Decir que Forges es un tío genial es una obviedad. Hoy no me he podido resistir a traerlo aquí porque creo que en este caso ha sabido sintetizar en cuatro frases el debate que tenemos actualmente en España sobre si la responsabilidad de los créditos hipotecarios debe ser una garantía personal que alcance a todo el patrimonio del deudor o si debe alcanzar exclusivamente la garantía real de la propiedad hipotecada.
Modificar la legislación española no tiene por qué significar el colapso del sistema bancario español si no se hace con carácter retroactivo. Para impedir que se incrementase la morosidad de las hipotecas actuales, las cuales además están titulizadas, la reforma legislativa se podría aplicar a partir de ahora para las hipotecas nuevas. Fin de las escusas catástrofista.
Esta reforma, además de producir un sistema hipotecario más justo, también serviría para impedir futuras burbujas inmobiliarias, pues por mucho que a los vendedores de viviendas se les vaya la olla subiendo los precios, si las tasaciones de los bancos no acompañan en esa locura, la burbuja no se producirá, o será más pequeña. Además, a mayor abundamiento, en aras de impedir futuras burbujas, también se podrían limitar por Ley los créditos al 70% de valor de la tasación.
Son tantas las cosas evidentes que podrían hacerse...