A mí me encanta y disfruto mucho de ella. Además las subastas judiciales siempre hacen fiesta en estas fechas porque los secretarios judiciales evitan señalar subastas entre el 20 de diciembre y el día de Reyes. O sea, que toca reposo, familia y mucha lectura.
Además en estas fechas siempre evito como sea tener lanzamientos, porque no me parece de recibo echar a nadie de su casa en plena Navidad. Jamás lo he hecho ni con mis adquisiciones ni con las adquisiciones de mis clientes, digan estos lo que digan. No pienso presentarme en un domicilio con mi cerrajero y mi camión de mudanzas y poner a una familia en la calle simplemente porque un cliente o yo mismo no queremos esperarnos unas pocas semanas. Ya se que puede parecer poco profesional, pero me da lo mismo, los subasteros somos inversores inmobiliarios y no hijoputas recién salidos de una novela de Dickens.
Por eso quiero animar a los subasteros profesionales que tienen la paciencia de leerme a imitar mi actitud, si es que no lo hacen todavía, evitando los lanzamientos entre el primer domingo de diciembre y el día de Reyes.
Después de estas fechas ya es otro cantar, la vida continúa y, por mucho que corran, las deudas siempre acaban alcanzando a los deudores.