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Invertir en bolsa a través de corporaciones

En el artículo anterior veíamos como Warren Buffet ha batido sobradamente, tanto a largo plazo como en la última década, a sus índices de referencia.

El inversor que desee aprovecharse de la rentabilidad conseguida por la Bolsa, puede colocar su dinero a través de diferentes alternativas.

Existen miles de fondos de inversión de renta variable, en los que el dinero quedará bien diversificado y el gestor procurará aprovechar las oportunidades existentes en cada momento para obtener una rentabilidad interesante a largo plazo. Eso, al menos, suelen decir las entidades que comercializan este tipo de fondos: “Gestión profesional al alcance de cualquier inversor”.

Pero, digan lo que digan las entidades financieras, un 80% de los fondos de inversión no baten a su índice de referencia. El comportamiento del mercado es difícil de predecir, ni para el aficionado ni para el profesional, y no deja de dar sorpresas a todo el que opera en él.

Otra posibilidad, para el sufrido inversor, es invertir en el índice. Así superaremos a 4 de cada 5 gestores profesionales . Para eso, lo más cómodo es elegir un fondo que replique el comportamiento del índice elegido, o bien un ETF. Debemos vigilar, eso sí, hasta que punto se replica el índice con exactitud, y que comisiones cargarán a nuestra inversión. En el caso de los fondos es más sencillo de comprobar, ya que normalmente todo se reduce a una comisión de gestión y otra de depósito, expresadas ambas en porcentaje sobre el patrimonio. En los ETF, debemos considerar la comisión de compra-venta y el resto de los gastos que aplique nuestro intermediario, la comisión de gestión del propio ETF y la horquilla de precios a la que deberemos hacer frente al a hora de comprar o vender.

En este artículo, vamos a contemplar otra alternativa, al alcance de cualquiera, para invertir en bolsa a largo plazo. En la bolsa española cotizan algunas empresas que se dedican únicamente a invertir su patrimonio en otras empresas, normalmente tomando grandes participaciones y entrando en el consejo de administración, o bien supervisando a los gestores muy de cerca, procurando velar siempre por la inversión que han realizado.

En el Mercado Continuo español cotizan tres sociedades de este tipo: Criteria, Alba y Dinamia. Las dos primeras son corporaciones financieras y la tercera es una sociedad de capital riesgo pero, dejando a un lado diferencias formales, todas persiguen lo mismo: obtener una buena rentabilidad para su patrimonio tomando participaciones en el capital de otras empresas.

Criteria y Alba tienen sus participaciones más importantes en empresas cotizadas, aunque también poseen algunas que no cotizan en ningún mercado. En el caso de Dinamia, su capital está invertido por completo en empresas no cotizadas. Sin entrar en demasiados detalles, podemos decir que esta sociedad se centra en comprar empresas que pasan por dificultades económicas, para intentar reflotarlas y venderlas posteriormente, ya sea porque el intento ha tenido éxito (con lo que la plusvalía puede ser interesante) o bien ha fracasado, sufriendo normalmente pérdidas si esto ocurre. También participa en el capital de empresas que están comenzando y necesitan inversores dispuestos a asumir el riesgo, o de otras que necesitan fondos para acometer una expansión importante.

Las ventajas, frente a un fondo de inversión, son que ninguna de estas empresas debe respetar límites en la distribución de su cartera de inversiones (un fondo de inversión español, de renta variable y que no replique a un índice, por imperativo legal, debe tener su patrimonio repartido entre un mínimo de 16 valores, sin poder destinar a ninguno de ellos más del 10% de su patrimonio). Además, estas empresas, puede participar en el consejo de administración de la sociedad, cosa que los fondos de inversión, al menos en España, no pueden hacer. Su principal inconveniente es que el tratamiento fiscal es menos favorable que el de los fondos, efecto que procuran paliar aprovechando, si pueden, las deducciones que el impuesto de sociedades permite en cada momento.

Cada una de estas tres empresas tiene su propia situación particular. Los principales accionistas de Dinamia son varios inversores, con participaciones de entre el 5 y el 10%, y está gestionada por NMAS1, una sociedad gestora que no tiene participación accionarial en la compañía.

En el caso de Corporación Financiera Alba, sus principales accionistas son la familia March, que controla más de un 65% de la sociedad. Y, en Criteria, es La Caixa quien ostenta la propiedad del 80% de las acciones.

Para comprobar si la inversión a largo plazo en este tipo de empresas es interesante, olvidaremos los argumentos teóricos y nos centraremos en los datos. Y no hay mejor dato que el comportamiento bursátil que, aunque a corto plazo tiende a ser impredecible, a largo siempre termina por acercarse al valor real de la empresa cotizada.

En el caso de Criteria, como lleva poco cotizando, no hay datos suficientes para saber hasta que punto sus gestores logran una rentabilidad interesantes a largo plazo, pero, en los otros dos casos, podemos comparar la evolución bursátil con el comportamiento del índice.

En el gráfico siguiente puede verse la comparación.



Desde el 31 de diciembre de 1997 hasta el 20 de marzo de 2008, algo más de 10 años, cien euros invertidos en el Ibex 35 se habrían convertido en 178, mientras que en Dinamia se habían transformado en 232 y en Alba en 252, es decir, un beneficio de 78 euros en el Ibex, frente a 132 en Dinamia y 152 en Alba.

Según este cálculo, parece que invertir nuestro dinero en estas empresas puede resultar interesante a largo plazo.

Con estos datos, para los últimos 10 años, la rentabilidad anualizada del Ibex 35 ha sido de un 5,8%, mientras que la de Dinamia ha sido de un 8,6% y la de Alba de un 9,5%.

