"Estaís convirtiendo la casa de Dios, en una cueva de ladrones" dice el Evangelio.
Lejos de entrar en aprovechar la leña del arbol caído, premonizando grandes desastres o dando nombres altisonantes o confundiendo y manipulando que se trata no de una donación, sino con contraprestación, apelo a la habilidad tan publicada en numerosos medios (de control de ya sabemos quién) para destacar la maravillosa gestión hecha en la caja.
Esto de prestar dinero a las entidades, fue un negocio estatal en Suecia.
En España ya se encargarán los medios en que se redirija ese dinero a unos marivillosos gestores y aprovechadores de crisis que habrán prestado a los amiguetes sin la debida precaución de asegurarse la devolución, vamos eso lo llaman "poner la otra mejilla".
Pasos calculados de manipulación y marketing eclesiático junto a los voceras que ayudan a echar más leña al fuego, aprovechando una inexistente desestabilización política, como Marruecos reclamando Ceuta y Melilla.
Se sabrá todo, a pesar de manipulaciones para engañar.
Transparencia para evitar manipulaciones...
Mulligan no te dejes amedrentar por los que ahora llaman "pajaros", cuando todos sabemos los que se lo llevaron crudo y los quieren seguir haciendo.
De todas formas mejor ser pájaro, que gusano de los poderes fácticos de toda la vida, que no poderes legítimos de derecho.
Siempre ha sido y será así...
El evangelio dice:
Y refiréndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, Jesús dijo también esta parábola: «Dos hombres subieron al Templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba en voz baja: "Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago la décima parte de todas mis entradas". En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!". Les aseguro que éste último volvió a su casa justificado, pero no el primero. Porque todo el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado».
Lucas 18, 9-14.
Muestra la importancia que posee la humildad y el arrepentimiento en contraste con la soberbia. Constituye también una dura crítica al fariseísmo.
Haz lo que digo, no lo que hago...
Un saludo