Un destacado lector del blog me ha pasado por escrito la conversación que tuvo ayer mismo con el letrado de un banco que tiene una hipoteca anterior al embargo que él mismo tiene sobre el mismo inmueble.
Es decir, por ejemplo, el banco tiene la hipoteca 1ª y él tiene el embargo A.
La conversación original se desarrolló en catalán pero ha tenido la amabilidad de traducirla.
ring, ring
Letrado del banco: Con D. Aleix por favor
Si, yo mismo
Letrado del banco: le llamo desde la Assesoria Jurídica de Caixa Carotas
Yo: bien, buenos días, que se le ofrece
Letrado del banco: si mire tenemos un cliente común, D. Fulano de Tal, que tiene una hipoteca con nosotros que grava su vivienda, sobre la que ustedes tienen un embargo posterior
Yo: si, sé de lo que habla porque, la verdad es que embargos por deudas tenemos pocos, no porque no tengamos morosidad, pero como usted se puede imaginar, no es fácil conseguir un embargo de una mínima calidad. Disculpe un momento que pido la carpeta. Carmen, por favor me das la carpeta del Sr. Fulano de Tal
Obviamente la conversación no es literal, pero más o menos se desarrolló así:
Letrado del banco: Si no estamos en un error la deuda por principal es de 2.800 euros más gastos y costas ¿cierto?
Yo: Si, efectivamente. Pero para calcular los gastos finales necesitamos unos días porque hace muy poco que hemos renovado la inscripción de embargo y debemos “ajustar” tanto los gastos como los intereses que nos otorgó el fallo judicial del monitorio.
Letrado del banco: No se preocupe, no hace falta porque el Sr. Fulano de Tal está pasando dificultades y ahora no puede atender a este pago.
Que raro, ¿entonces para que llaman? La deuda es muy antigua. De hecho empezó siendo en pesetas, es decir, de antes del uno de enero de 2002. Incluso hemos tenido que renovar dos veces el embargo.
Continuamos:
Yo, alucinando en colores: No, escuche, Sr. letrado, ahora somos segunda carga, -por cierto hay una tercera de Pneumaticos SA, supongo que lo sabe- si usted “toca” la hipoteca, se arriesga a ir como tercero, nosotros pasaremos a primeros, y Pneumaticos SA quedará segunda. Así son las cosas.
Letrado del banco: Esto no tiene porque ser así. Al no cancelar la hipoteca, solo novarla, no es seguro que el Registrador cambie el rango de nuestra hipoteca.
Yo: Es posible, sin embargo el riesgo es suyo. Si tan claro lo tiene ¿Por qué me llama?
Letrado del banco: Ya, ya, pero en el improbable caso de que el Registrador no lo considerase así, nos veríamos en necesidad de recursos, para que al final se nos diera la razón, eso téngalo por seguro. Entonces usted no perdería nada aceptando lo que le propongo. Seguirá siendo segundo como hasta ahora. Y no se preocupe por la escritura de aceptación del rango, nosotros pagamos los gastos.
(Jejeje, solo faltaría. Gracias por nada)
Yo: Mire, si quiere “que nos vayamos de la finca”, es muy sencillo, me da su e-mail, le paso el detalle de gastos, me indica la fecha de la firma, calculamos los intereses, ustedes emiten un cheque bancario por el total, y firmamos la renuncia. Si lo prefiere, el notario nos puede asignar un despacho aparte para que no podamos saber lo que pactan ustedes con el cliente. Y el viaje a Barcelona no se lo voy a facturar, es una “atención comercial” a la entidad financiera.
Letrado del banco: Sinceramente Don Aleix, no lo entiendo. Es la primera que me ocurre esto, porque siempre que pido a una persona que mantenga su posición actual, se lo repito, ustedes van a conservar la segunda carga, me responden que no hay problema. Sin embargo usted me sorprende no aceptando algo tan sencillo como eso. De verdad que está usted perjudicando al don Fulano de Tal, pues si nosotros no le refinanciamos tal vez lo pase mal, económicamente hablando, él y su familia ¿Lo ha considerado así?
Yo: Es muy fácil si ustedes tienen que refinanciar 120.000 € a pongamos 20 años, refinancien 125 ó 126.000 y, en lugar de a 20, háganlo a 22 años. La cuota seguirá siendo la misma Así nosotros “nos vamos” y les dejamos vía libre.
Letrado del banco: Es que las normas del banco no permiten refinanciar a mayor plazo, no podemos poner más plazo.
Yo: Lo siento, si no quieren cambiar las normas, es su problema. Nuestra oferta es la que le he indicado, arriésguese a que el Registrador los ponga terceros o incluya la deuda en la refinanciación.
Letrado del banco: Le volveré a llamar.
Yo: A su disposición, muy buenos días.
Ahora algunas apreciaciones.
La primera es que este comportamiento de la banca es completamente nuevo. Estos tipos de Caixa Carotas están abriendo camino pero seguro que a la vuelta de unos meses empezamos a ver nuevos ejemplos.
Es increíble el descaro de pedirte algo así como favor personal hacia el deudor, como si fuera obligatorio solidarizarse con un tipo que te debe dinero desde hace un montón de años. No es mucho, entre principal, intereses y costas la cosa debe andar por lo cinco mil pavos, pero son cinco mil pavos que tendría habar pagado hace más de diez años (el muy hijoputa).