Pero, ¿en que medida la bolsa se comporta mejor unos meses que otros?
Después de haber visto en artículos anteriores como afecta el día de la semana y el ciclo lunar a los mercados, en este estudio veremos como afecta la época del año al comportamiento de la bolsa.
El primer cálculo será para el Ibex 35, entre el año 1990 y el momento actual, más de 18 años. En el gráfico siguiente puede verse el resultado de los cálculos:
Pero, ¿es una casualidad haber obtenido estos resultados?¿Ocurre lo mismo en otros mercados y en otros periodos? Vamos a tratar de adivinarlo.
El siguiente cálculo será para un índice más antiguo y para un periodo más amplio.
El Dow Jones, en los últmos 108 años, no ha tenido un comportamiento tan predecible. Si Septiembre ha resultado ser un mes pésimo, no ocurre lo mismo con julio y agosto, que han sido mejores que la media. Esto nos muestra que la conclusión anterior no es universalmente válida. Vamos a tratar de profundizar un poco más, dividiendo este amplio periodo en cuatro etapas más cortas, para ver como han ido evolucionando las costumbres de la bolsa durante el siglo pasado.
Dividir el periodo en cuatro partes nos muestra que el verano, o mejor, los meses de agosto y septiembre comienzan a ser malos a partir de 1950. Antes de esa fecha, agosto era un mes magnífico para invertir. También se nota que en la primera mitad del siglo la temporada otoño-invierno no era mejor que el resto, mientras que, en la segunda mitad del siglo, esta temporada (especialmente de noviembre a enero) comienza a ser el mejor trimestre del año.
¿Se pueden aplicar las pautas estacionales para obtener beneficio en bolsa?
Viendo estos gráficos, parece que deberíamos ser prudentes en su aplicación. En los últimos años el verano ha tendido a ser malo y los primeros y últimos meses del año buenos, pero analizar periodos largos nos hace darnos cuenta de que ninguna pauta es estable en el tiempo. Las costumbres de los mercados cambian y probablemente lo que hubiera funcionado bien en los últimos 18 años no funcionará igual en los 18 siguientes. Las costumbres de los inversores se modifican continuamente, y el comportamiento del mercado también. A pesar de la probabilidad estadística, cualquier año puede desviarse bastante del comportamiento promedio y tampoco podemos asegurar que, siendo constantes en el sistema, vayamos a conseguir buenos resultados, porque tal vez el comportamiento del mercado cambie en el futuro.
Unas conclusiones un poco ambiguas (como la mayoría de las que se obtienen con cálculos estadísticos), pero al menos la duda nos evitará embarcarnos en la aplicación ciega de un sistema, optimizado para el pasado, que tal vez no vaya bien en el futuro. Como dijo algún sabio, más vale vivir con una duda que con un mal axioma.