TRADING.
Morgan, el mayor banco de EEUU por activos, sorprendía ayer con el anuncio de pérdidas de 2.000 millones de dólares en su oficina de inversiones por las posiciones de uno de sus traders. Hasta el presidente y CEO, Jamie Dimon, apodado abiertamente como El Rey de Wall Street, tuvo que salir a dar la cara. Las acciones han llegado a caer en Wall Street un 9%.
¿Hay un responsable? Bloomberg señala a Bruno Iksil, también conocido como la Ballena de Londres e incluso Lord Voldemort, un operador capaz de mover por sí mismo el mercado de derivados.
La agencia, que cita hasta cinco operadores que trabajan como contrapartes de Iksil, asegura que la especialidad del operador eran los índices de derivados de crédito, un mercado que en la última década ha superado al de bonos corporativos como lugar favorito de los especuladores para apostar por los impagos empresariales.
De hecho, los inversores se quejan de que las operaciones de Iksil podrían estar distorsionando los precios y afectando a los tenedores de bonos que usan estos derivados para cubrir sus inversiones.
Los operadores consultados por Bloomberg aseguran que se dieron cambios en los precios inusualmente grandes cuando se decía que la Ballena de Londres estaba en el mercado, y aseguran que sus operaciones eran las mayores que se habían encontrado.
Estos índices de crédito están ligados al riesgo de impago (los famosos credit default swaps, CDS) de al menos 100 compañías. Los seguros de impago son utilizados para cubrir las posibles pérdidas en deuda corporativa (también en soberana) o para especular sobre la calidad crediticia de las empresas.
La influencia de Iksil podría ser tan grande que habría "roto" algunos índices y creado una disparidad entre el precio de los índices y el precio medio de los CDS de las compañías individuales.
Iksil, a diferencia de los operadores de JP Morgan que compran y venden en nombre de sus clientes, trabaja en la denominada Chief Investment Office (CIO), unidad que está afiliada a la tesorería del banco y que se dedica a controlar los riesgos del mercado y a invertir los excesos de fondos.
Mientras, el diario The Wall Street Journal publica hoy que se está hablando con los reguladores británicos por estas pérdidas. Eso sí, estas conversaciones con la Financial Services Authority (FSA) no representan una investigación formal del regulador y no está claro que vaya a haber sanciones.
La FSA ha pedido información a JP Morgan sobre el motivo de las pérdidas y los pasos que ha tomado el banco para evitar este tipo de situaciones en el