Muchos han dicho que los QE (es decir, la inyección de casi un billón y medio de nuevos dólares en la economía) provocaría una elevada inflación. Incluso se ha comentado que esa era una de las razones principales de la FED para inyectar todo ese dinero, ya que, con una inflación elevada, se lograría reducir el valor real de las elevadas deudas que tienen los ciudadanos de aquel país.
Sin embargo, ha habido otros muchos motivos para esas inyecciones, como adquirir deuda hipotecaria (a la que desde hace algún tiempo se llama "activos tóxicos") que estaba generando un agujero enorme en los balances bancarios, tratar de reactivar la economía para crear empleo, mantener altas las cotizaciones de las bolsas para reactivar el consumo mediante el "efecto riqueza" provocado en los ciudadanos, mantener bajos los tipos de interés a medio y largo plazo (al comprar deuda pública con el dinero inyectado), beneficiar sus exportaciones provocando una caída del dólar y mejorar la demanda de su cada vez más elevada deuda pública, ante el temor de que otros inversores no quisieran comprarla y su precio se desplomara.
La inflación provocada por imprimir nuevos billetes es una especie de monstruo incontrolable, porque, aunque puede tardar algún tiempo en aparecer, cuando la moneda empieza a depreciarse, lo hace a una velocidad cada vez más rápida, provocando una espiral inflacionista que puede hacer que los precios lleguen a crecer a precios superiores al 1000% anual. Ha ocurrido muchas veces a lo largo de la historia, tal vez el caso más reciente sea Zimbawe. En la foto puede verse a un niño zimbawes que va a comprar el pan con un montón de billetes, que, debido a la elevada inflación, apenas valen más que el papel en el que están impresos.
Aunque Zimbawe no tiene nada que ver con EEUU, esto de la hiperinflación aparece en todos los manuales de Teoría Económica, así que, los que lo hemos estudiado en la universidad, sin saber bien porqué, tendemos a creérnoslo. Por eso, cuando algún brillante cerebro dijo que lo mejor que podía hacer EEUU para superar la crisis era imprimir billetes en grandes cantidades, muchos se echaron las manos a la cabeza y aseguraron que la hiperinflación no tardaría en aparecer. Personalmente creo que la economía es una ciencia en pañales, las teorías económicas son más creencias filosóficas que otra cosa y, para que esta ciencia se desarrolle, habría que reescribir todos los manuales cada 10 o 15 años con los nuevas experiencias recogidas, así una y otra vez hasta que cualquier economista sea capaz de predecir lo que va a ocurrir a continuación, de la misma forma en la que un físico predice lo que va a ocurrir al realizar un experimento. Para eso faltan aún varios siglos, así que un economista de hoy es como un médico de la edad media, que juega con las herramientas de las que dispone porque alguien ha visto alguna vez que provocaban cierto efecto, pero no siempre pasa, y a veces, con las medicinas aplicadas, se estropea más de lo que se lo logra arreglar.
En cualquier caso, mirar como evoluciona la inflación en USA tiene actualmente bastante morbo, anque sólo sea para ver si esa anunciada inflación comienza a aparecer o no. Además, interesa estar atentos porque, cuando comience, será un aviso de que los QE van a terminar, de que la FED no tardará en subir tipos y, probablemente, de que los complacientes tiempos que han vivido los mercados durante el último año y medio tocan a su fin, y comienza una nueva etapa.
En enero, el índice de precios ha subido un 0,4%, lo que deja la inflación anual en el 1,6%. No es demasiado, al menos de momento.
En el siguiente gráfico vemos el peso de cada componente en el índice y lo que ha subido en este mes, tanto ajustado estacionalmente como sin ajustar. Así, vemos que lo que ha provocado la subida de enero ha sido la energía y el transporte, mientras que el resto de los componentes están bastante moderados.
En el siguiente vemos la evolución de la inflación, mes a mes, durante los últimos 13 meses.
Se nota una subida apreciable desde la mitad del año, aunque no debemos olvidar que los alimentos (maíz, trigo, etc.) comenzaron su espectacular subida en julio. En el siguiente gráfico puede verse la evolución del petróleo y el maíz durante los últimos dos años. El petróleo debería haber afectado más en los primeros meses de 2001, ya que su subida respecto al año anterior era mayor, mientras que, en los alimentos, la presión inflacionista comienza a medidados de año. Trigo, soja y los otros productos agrícolas han seguido una evolución muy similar a la del maíz, así que, aunque simplifique las cosas, nos sirve para hacernos una idea.
En el siguiente gráfico puede verse la inflación subyacente (Core CPI), que no tiene en cuenta los alimentos ni la energía.
Puede verse que, aunque ha repuntado un poco en los últimos meses, está en mínimos de los últimos 20 años. La inflación subyacente ha estado siempre muy relacionada con las subidas de salarios. Los precios de la energía y de los alimentos, en cambio, tienen poco que ver con los sueldos, ya que dependen de otros muchos factores, normalmente ajenos a la economía del país. Así, se nota que el elevado desempleo ha llevado a esta inflación a niveles mínimos. Además, se aprecia una tendencia decreciente durante los últimos 20 años, sin duda influida por la entrada en el mercado de productos asiáticos, que van empujando a la baja año tras año los precios de muchos artículos.
En el siguiente gráfico se compara la tasa de desempleo con la inflación subyacente, durante los últimos 50 años.
Mirando el gráfico con un poco de atención se ve que la relación entre una y otra variable ha experimentado un cambio importante. Más o menos hasta 1983 ocurría que, un tiempo después de que la tasa de desempleo comenzara a caer, la inflación subyacente comenzaba a subir (cuando la mayoría de la gente tiene trabajo, es normal que los sueldos suban). Y, cuando la tasa de desempleo crecía, un tiempo después, la inflación subyacente se moderaba. A partir de 1983 esta relación se da de forma cada vez menos acusada. Desde entonces, la inflación subyacente cae cuando el desempleo sube, pero, a veces, también cae cuando el desemplo baja. Esto es efecto, en buena medida, de la deslocalización de empleos (imagino que también de la aparición de la informática e internet, que logran mejoras continuas de la productividad de muchos trabajadores). Esto nos está indicando un fenómeno nuevo, que no había pasado nunca antes. Los precios (y los salarios medios) suben poco incluso cuando la economía está recalentada, porque existe la presión continua de trasladar fábricas y oficinas a países con mano de obra más barata y también de sustituir trabajadores por máquinas y por programas informáticos.
Así que, de momento, parece que la inflación en USA sólo se ve impulsada por energía y alimentos, y no parece que haya fuentes de inflación por ningún otro sitio. Así que la impresión masiva de billetes, de momento, no está dejando notar los preversos efectos que predicen los libros de teoría económica. Esto parece normal, porque, de momento, poco de ese dinero ha llegado a la economía real. Sí que ha llegado a los mercados financieros, y ha provocado subidas importantes en las bolsas, países emergentes, oro,... ¿La subida en las materias primas se debe a las inyecciones de la FED o al exceso de demanda sobre la oferta? Es difícil saberlo, pero seguro que, en cierta medida, ha afectado.
¿Podría decidirse la política de la FED en función de la evolución de las cotizaciones del petróleo y de los productos agrícolas? Puede ser que sí, al menos que influya en cierta medida.