Enrique ofrece un conjunto de elementos con los que cada uno de nosotros podemos construirnos nuestro propio Plan. Es como cuando te regalan un LEGO para con las fichas y piezas puedas construir algo propio o personalizado.
El ejemplo que expone es un Plan de Rentabilidad Incierta (PRI) cuando finalice el plazo de la inversión. Mis preferencias están por un Plan de Rentabilidad Cierta (PRC) al finalizar el plazo de la inversión, en base al value averaging. La razón es simple: utilizo el tiempo como mi aliado en la inversión. Si hay que trabajar un par de horas adicionales algunos sábados o limitar los gastos, se puede hacer bien en el tiempo (es un ajuste). Por otra parte, no me complace tener que fijar una fecha para salir de una inversión en renta variable (en caso del ejemplo los 15 años). Las bolsas no saben de años. Puedes estar ahorrando 15 años, salirte, y precisamente a partir del siguiente años subir como la espuma.
La bolsa hay que entenderla como si ofreciese distintas estaciones de duración incierta en el tiempo: una estación que es para sembrar (para acumular ahorro) , la siguiente estación consiste en esperar a que la planta se desarrolle (mantener la inversión), y la tercera y una vez la planta ofrezca sus frutos, habrá que recogerlos (vender mercado).
Como estas estaciones son inciertas en el tiempo, poner plazo fijo al horizonte de inversión significa reducir la probabilidad de éxito en la inversión.
Esto implica, que para maximizar las probabilidades de éxito en bolsa, deberíamos considerar invertir aquellas cantidades de dinero que no precisemos vender en condiciones inoportunas siempre que las circunstancias personales lo permitan, y esperar a que la inversión eche el fruto y no cortar la planta mientras está brotando,
El gráfico que a continuación subiré, es el del Perro de Enrique Gallego, solo que lo he invertido. Se puede apreciar como desde la recogida de datos en 1970 al año 1982 la bolsa estaba infravalorada (el perro por detrás del amo, creo que se podría decir así), para aproximadamente en el año 1986 estar perro y amo juntos.
Esto significa, que en ocasiones el tiempo que permanece el perro a distancia del amo puede ser más largo que nuestro plazo de inversión. Y es por ello que fijar un determinado momento para salir no parece ser lo más apropiado.
Saludos cordiales,
Valentin
Elaboración propia: El Perro y el Amo en analogía a E. Gallego