Jaime ¿has pensado una cosa? No sé si es general pero Caixa Catalunya vendió oficinas de propiedad a clientes con pacto de recompra, y garantizando una rentabilidad en el alquiler, bien …… pues imagínate que has comprado una oficina en La Pobla de Claramunt (Lleida) o en Falset (Tarragona) y resulta que en ambos casos la oficina “comandante” es Caixa Manresa porque resulta que lleva allí desde el año de la “catapún” y por tanto todos a Caixa Manresa porque tiene una cuota de negocio de la leche, de entrada 3 empleados a la calle (con dos coj……) y el que compró el local “anda y que le den ….”.
No sería más fácil fusionar por ejemplo Caja Extremadura con la CAM, o Caja Murcia con Caja Rioja y Caja Manresa ¿??? Porque es obvio que no se solapan en casi nada (bueno son ejemplos) y si seguro que habrá que cerrar oficinas no rentables, pero los sacrificios con infinitamente menores, en fin …. Es sabido y hay experiencia que el estado es un mal patrono en términos de optimización, y lo de las cajas de ahorro es un hecho que no es sector público, si bien los que mandan sí que tienen algo de ello, o al menos eso parece.
Mira te comento un ejemplo de despropósitos (a mi juicio) en la comarca de la Cerdanya (Pirineo de Girona en buena parte y algo del Pirineo de Lleida) existe una pequeña villa que se llama Llívia, que por el Tratado de los Pirineos allá por 1650 (siglo XVII) España cedió a Francia los treinta y tres pueblos de las comarcas catalanas del Vallespir, el Capcir, el Conflent, el Rosellón y la Alta Cerdaña que hoy forman, junto con la Fenolleda, el departamento francés de los Pirineos Orientales. Llívia quedó fuera de este tratado por tratarse de una villa, privilegio concedido por el Emperador Carlos V, por lo que continuó bajo dominio del Rey de España, en realidad es una “isla” española y obviamente catalana dentro de territorio francés, que para llegar a ella se discurre por una carretera la nacional 154 de 7 Km., y circulas en parte por carretera francesa, bien ….. pues a alguien se le ocurrió que había que construir un nuevo campo de golf, cuando en la comarca ya existen desde hace años 2 campos uno el Bolvir de Cerdanya, otro en Fontanals de Cerdanya, y un tercero en Puigcerdà, si bien este último, si bien es también de 18 hoyos, algunos se asemejan bastante (por dimensiones) a un Pitch and Put , vamos tres campos para una comarca de unos 15 ó 16.000 residentes, que se pueden llegar a duplicar en algunos fines de semana (segundas residencias y estancias diversas), pues mira por donde vamos a construir otro en Llívia, mediante una idea iniciada al final del boom inmobiliario, las cosa parecería normal, hasta cierto punto si no fuese porque los promotores de tan brillante idea eran sociedades vinculadas a dos cajas de ahorro, una con sede en Cuenca y otra con sede en Pontevedra (no digo los nombres, pero me temo que os los imagináis), y ambas como que más bien tienen una escasa cuota de mercado en Catalunya, y desde luego no tienen ninguna en la zona porque no cuentan con oficinas, ni allí ni a 100 kilómetros a la redonda, entonces uno (yo) en su ignorancia supina ya se preguntaba cuando se enteró de esto ¿Qué coño hacen unos tipos de Cuenca asociados con otros de Pontevedra en Llivía? ¿Cómo acaba el tema? Pues seguro que problemas, los tenedores de los terrenos tienen avales de estas cajas de ahorro, si bien están condicionados a su desarrollo, pero me temo que a estas cajas de ahorro no les va a ser tan fácil “desmontar” las pre compras, ya que alguno de los propietarios, es de suponer, que llevará esto a los juzgados.