Hoy es un día para marcar en el calendario con letras de oro, porque me he enterado de que entre los planes del Gobierno de España para las nuevas medidas de eficiencia procesal en el servicio público de la Justicia, está incluida una renovación integral del sistema de venta judicial forzosa, es decir, del sistema de subastas.
El mejor regalo de reyes que nos podrían hacer.
Es decir, que las subastas van a cambiar radicalmente, de forma que el legislador va a eliminar de un plumazo la inseguridad jurídica del actual proceso, garantizando la transparencia absoluta en las subastas y entregando los pisos limpios de polvo y paja, sin cargas ni ocupantes, llave en mano y completamente libres de desagradables sorpresas.
Esto significa que a partir de la aprobación de la citada reforma, el procedimiento de la subasta va a ser llevado a cabo por empresas especializadas que van a cobrar un 5% del dinero que se recaude en las subastas y que, por lo tanto, van a tener un especial interés en que todo se lleve a cabo con la máxima transparencia y garantizando en todo momento la seguridad del adjudicatario, de forma que desaparezca la posibilidad de que el comprador meta la pata y en vez de un piso compre un problema.
A partir de que el juzgado resuelva que las propiedades de un deudor deben someterse a una venta judicial forzosa, la empresa especializada va a encargarse de hacer un estudio de todas las cargas registrales que le afectan y de las deudas de IBI y de comunidad pendientes, analizando cuales deben pagarse y cuáles pueden evitarse. Así los postores sabrán en todo momento la situación real de cargas.
Además, antes de la celebración de la subasta, la empresa especializada pedirá y obtendrá del juzgado la posesión del piso, de forma que el adjudicatario reciba las llaves desde el momento en que pague el precio del remate.
Conclusión, muchas personas dejarán de cagarse en los pantalones y acudirán en masa a las subastas y las viviendas terminarían adjudicándose con descuentos de tan solo el diez por ciento, margen más que suficiente para compradores finales que están comprando sin riesgo.
Ya era hora de que un servicio público nos ofreciera excelencia en lugar del despropósito que han venido siendo las subastas hasta ahora.
Y un pequeño consejo para el Gobierno de España, que jubilen forzosamente a tantos jueces y secretarios judiciales incompetentes y ciegos para el interés ciudadano que no se dan cuenta de que hasta ahora no han sido otra cosa que fábricas de subastas sin postores.
Con estos cambios todo el mundo saldrá ganando, excepto yo y el resto de los actuales subasteros, que perderemos el interés por las subastas y tendremos que buscar otro trabajo.
Como he dicho al principio de este artículo, este es el mejor regalo de reyes que nos podía hacer el Gobierno de España. A nosotros y a los deudores, que por fin van a ver sus propiedades vendidas a precios casi de mercado.
Pero aún habrá que esperar porque hoy no es día de Reyes. Todavía faltan unos pocos días para tan señalada fecha. Lo que hoy celebramos son los cientos de vidas inocentes que hace unos dos mil años un canalla Rey Herodes ordenó asesinar en la lejana Judea.
Pobres niños tan inocentes como tú, crédulo lector, si te has creído una sola palabra de este artículo. Porque hace falta ser muy inocente para creer que extremistas como los que apoyan a este gobierno podrían apoyar una reforma tan beneficiosa para todos como la que he descrito.
Algo así no lo verán ni mis nietos.