Muchos han sido los afectados por los productos tóxicos de la banca, pero el caso de Juan Pedro no es uno más. En 14 de enero de 2000 un accidente de tráfico le dejó en coma vegetativo. El conductor que invadió el carril por el que circulaba se dio a la fuga. Después de cuatro años de lucha la familia consiguió una indemnización de 360.000 euros. Sus padres depositaron en el Banco Santander el dinero que garantizaría que Juan estuviera correctamente atendido el resto de su vida. Los responsables de la sucursal les ofrecieron productos tóxicos y de alto riesgo como participaciones preferentes en Endesa o un préstamo con el que invirtieron en la estafa de Madoff. En 2008 la familia descubrió que del dinero depositado no quedaba nada. La gestión de Banco Santander está ahora en los tribunales por presunto delito de "estafa y apropiación indebida", una vez que el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén ha admitido a trámite la que querella interpuesta por la familia.
El mismo día en que Francisco Cañas, padre de Juan Pedro, recibió el pago de la indemnización, tres directores de entidades bancarias llamaron a su puerta. La familia confió en Joaquín Garrido, representante de Banco Santander, que calificó la propuesta planteada como "un gesto humano hacia su hijo". La oferta no era otra que un préstamo de 200.000 euros para apostar por “su producto estrella”: un fondo de inversión que a su vez invertiría en la estafa de Madoff. Además, colocaron 150.000 euros en preferentes de Endesa con vencimiento en 2050. “Hicieron todas esas operaciones pese a que insistimos en que el dinero era de Juan Pedro. Nos daba igual la rentabilidad a cambio de que estuviera disponible siempre y de que no hubiera ningún tipo de riesgo”, apunta Francisco.
Los beneficios prometidos no sólo no llegaron sino que esta familia de Jaén ha perdido todo lo invertido y además, adeudan ingentes cantidades a la entidad bancaria querellada como consecuencia de los productos suscritos. “Se aprovecharon de su debilidad y de que no tenían conocimientos financieros para hacer con su dinero lo que quisieron”, denuncia Juan Manuel Moreno-Luque, el abogado que está llevando (completamente gratis) el caso.
Botín pasa la pelota al tejado del director de la sucursal
En 2008, cuatro años después de invertir su dinero en Banco Santander, Francisco y su mujer solicitaron a la entidad 80.000 euros para llevar a su hijo a una clínica de Alemania. “Iban a realizarle un implante de células madre que podría regenerar parte de la zona cerebral dañada, pero nos dijeron que nuestro dinero había desaparecido”.
Desesperado ante la falta de explicaciones Francisco envió una carta a Emilio Botín exponiéndole los hechos y suplicándole que atendiera las necesidades de su hijo. La respuesta señalaba como responsable de la situación al entonces director de la sucursal Joaquín Garrido, querellado junto a Joaquín Paredes, actual responsable de la oficina. “No tengo nada que ver con el caso porque cuando se contrataron los productos financieros yo no ocupaba todavía este cargo”, se defiende Paredes, que no ha aclarado si se ha presentado recurso de apelación.
El abogado de esta familia de Jaén es optimista. “El Santander tendrá que justificar todos los movimientos hechos con el dinero de Juan Pedro. El hecho de que su padre firmara los contratos no es un inconveniente porque, aunque la banca quiere convertir casos como este en un problema de comercialización, con carácter previo hay un delito en la emisión de un producto tóxico”.
Doce años de drama familiar
Juan Pedro tiene hoy 32 años, mide dos metros y pesa cien kilos. Sin embargo, “necesita más atenciones que un bebé, tenemos que estar las 24 horas del día pendiente de él”, explica su padre. La tensión provocada por el estado de su hijo y la ‘pérdida’ de la indemnización desembocó en la separación del matrimonio, que ahora se turna cada tres días para cuidar de él.
Pero las desgracias nunca vienen solas. Los recortes por la crisis están complicando aún más la situación de esta familia. “Nos han retirado la ayuda para la rehabilitación y la Seguridad Social amenaza con dejar de cubrir los medicamentos de Juan Pedro. Además, mi hija y su marido están en el paro y cada mes les cuesta más pagar la hipoteca”.
Su caso ha salido la luz gracias a José Luis Burgos -uno de los muchos afectados que hay ahora en España por las malas prácticas de los bancos-, que ya ha recorrido más 28 ciudades en busca de casos como el de Juan Pedro con el objetivo de "preparar un documental que sirva para hacer público estos engaños". Mientras, la familia recupera la esperanza. “Estamos convencidos de que los próximos años la suerte de esta familia cambiará”.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/sociedad/2012/06/16/el-hombre-en-coma-que-lo-perdio-todo-con-la-estafa-de-madoff-100130/
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.