanto el gobierno de Zapatero como el actual de Rajoy, vayan haciendo lo posible para posponerlo, e ir recortando lo mínimo que van exigiendo los mercados y Bruselas, a ver si, mientras, cae una solución del cielo, y consiguen evitar el mal trago. A pesar de que en 2008 (y mucho más en 2009) nadie que se hubiera mirado los datos dudaba de la necesidad de hacer fuertes reestructuraciones en el gasto público, Zapatero logro mantenerse en su puesto durante más de tres años, simplemente diciendo que no pasaba nada, y que la recuperación estaba en camino. Es posible que haya dejado hundido al país, hasta tal punto, que tardemos décadas en salir del agujero. Pero él se marchó con la cabeza alta y, como ya han pasado bastantes meses desde su marcha, y el PP no ha atacado al problema de frente, sino que está poniendo parches donde más prisa corre, cuando llegue el hundimiento económico, la gente ya se habrá olvidado de los cuatro años perdidos y le echarán toda la culpa a Rajoy. La situación pedía a gritos una reforma produnda del sector público, cuyas principales líneas debería haber esbozado el PP durante el mes que transcurrió desde su victoria hasta la toma de poder, y haberse comenzado a aprobar desde el primer Consejo de Ministros. Como no lo han hecho, y la memoria del pueblo es frágil, serán ellos los culpables de lo que vengan, así que, está por ver si Rajoy aguanta cuatro años como presidente. Parece que Zapatero ha sido el peor gestor económico que ha dirigido nuestro país desde la Segunda República, pero hay que reconocer que posee una gran visión estratégica, porque, habiéndose encontrado una crisis realmente fea (que no ha hecho nada para solucionar, pero que tampoco había provocado él), logró que el país no se hundiera mientras él ocupaba el poder (me temo que el precio de esos cuatro años perdidos lo pagaremos caro) y que su partido no sufriera el desgaste que sufre todo partido que ocupa el poder cuando un país se hunde. Como referencia tenemos al PASOK griego, que había ganado las elecciones anteriores con mayoría absoluta, y ahora ha obtenido poco más del 13% de los votos. El PSOE perdió muchos votantes, pero los recortes afectarán mucho a la ciudadanía, sobre todo a las clases humildes. Yo creo que pronto, muchos de los que no le votaron, volverán a apoyarle.

Si el déficit actual es del 8,9% del PIB y hay que reducirlo, en su mayor parte, recortando gasto público, parece lógico pensar que, debido a esos recortes, se destruirá un porcentaje similar de los empleos del país. Eso equivale a una destrucción adicional de un millón y medio de puestos de trabajo (que se dice pronto, pero, sumado a los 2,5 ya destruidos, es una auténtica catástrofe). Por supuesto, no todos ellos serán empleados públicos. Habrá abundantes despidos en empresas privadas que facturan a las administraciones. Además, la mayoría de los que pierdan su empleo pasarán a cobrar el paro, por lo que, durante una buena temporada, seguirán costando dinero a las arcas públicas, y mucho del ahorro no se notará hasta un año o dos después de los despidos. El menor consumo de todos los que pierdan su empleo implicará que otras muchas empresas cerrarán o despedirán trabajadores. Aunque ese proceso es más lento y más difícil de estimar, todo indica que se producirá. Como aspecto positivo, no hay que olvidar que la gente que necesita dinero, termina buscándose la vida para salir adelante, y, como muchos de los que ya perdieron el trabajo han agotado su prestación por desempleo, su iniciativa y la aceptación de peores condiciones laborales por parte de muchos de ellos irá haciendo surgir nuevas fuentes de empleo, y compensando parte de esta pérdida. Sin embargo, parece difícil que lo haga a velocidad suficiente y, como los sueldos serán más bajos, los impuestos recaudados serán menores, y el agujero de la Seguridad Social creciente.

Para quien no se haya enterado, la Seguridad Social, con el nivel de empleo actual, ya tiene déficit, que, por imperativo legal, debe ser cubierto con cargo al presupuesto público. En Marzo de este año se hizo la primera aportación, de casi 1.100 millones de euros, algo que, a partir de ahora, será habitual mes tras mes. Si se destruyera un millón y medio de empleos, el déficit de la Seguridad Social sería inmenso, y la aportación de dinero público que se necesitaría sería de tal envergadura que el objetivo de déficit público no se cumpliría ni de lejos.

