El problema no es que la banca sea un negocio. Siempre lo ha sido, pero mira cómo era cuando yo tuve la primera nómina:
1.- Cuenta corriente sin gastos y con unos pequeños intereses.
2.- Tarjeta de crédito totalmente gratis.
3.- Asesoramiento para tus ahorros gratis y pensando en tus intereses, no en los del banco.
4.- Etc. Etc.
Compara con la situación actual. Es como si en el bar, de repente, te empezaran a cobrar por el azúcar del café, por la taza y por la cucharilla.
Y lo peor, ¿sabes lo que es? Pues que la única vez que estuve en el despacho del director de mi sucursal (porque él me llamó) fue para ofrecerme, con toda su estratagia de ventas, unas preferentes. Afortunadamente, como ya peino canas, consulté con mi almohada y dije que no. Compara con el punto 3 anterior. Así que, cuando mi banco me ofreció ponerme un gestor-asesor personal les amenacé con irme a otro banco.
P.D. No sé lo que sucede en la gran superficue a la que vas, pero sin ir más lejos el supermercado de los mayores grandes almacenes (no digo el nombre para evitar la publicidad) de vez en cuando me mandan vales de compra, por ser cliente.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.