Re: Encuesta Margrave: ¿Cuánto dinero necesitas para vivir sin trabajar, y ser feliz?
... y la noticia.
"¿Se acuerda alguien del 'Señor Lobo', el personaje de Harvey Keitel en 'Pulp Fiction'? El 'Señor Lobo' estaba especializado en "solucionar problemas". En el caso de 'Pulp Fiction', limpiar un coche después de que John Travolta o Samuel L. Jackson (no recuerdo quién) le volara la cabeza de un tiro a un adolescente por error.
Esta semana, el ministro de Economía y Competitividad (pero ¿qué competitividad se consigue cuando todas las reformas son fiscales y no hay más competencia en ningún mercado?) Luis de Guindos ha empezado a negociar con el 'Señor Lobo' de la economía mundial. Afortunadamente, este 'Señor Lobo' es más amable e inteligente que el de la ficción. Pero su tarea es más dura que el de 'Pulp Fiction': tiene que limpiar toda la porquería que tienen muchas cajas de ahorros españolas (y algunos bancos) después de haberse disparado ellos solitos en la cabeza durante los años de la 'burbuja'.
Se llama Larry Fink, cumple los 60 este año y le llaman 'Señor Arréglalo'. O sea, 'Mister Fix I'. Es el fundador, presidente y consejero delegado de BlackRock, la madre de todas las gestoras de activos. BlackRock no suena en la calle. Pero aquí va una cifra: 2,7 billones de euros. Ésos son los activos que gestiona, según su propia página web. Para hacernos una idea, eso es casi tanto como el PIB de España e Italia juntas. Aunque, según algunas estimaciones, si se cuentan todas las interconexiones de los derivados que tiene en sus carteras BlackRock, salen 7 billones de euros. O sea, la mitad del PIB de la UE. Las sales, por favor.
Y ahora el Gobierno español está negociando con BlackRock que esta empresa le ayude a medir la basura tóxica de los bancos españoles.
Fink tiene más experiencia que nadie en la gestión de basura financiera. En marzo de 2009, por ejemplo, Bear Stearns, el quinto mayor banco de inversión de EEUU quedó al borde de la quiebra. La Reserva Federal orquestó su salvamento dándole 14.500 millones de euros a JP Morgan para que lo comprara. Pero el mayor banco de EEUU no estaba dispuesto a hacerse con toda la colección de 'muertos' de Bear. Así que los reguladores de EEUU decidieron, 'a dedo', que BlackRock gestionara y liquidara de forma ordenada 22.000 millones de 'basura' de Bear Stearns.
Y ahí es donde entra 'Aladdin'. O sea: 'Aladino'. Ése es el nombre de una de las plataformas informáticas más famosas (y secretas) de BlackRock. 'Aladdin' lleva a cabo 'test de estrés', lo que significa que mide cómo reaccionarían los diferentes productos financieros ante posibles escenarios económicos.
Usando a 'Aladino' como referencia, el 'Señor Arréglalo' ha gestionado admirablemente bien los activos tóxicos de Bear Stearns. Eso sí, al módico precio de 54 millones de dólares (41 millones de euros) al año. Para ello, el Gobierno de EEUU distribuyó los 22.000 millones de 'basura financiera' de Bear Stearns en tres 'vehículos' con sede social en el estado de Delaware. Estos 'vehículos' son, para que nos entendamos, entelequias jurídicas que formalmente son independientes, pero que en la práctica están garantizadas por el Estado de EEUU. Y Delaware es lo más parecido a un paraíso fiscal que hay en ese país.
Así, los operadores de BlackRock llevan dos años deshaciendo progresivamente las posiciones de Bear, un banco famoso, entre otras cosas, porque, cuando estalló la crisis, su presidente, Jimmy Caine, estaba fumando marihuana en un campeonato de bridge en Memphis.
Bear Stearns fue sólo un aperitivo para BlackRock. Siete meses después el Tesoro de EEUU le encargó gestionar 75.000 millones de activos de la aseguradora AIG, nacionalizada a toda velocidad para evitar que quebrara y nos llevara a todos por delante. BlackRock también ha analizado, gracias a 'Aladino' la solvencia de un billón de euros de bonos de las empresas de compra de hipotecas Fannie Mae y Freddie Mac (también nacionalizadas); de los bancos de Irlanda (nacionalizados); y de la deuda de Grecia (en virtual suspensión de pagos).
Todo esto es obra y gracia del genio de Fink y sus colaboradores. Paradójicamente, Fink empezó en First Boston en los ochenta, y allí fue uno de los primeros operadores en hacer 'trading'... de bonos basados en hipotecas, es decir, lo que hundió a Bear, AIG y Fannie y Freddie.
Fink tiene la reputación de ser un tipo muy decente. Los asesores de los senadores que elaboraron la Ley Dodd-Frank que regula el sistema financiero de EEUU desde 2010 le recuerdan como un tipo normal lo que es inusual en este campo. Fink escuchaba (algo todavía más inusual), y siempre se ha mostrado a favor de la regulación. Apoya incluso la 'regla de Volcker', que prohibiría a BlackRock muchas de sus operaciones, dado que la gestora no podría legalmente usar sus recursos propios para operar en el mercado. Fink incluso tiene cosas que rayan la locura en Wall Street. Por ejemplo: no tiene una casa en los Hamptons, la zona 'pija' del estado de Nueva York, sino una finca de 11 hectáreas en New Salem. Y hace algo rayano en la locura: no va allí los fines de semana en helicóptero—como el de rigor entre sus pares—sino en tren. ¡En tren! Sobre todo si se tiene en cuenta que los trenes de EEUU son como los de España hace 25 años. En sus 'ratos libres' ha montado un 'hedge fund' que dirige uno de sus tres hijos.
A pesar de estas virtudes, Fink—que es demócrata de toda la vida—no está exento de controversias. Las más obvias son de conflicto de intereses: BlackRock tiene una división de análisis y otra de operaciones. La división de análisis es contratada por cualquiera (por ejemplo, por España), lo que incluye a potenciales competidores de la división de operaciones. Fink jura que no hay comunicación entre ambas, pero esas 'murallas chinas' suelen acabar siendo permeables. Hay otro problema adicional: cómo eligió el Tesoro de EEUU a BlackRock para gestionar los activos de las empresas citadas más arriba. No es que no fuera un proceso transparente. Es que fue 'a dedo' y sobre la marcha.
El hecho de que España esté hablando con BlackRock de valoración de activos implica que el Gobierno sí se está planteando algún tipo de ‘banco malo’. Y ahí se plantea otro problema: ¿cómo pueden unos bancos en quiebra garantizar un vehículo que concentre los peores activos que tengan? La única solución es alguna garantía del Estado. Pero un Estado en quiebra no puede garantizar bancos en quiebra. Así que sólo queda dinero de fuera. El antepenúltimo rumor en Wall Street hablar de 200.000 millones de dólares (150.000 millones de euros) para España, de los que la mitad irían a los bancos y cajas. Eso sí, después de que MAFO se haya ido. Pero, la verdad, llevo dos años oyendo rumores parecidos, así que he llagado a una situación como la del pastor del cuento con el lobo, que a fuerza de gritar tanto acabó logrando que no le hicieran caso cuando vino el lobo de verdad a comerse las ovejas.
Por ahora, sin embargo, estamos esperando a que venga el 'Señor Lobo' a medir con ‘Aladino’ el ‘agujero negro’ de nuestro sector financiero".
Saludos