Nuevo capítulo. He terminado con Caixanova, pero me ha costado buenas comisiones. Y lo peor es que las podía haber evitado si hubiera estado más espabilado. Es el primer banco con el que, echando cuentas, he salido con déficit. Y eso que en su día no contraté nada más que una cuenta corriente joven y su tarjeta correspondiente.
La primera comisión fue de 15€ por mantenimiento porque, tras cumplir los 30, la cuenta cambió de condiciones. Eso sí, no tuvieron el detalle de enviar una comunicación avisando, ni siquiera electrónica. Y aunque cuando contraté la cuenta me dijeron que eso iba a ocurrir, en ningún papel de los que conservo lo explica.
La última comisión fue por cancelación. Esa sí que intenté ahorrármela, pero las circunstancias y mis despistes provocaron que me quitaran otros 5€. Voy a contarlo con detalle porque tiene tela. Cuando decidí ir a cerrar la cuenta me quedaban 236,51€. Transferí 3,49€ unos días antes para hacer un número redondo y poder sacarlo con la tarjeta y pedir el cierre con saldo cero para prevenir la posible comisión de cancelación. Cuando yo calculaba que debía haber llegado miré el saldo y no, no había llegado. Comprobé el número de cuenta y me lo habían cambiado con el rollo del IBAN, también sin aviso. Volví a transferir otra vez 3,49€, esta vez hacia el número correcto. Al día siguiente habían llegado las dos transferencias, la cuenta tenía 243,49€.
Me di por vencido y fui a la oficina. Antes de entrar saqué del cajero todo lo que pude: 240€. Después entré y pedí la susodicha cancelación. Pero había un problema: el cajero no había transferido al sistema la retirada y los 240€ estaban bloqueados en la cuenta, con lo cual no podía clausurarse. Al menos me pudieron anular la tarjeta, pero para finiquitarlo todo me dijeron que volviera otro día. Durante la conversación en ningún momento me dio la impresión de que existiera comisión de cancelación y me confié.
Después cometí el error que me costó 5€. Intenté repetir la jugada de sacar por mi cuenta el efectivo y acudir a solicitar el cierre de la cuenta con saldo cero, así que transferí 16,51 para llegar a 20€.... ¡pero había olvidado que ya no tenía tarjeta! Y no me quedó otra que ir a pedir la cancelación con esa veintena de euros en cuenta, de los cuales sólo me devolvieron 15.
Teniendo en cuenta que me hice cliente para tener esa tarjeta que te permitía sacar en cualquier cajero sin comisiones y apenas la he usado (en 6 años la habré utilizado 3 veces en cajeros españoles y otras tres en el extranjero), no me ha salido a cuenta.