No es que haya leído esta entrevista a Mark Mobius y me haya convencido de las bondades que ofrece India para un inversor, es que trabajo a diario con personas de ese país y la entrevista no ha hecho más que confirmar mis impresiones de que India promete. Mientras se aprecia un evidente declive de Europa y EE. UU. a nivel político y económico, existen otras zonas del mundo en plena ebullición. Una de estas es India, que, a diferencia de China, no despierta los recelos de medio mundo.
Nos preguntaremos qué diferencia a China de la India para que la fortaleza de los primeros sea vista por EE. UU. como una amenaza mientras que los segundos tengan más carta blanca al respecto. No es un único factor, si no un cúmulo de circunstancias. En la India prácticamente toda la población habla inglés, idioma que es fomentado y estudiado en las escuelas sin que por ello pierdan un ápice de sus costumbres y tradiciones hindúes, muy importantes para ellos. Esto hace que resulte un país muy cómodo para las empresas del resto del mundo a la hora de entablar relaciones comerciales y externalizar servicios. Por ejemplo, en la multinacional en la que yo trabajo se están adelgazando cada vez más los servicios centrales ubicados en Europa y se están externalizando más y más funciones a la India. Empezaron con el soporte informático (que en un primer momento se había llevado a China), siguieron con la contabilidad y las compras, y desde hace un tiempo detecto que ya no son sólo las tareas de menor valor añadido, sino que también se asignan desarrollos de módulos de SAP, proyectos informáticos, … Por lo que me cuentan ellos mismos, es tal la relación con empresas europeas que hay ciudades donde el atasco es incluso mayor en las horas coincidentes con los horarios de entrada y salida en las oficinas de Europa que en los de las propias empresas de allí, un símbolo más de la gran integración que hay con ellos.
Otro factor muy importante para ser mejor vistos que China es su forma de ser. Son, por lo general, personas abiertas y agradables, encantadas de poder llegar a ser tu amigo, compartir sus costumbres y cultura, y, sobre todo, agradarte. En una formación de nuestra propia compañía sobre la forma de relacionarse en el trabajo con personas de diferentes países, uno de los rasgos más destacables de los trabajadores de la India es que ven la parte humana como algo muy importante en sus vidas, por lo que hacer amigos en el trabajo es una de sus mayores motivaciones. Por eso ninguno de aquellos a los que he preguntado si preferían trabajar en casa o en la oficina (llevan meses teletrabajando por la pandemia) me ha respondido que en casa. Todos están deseando volver a la oficina para tener de nuevo contacto con sus compañeros, y esa forma de ser se aprecia también con los compañeros ubicados en Europa. Aquí, ante la misma pregunta, no tengo tan claro que todos respondiéramos con la misma rotundidad que preferimos la oficina a trabajar desde casa. Además, he de decir que cuando viví en Reino Unido tuve la suerte de hacerme amigo de varias personas de la India y Pakistán, y casi diez años después son de los pocos con los que aún sigo teniendo contacto, porque siguen considerando que si algún día fui su amigo eso no va a cambiar nunca únicamente porque no nos podamos ver. La familia es lo más importante para ellos, pero también la amistad.
Quizá, en el fondo, lo que haga que India sea mejor vista que China en Occidente es que se le considera un país colaborador, mientras que a China se le considera en cierta manera un país “enemigo”, hablando por supuesto en términos económicos. En cualquier caso, ambas naciones nos están dando una lección a todas las demás de formación y cualificación de la mano de obra. Mientras que en Europa y EE. UU. nos hemos quedado estancados en las mieles del pasado, luchando los unos contra los otros por el poder o reivindicando derechos para poder esforzarnos cada vez menos, en China e India no tienen tiempo para esas tonterías y han decidido capacitarse y focalizarse en hablar menos y hacer más. Y pronto, si es que ya no lo son, van a conseguir sobrepasarnos claramente como la mano de obra de mayor cualificación. En el caso de India, hablan idiomas y son tanto o más buenos trabajadores que nosotros por mucho menor coste, y, en cuanto vayan mejorando las infraestructuras de sus ciudades e incrementando sus medios (ahí si que se nota que están creciendo mucho más rápido de la cuenta, por ejemplo, utilizan los últimos avances en software pero la red se les va cada dos por tres por la aún deficiente infraestructura de telecomunicaciones), nos van a alcanzar. Y eso, por mucho que se critique, es el mercado. Igual que las personas cuando vamos a comprar tratamos de elegir el mejor producto al menor coste, las empresas también tratan de elegir el mejor trabajador posible al menor coste. Si este trabajador ofrece lo mismo o más que un trabajador europeo y a un menor coste, ¿por qué no va a optar por ello? He mencionado ya varias veces que si los europeos queremos es seguir cobrando mejores sueldos que ellos, la única forma es ofreciendo un valor añadido superior al que puedan ofrecer ellos, y que las empresas perciban que pagar algo más signifique obtener más. De no ser así, no tenemos absolutamente nada que reivindicar.
Los países y los territorios pueden ser ricos en recursos naturales como el petróleo, el oro, el sol y las buenas playas, el agua o las tierras raras, pero el mejor recurso natural es y será, sin duda, las personas. Por muy buenas minas de diamantes que tenga un país, si las personas que componen el país (desde el gobierno hasta la propia cualificación que tenga la población) no están a la altura, la prosperidad es una utopía. Para ejemplo véase en muchos lugares de África. Sin embargo, no hace falta que un país tenga grandes recursos naturales para ser próspero si su mano de obra es competente y cualificada (véase Suiza). Desconozco en detalle si India posee muchos recursos naturales, de lo que no me cabe duda es de que su mano de obra cada vez es más y más competente, y eso, a la larga, redundará en la mejora del país y de sus empresas.
Mientras que el foco de confrontación y suspicacias de Occidente (E.E. U.U. y también en cierta manera Europa) va a estar siempre apuntando sobre China, India va a poder beneficiarse de una menor atención mediática y crecer sigilosamente sin que otros países lo vean como una amenaza y traten de impedírselo. Yo lo tengo claro: si tuviera que elegir un país emergente en el que invertir a futuro, este sería sin duda la India.
Mientras que el foco de confrontación y suspicacias de Occidente (E.E. U.U. y también en cierta manera Europa) va a estar siempre apuntando sobre China, India va a poder beneficiarse de una menor atención mediática y crecer sigilosamente sin que otros países lo vean como una amenaza y traten de impedírselo. Yo lo tengo claro: si tuviera que elegir un país emergente en el que invertir a futuro, este sería sin duda la India.