Y eso conduciría al rescate, que, en contra de lo que muchos piensan, no será positivo, como expliqué en el post anterior, sino que será como un elefante entrando en una cacharrería. Es cierto que nuestros políticos son malos a rabiar, que PP y PSOE están aferrados al poder, y parece que la única solución para que no sigan cometiendo desmanes es que un "poder superior" nos libre de ellos. Por eso entiendo que muchos ciudadanos anhelen que ese poder superior entre en escena. Lamento ser tan agorero, pero ese "poder superior" no sirve a los intereses de la ciudadanía (mucho menos a la española), sino a otros intereses distintos. Es cierto que muchos españoles ya han sufrido mucho, pero, seamos realistas, todas las economías modernas son ficticias en un alto porcentaje (incluso la alemana y la americana, que aquí no se salva nadie) y la nuestra lo es casi por completo, así que las cosas podrían ponerse mucho más feas, mucho más de lo que imaginamos, y eso parece que hay gente que no lo entiende. Yo creo que no será para tanto, porque soluciones hay muchas, y a nadie le interesa que el sistema económico se hunda (tal vez a China, Irán, Venezuela,... pero ellos también pagarían un alto precio, al menos a corto plazo). Lo previsible es que, tras hacernos pasar miedo, convencernos de que somos unos holgazanes y unos derrochadores, y dejar a una parte de la ciudadania arruinada, nos manden una solución (puede que un tanto ficticia, pero así lleva funcionando el mundo occidental desde hace ochenta años, y sigue en marcha, y cada vez con más fuerza). También es posible que, ante las presiones de los enemigos del Imperio (especialmente China), "los de arriba" hayan deducido que la posición dominante de occidente corre un serio peligro, y hay que acelerar el ritmo para seguir en cabeza. Y, la mejor forma de acelerar el ritmo del pelotón, es expulsar a los más lentos. Grecia se lleva el primer puesto, pero nosotros no estamos muy lejos. Como nos echen del club, sí que será bastante feo. Pero yo no creo que ocurra, a pesar de lo holgazanes y derrochadores que somos. Por suerte, España está incluida dentro del potente escudo anti misiles que protegerá a occidente de sus malvados enemigos en la época de tensiones geopolíticas que se avecina. Y, si nos han dejado dentro, será porque no piensan "darnos la patada" el año que viene.

 

Viendo lo urgente de la situación, y lo que tarda cada medida en surtir efecto, sólo se me ocurren tres cosas que podrían evitar el hundimiento del mercado laboral español, con los otros efectos que acarrearía, es decir, fuerte déficit en la SS, hundimiento del PIB, menor recaudación impositiva, déficit público que no disminuye a pesar de los recortes, y nos colocaría en una espiral descendente que podría costarnos un 30% del PIB pocos años. Esas tres cosas son:

- Un plan de inversiones promovido por la UE (ya se ha hablado de utilizar al Banco Europeo de Inversiones para esta labor). Si la economía se recuperase, se recaudarían más impuestos y los recortes no deberían ser tan pronunciados.

- Inversión privada, ya sea extranjera o española. Sin embargo, nuestro nivel de deuda privada limita mucho la posibilidad de salir adelante por nuestros propios medios (aunque los bancos abran el grifo, su situación es tan delicada y las deudas de particulares y empresas tan altas, que no parece posible mucho más endeudamiento), así que, dependemos más que nunca del capital exterior. Hay diferentes formas de atraerlo, y me temo que hará falta usar todas ellas, incluso más, así que, ¡Ánimo, señores políticos!, echen imaginación al asunto, que nos va el estado del bienestar en ello.

- Inciativa privada, por parte de muchos pequeños emprendedores que se lanzan a crear multitud de nuevas PYMES, arriesgando su patrimonio y esforzándose por sacar sus negocios adelante. Sin embargo, la cultura emprendedora de nuestro país es limitada, y, desde los tiempos de Felipe González, se ha hecho lo posible por frenarla, así que parece difícil que las cosas cambien de un día para otro. Es muy difícil que con esta vía se logre compensar los empleos que van a perderse a corto plazo. A largo, en cambio, es la mejor solución. Tendremos que cambiar la mentalidad, porque el puesto de trabajo para toda la vida es algo que ha pasado a la historia. Los puestos fijos bien remunerados que se están destruyendo no serán reemplazados por otros similares, sino por empleos temporales y peor pagados. Esto lleva ocurriendo en EEUU y UK desde los años 80, y en Alemania desde hace más de una década, con los famosos minijobs. Aquí vamos con retraso, pero todo indica que seguiremos ese camino. Si se da un buen impulso desde el gobierno, podría aprovecharse ese cambio de mentalidad para que surgieran muchos nuevos emprendedores en nuestro país.

Luego están las inyecciones del BCE para mantener a flote a los bancos y que los gobiernos pueden seguir colocando abundante deuda con la que financiar sus déficits, pero eso no son soluciones, es únicamente comprar tiempo, y ya han comprado tres años, así que no dará mucho más de sí.

 

De las tres soluciones, la primera es la más probable, viendo las declaraciones de las últimas semanas, que apuntan en esa dirección. Pero, aunque se haga, tardaría en anunciarse un tiempo, porque Alemania y los países ahorradores se niegan (aclararé eso en otro post). Y, una vez anunciada, tardaría en ejecutarse y producir efectos, así que parece difícil que vaya a comenzar a sacarnos del aprieto antes de finales de 2013 (eso siendo optimistas). Y, par esa fecha, podemos estar ya bastante mal.

