Decepciona comprobar que sigues instalado en tus postulados inamovibles, inalterables, inasequible al desaliento. Mal si uno se expresa con educación y respeto, mal si hace lo contrario. Aquí lo que cuenta, por lo visto, es no herir determinadas sensibilidades poco habituadas a la discrepancia, fieles seguidoras del pensamiento único.
Cuando dices que "AFINSA, mientras no se demuestre lo contrario --y eso está ya publicado y difundido-- fue constituida, programada, diseñada, seguida y destinada en su actividad a la consecución de la mayor estafa conocida en Europa" pretendes avalar con estas aseveraciones la certeza, la veracidad de tus afirmaciones.
Nada más lejos. La carga de la prueba corre de cuenta de la acusación, es la fiscalía quien debe aportar las pruebas (y no solamente decir o pretender) en las que basa su acusación. Y me da en la nariz que tiene ciertas dificultades para ello. Dejando aparte las sentencias que, calificando sin lugar a dudas la actividad como mercantil y los contratos como mercantiles, dinamitan por completo el edificio que llevan cuatro años intentando construir.
O sea que, de momento, esas afirmaciones son absolutamente gratuitas y prematuras, además de no corresponder a la realidad sino a tu particular visión o interpretación de la misma.
Más prudente seria esperar a ver el desarrollo del proceso penal, ya que no puede estar eternamente en fase de instrucción. Entonces y sólo entonces, se podrá empezar a hablar de estafa o no estafa.
Nunca los juicios paralelos aportaron luz a la labor de la justicia ni a su causa. Me sorprende que una persona de tu edad, a la que supongo suficiente madurez, sensatez y sentido común, caiga en semejante valoración facilona y falta de rigor.
Todos nos sentimos robados. La diferencia entre unos y otros es que mientras unos os sentís estafados, otros nos sentimos saqueados y robados.
El resultado es el mismo. Los autores y el método empleado, completamente diferentes. Ya veremos quién lleva razón.