Si no fuera, porque, lo que, realmente, quieren éstos, es echarle el guante a las vituperadas "estampitas", a lo mejor, hasta lo daban, ese crédito.
¿Humor? No me he inventado, yo, ésto.
Lo cierto, es, que, en el Reino Unido, donde no masacraron el sector de los bienes tangibles, no debe ser nada infrecuente, que muchos suscriptores del Fondo de Inversión Filatélico que comercializa Stanley Gibbons, soliciten diversos tipos de préstamos, ofreciendo, como colateral, junto a otros activos o inversiones, la pignoración de sus participaciones en el Fondo.
Claro, que, enseguida saltarán los listillos de turno, para decir aquello tan manido por ellos, de que los sellos de Gibbons, sí valen, pero los de Afinsa no valen, según ellos. Por eso, tampoco, pueden figurar en los catálogos, ¿no? Pero, va a ser que no, porque sí figuran. Valen, entonces, lo que en esos catálogos se refleja, aunque algunos ladrones ineptos que los manejan, no quieran o no sean capaces, ni de colocarlos, en su justo precio (si es que lo han hecho).