Nunca debí interrumpir las vacaciones para llamar al juzgado.
Solo a un tonto de remate se le puede ocurrir llamar a un juzgado estando de vacaciones. Pero, al fin y al cabo, aún quedan tres días de julio y cuando me subí al paraíso asturiano aún quedaban algunas cosillas pendientes, entre otras las novedades que tengo preparadas para septiembre.
En cualquier caso la culpa es del registro de la propiedad, de donde me llamaron ayer con la mala noticia de que rechazaban inscribir el Decreto de Adjudicación y cancelar las cargas registrales porque el juzgado se había vuelto a equivocar en su redacción y no las había enumerado y no sé cuántas cosas más. ¡Maldita sea! tenía que devolver la documentación a ese juzgado de incompetentes y solicitarles que hicieran una adición. Si me confirmaban por teléfono que la harían en el momento aún estaba a tiempo de pedirle a alguien que recogiera los papeles del registro, se los llevara al juzgado y el jueves volviera a recogerlos para devolverlos al registro.
Lo vuelvo a repetir. Solo un pedazo de imbécil puede creer que va a ser capaz de resolver una situación semejante llamando a un juzgado a tres días del parón de agosto. Tendrá suerte si no le salen con alguna novedad que todavía le hunda un poco más y le acabe de arruinar las vacaciones.
Como han hecho conmigo.
Porque esta gentuza del juzgado de Torrejón al que he tenido la desdicha de llamar hoy no solo no van a redactar la adición en un par de días sino que me han dicho que lo que sea que yo quiera, se lo solicite por escrito y con la advertencia de que a estas alturas no tienen la intención de proveer nada hasta el mes de septiembre.
Y no solo eso.
Además han lanzado un torpedo a la línea de flotación de mi equilibrio mental comunicándome que han rechazado mi solicitud de que me entregasen la Posesión, con el peregrino argumento de que, por instrucciones del secretario, en ese juzgado no se atienden las solicitudes de posesión a menos que vayan acompañadas de una nota simple que acredite que se ha pagado el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y se ha inscrito debidamente el título en el registro de la propiedad.
Nuevo secretario nuevas normas.
¿Se puede ser más gilipollas?
Porque sí, efectivamente recuerdo que al principio de mis andanzas en el negocio de las subastas judiciales, a principios de los noventa, aún quedaban algunos juzgados jurásicos anclados en esa anticuada costumbre de que hubiera que inscribir el decreto de adjudicación como requisito previo antes solicitar la posesión judicial. Y también sé que en algunos partidos judiciales de España aún pervive ese arcaísmo.
¿Pero en Madrid? Hace mil años que en la Comunidad de Madrid no se veía una cosa así. Semejante antigualla está desterrada de esas tierras desde el Pleistoceno.
Pero como en los juzgados no impera la Ley sino la dictadura del ordeno y mando, pues eso... ajo y agua.
O sea, que en una misma llamada telefónica me han comunicado que no solo no voy a tener inscrita la adjudicación hasta noviembre sino que la Posesión no podré pedirla hasta entonces. ¡¡Serán cabritos!!
Me han arruinado el verano.
Y lo que voy a hacer ahora mismo va a ser bajarme a la sidrería a zamparme unos huevos con tortos, que estos disgustos me dan mucha hambre.
¿En vuestras localidades también os tocan los huev las narices con estas gilipolleces?