Pero, para no mostrar conclusiones equivocadas, hay que tener en cuenta algunos detalles:

* El IBEX 35 no tiene en cuenta los dividendos, mientras que, para construir estos gráficos se han usado datos exportados desde un programa de gráficos, donde, al estar corregidos los dividendos, se tiene en cuenta el rendimiento total (dividendos + revalorización). Si hubiéramos invertido nuestro dinero en acciones que replicaran al índice, habríamos recibido dividendos, con lo que la distancia habría sido menor. Si, por ejemplo, consideramos unos dividendos medios del 2,5% anual, la rentabilidad del Ibex aumentaría hasta el 8,3%, acercándose mucho al 8,6% de Dinamia y recortando la diferencia bastante con el 9,5% de Alba. En todos los casos, habría que tener en cuenta comisiones de mantenimiento, compra-venta, comisión de gestión si se invierte en el Ibex a través de un fondo, etc. Nunca hay que despreciar las comisiones, ya que unas décimas de punto al año, a largo plazo provocan diferencias abismales en el beneficio obtenido.

* La volatilidad de estas cotizaciones es mayor que la del índice por lo que, aunque a largo plazo podamos obtener rentabilidades más interesantes, también debemos tener en cuenta que, por el camino, sufriremos altibajos importantes.

* Dinamia salió a bolsa en diciembre del 97, y en los dos años siguientes perdió la mitad de su valor en bolsa. Esto distorsiona este análisis, ya que es normal, cuando una empresa sale a bolsa, que los que la venden procuren obtener un precio lo más alto posible. Para ello no dudan en hinchar valoraciones y expectativas de beneficio y, en muchos casos, el pequeño inversor que acude a la OPV paga más de lo que debería, y la cotización no tarda en verse gravemente resentida durante algún tiempo. Si, por ejemplo, comparamos las rentabilidades desde finales del año 2000, cuando la cotización de Dinamia ya parecía estabilizada, tras la brusca caída inicial y la fuerte recuperación de comienzos de ese año, el resultado cambia notablemente. Desde ese momento hasta ahora (algo más de 7 años), Dinamia es la clara vencedora, como puede verse en el gráfico.



En este caso, la rentabilidad anualizada es de un 11,8% para Dinamia, frente a un 4,9% para Alba y un 3,5% para El Ibex.

Como conclusión, podemos afirmar que invertir en estar empresas a largo plazo no es una mala alternativa, porque parecen superar al promedio del mercado. Sin embargo, debemos ser cuidadosos y respetar ciertos aspectos:

Huir de las OPV, salvo que podamos contrastar que la acción sale al mercado a un precio interesante. Si no podemos asegurarlo, mejor esperar un par de años para entrar en el valor.

No comprar cuando la empresa esté de moda por algún motivo, ya que, probablemente sus acciones estén cotizado por encima de su valor real y eso nos penalice a largo plazo. La gestión a largo plazo es un proceso continuo, mientras que la cotización siempre es inestable. El mejor momento para comprar una empresa de este tipo es cuando nadie habla de ella, y su cotización lleva una temporada comportándose peor que el índice.

• No olvidar que, al comprar una acción de estas empresas, lo que estamos comprando son las participaciones que posee. Por eso, debemos tratar de averiguar cuanto valen realmente las participaciones poseídas por la empresa que queremos comprar.

Con estas conclusiones, el artículo deja en el tintero una cuestión nada irrelevante para el inversor: ¿Es buen momento para comprar acciones de Alba, Dinamia o Criteria?
Lo analizaremos en uno de los siguientes post.
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  1. #3
    28/03/08 00:49

    Tienes razón, Kretan, perdón por el lapsus. Era parte de la filosofía de inversión de Dinamia invertir en compaías no cotizadas, por eso lo decía. Tiene acciones de GALQ (aunque ya las ha vendido casi todas, o puede que todas) porque ya las tenía cuando la empresa aún no cotizaba, de hecho, salió a cotizar, en parte, para que Dinamia pudiera vender su participación. En cuando a NEA ha sido, creo, la primera vez que compra acciones en el mercado de una empresa cotizada. Tiene una participación importante y es una empresa pequeña que cerró 2004, 2005 y 2006 con pérdidas, por lo que encaja mucho con su filosofía de inversión.
    De compañias como Alba y Criteria me gusta seguir el descuento con el que cotizan respecto a su NAV, y aprovechar momentos con mayor descuento del habitual para entrar. A ver si preparo un post sobre eso.
    Efectivamente, los hedge funds no tienen límites para componer su cartera, pueden endeudarse y también invertir en valores no cotizados. Esas son las diferencias básicas con una IIC (fondo o SICAV)

  2. #2
    Anonimo
    27/03/08 10:23

    Artículo muy interesante.
    Una pregunta:una de las diferencias entre los hedge founds y los fondos de inversión normales es la obligación de estos últimos a tener en su cartera un mínimo de 16 valores, y además no tienen la posibilidad de apalancamiento. Es cierto verdad?
    Bestinver uno de los mejores fondos de inversión españoles tiene en su cartera a corporación alba y critera.
    Un saludo y gracias.
    Adramix

  3. Top 100
    #1
    26/03/08 14:49

    Dinamia tiene participaciones en cotizadas, como poco en NEA y no se si le queda algo de GALQ por lo demás de acuerdo. De los tres valores el que más me gusta es DINAMIA pues es la unica manera para el peque de invertir en capital riesgo. Respecto a CRI cualquier inversor puede replicar al menos (A ojo) el 80% de CRI comprando los valores que tieenn y además así nos libramos de mucha morralla que metió la Caixa en CRI. Respecto a ALB nunca la seguí y no tengo opinión de ella.

    s2 y suerte con el blog!