Donde trabajo, hasta precisamente hoy, se abría de mañana y tarde y además los sábados.
Pues no ha sido solo uno el que me ha dicho ¿y los ´sabados por la tarde?
O el funcionario que comenta que no puede venir porque coincidimos en horarios y cuando le he dicho que yo tampoco puedo ir al Ayuntamiento mas que en vacaciones o pidiendo un día de asuntos propios se ha pillado un rebote fino.
Como decía un ex-compañero del Popular: para venir a tocar los huevos (pero con c) la gente siempre tiene un rato.
De todos modos las jornadas de 12 horas diarias me recuerdan poderosamente a las plantaciones de algodón del siglo XIX y no precisamente por los copos blancos.
Saludos