La segunda, no parece que esté en marcha de momento, con tanto capital saliendo de nuestro país. Su principal exponente, las famosas Eurovegas, no veo nada claro que vayan a hacerse. Yo no termino de ver el sentido económico a la inversión, porque ese tipo de ocio no es atractivo para la población española y tampoco veo que haya millonarios suficientes por estos contornos para llenar un complejo de ese tamaño. El ocio de estilo Las Vegas es algo bastante sórdido, que triunfa en USA porque los americanos son como son, pero el europeo medio, más equilibrado mentalmente y con otro tipo de inquietudes, no parece que vaya a perder la cabeza para dejarse su dinero en locos fines de semana de Black Jack y ruleta. Por eso me temo que, lo más probable, es que nunca llegue a hacerse, y simplemente se esté utilizando la idea, por parte de los capitales norteamericanos, para sondear al gobierno, y ver hasta que punto está dispuesto a modificar las leyes para atraer inversiones extranjeras. El PP parece bien dispuesto, así que lo normal es que, aprovechando la desesperada situación del país (que lo será mucho más dentro de poco), los americanos pidan y pidan, para ver si pueden dejar a España convertida en el prostíbulo de Europa, confirmando así nuestro papel como "camareros" de la UE. Los capitales internacionales son muy listos. Invertir ahora en nuestro país sería como comprar acciones de una empresa que está a punto de suspender pagos. Lo más probable es que esperen a que estemos más desesperados. Así podrán comprar más por menos dinero, y exigir al gobierno todo tipo de ventajas, subvenciones, exenciones fiscales, modificaciones legislativas,... No hay que olvidar que las empresas norteamericanas suelen unirse para negociar con gobiernos extranjeros, y hacer uso de sus agentes en Washington para que la diplomacia USA también presione a su favor. No me extrañaría que lo de Eurovegas sea un simple "globo sonda", para orientarse sobre cuanto pueden sacar al gobierno cuando llegue el momento adecuado.

Así que, tampoco parece que esto nos vaya a sacar de nada a corto plazo.

Y, sobre la tercera, es raro que el emprendimiento, por sí solo, haga crecer la economía más de un 3 o un 4% anual, y tenemos asegurada una contracción mayor con los recortes de gasto público, al menos durante dos o tres años. Así que, en el mejor de los casos, sólo compensará parte del efecto de los recortes de gasto público. Si se fomenta con nuevas leyes (no con las estupideces que se han aprobado hasta ahora, sino con medidas que de verdad puedan animar a alguien a montar una empresa) podría ayudar, pero no creo que, sin las otras dos, vaya a sacarnos de ésta, al menos en poco tiempo.

Como el panorama está feo, necesitaremos de las tres, cuanto más mejor, y como no se ve que ninguna de estas vías esté ahora en el horizonte cercano me temo que, en cuanto se note el efecto de los recortes, la situación se pondrá tan fea que el gobierno tendrá que hacer todo lo que ha barajado, y mucho más, para lograr contener el déficit, en medio de la espiral de contracción económica en la que estamos entrando.

Así, es muy probable que, dentro de poco, veamos el IVA en el 23%, las gasolinas 20 céntimos más caras y todo tipo de subidas de impuestos, junto con la aparición de otros nuevos. Los recortes de gasto apenas han comenzado, así que también veremos que se anuncian muchos más de los que nos imaginamos.

La parte buena es que, muy posiblemente, la crisis servirá para corregir multitud de ineficiencias y reformar muchas cosas malas de nuestro país, como el sistema educativo, que según la OCDE es uno de los más ineficientes del mundo desarrollado: gastamos como los que más, pero nuestros jóvenes terminan con un nivel formativo de los más bajos. Sin embargo, este tipo de medidas, si bien son necesarias, no nos pueden sacar de este aprieto. ¿Cuantos años tarda en notarse en la economía los efectos de una reforma educativa? ¿Cinco años?¿Diez? Y ahora se nos quema la casa. Necesitamos un potente chorro de agua, no hacer planes sobre como deberíamos haber pintado las paredes con pintura ignífuga.

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  1. Top 100
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    10/06/12 04:08

    Los recortes de gasto público que provoquen desempleo (pues hay algunos que no lo causan, cuando recortas gastos y beneficios a aquellos que ya viven bien, gastos suntuarios de altos funcionarios), vendrán a reducir los ingresos fiscales del gobierno. La dinámica es simple. Despides personas en el gobierno, y así hay menos clientes en el mercado y más gente en paro, y a las empresas les cuesta más vender por lo que recortan personal y hay más gente en paro. Como las personas y las empresas son los contribuyentes, al ganar menos las empresas y pasar de tener empleo a tener paro las personas, entonces hay menos contribuyentes y pagan menos y se reduce el ingreso del gobierno. Lo que se puede esperar del recorte de gastos es una recesión.

    Estos posts amplían algunos conceptos.

    Entendiendo la economia de un país en forma simple
    https://www.rankia.com/blog/comstar/545959-entendiendo-economia-pais-forma-simple

    ¿Por qué el gobierno no funciona como si fuese una familia o una empresa?
    https://www.rankia.com/blog/comstar/1237321-por-que-gobierno-no-funciona-como-si-fuese-familia-empresa

    Capitalismo y socialismo, ¿son lo mismo?
    https://www.rankia.com/blog/comstar/1256517-capitalismo-socialismo-son-mismo