Acabo de volver de un viaje de dos semanas por los citados países, ambos muy interesantes desde un punto de vista histórico-cultural-gastronómico, pero económicamente países bastante mediocres.
Cincuenta años de comunismo pesan mucho, sobretodo en Bulgaria, país históricamente muy pro ruso y donde la herencia comunista sigue pesando mucho en la mentalidad de la gente.
Rumanía sí ha pasado página del comunismo, se ve un país más dinámico, más abierto, pero todavía sigue estando muy lejos económica y socialmente de la Europa occidental.
Ambos países son también profundamente corruptos y no parece que hagan demasiado para solucionar el problema.
Si tienes un mínimo de olfato no hace falta documentarse mucho para sorprenderte que estos dos países hayan entrado en la UE, y me extrañaría muchísimo que a 20 años vista adoptaran el euro.
Siglos de dominio otomano primero, sobretodo en Bulgaria, y medio siglo de dominio comunista después, no son tan fáciles de borrar.