Re: Encuesta Margrave: ¿Cuánto dinero necesitas para vivir sin trabajar, y ser feliz?
Si fuera alemán no desdeñaría la oportunidad de invertir en leña del monte.
Si fuera alemán no desdeñaría la oportunidad de invertir en leña del monte.
El semanario alemán Der Spiegel, de izquierdas, ha publicado un duro editorial en contra de la política que está llevando a cabo el gobierno de Angela Merkel en Europa, y asegura que los alemanes no solo no están pagando por la crisis de deuda, sino que se están beneficiando de ella. Schaeuble sostiene que las críticas de otros países a Alemania son producto de la envidia.
El titular lo dice todo: Tozudo y egoísta: Europa hace lo correcto dudando del liderazgo alemán en el euro, y el semanario asegura que "el drama sobre Chipre ha dejado claro que la crisis de la Eurozona se está transformando en una lucha sobre la hegemonía alemana en Europa".
En la superficie, Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, parece que trabajan para estabilizar la economía. "En realidad, están poniendo a otras naciones los grilletes de la deuda", asegura.
La santurronería alemana
El último ejemplo ha sido Chipre, donde de nuevo Alemania ha perseguido los objetivos equivocados, mostrando su incapacidad para ejercer su poder correctamente. La idea de imponer pérdidas a los pequeños ahorradores era la de mantener los "principio de crimen y castigo", y aunque al final se corrigiera, mostró que la palabra de Merkel no vale nada. "Chipre ha mostrado una vez más que Europa no puede confiar en los alemanes".
La última semana muestra la imagen que está proyectando Europa: "banqueros irresponsables jugando con dinero de defraudadores de dinero y políticos ayudando a ambos grupos para salvarse a sí mismos a costa de la gente corriente, que no tiene ni los recursos ni la influencia para conseguir algo de seguridad. Y todo ello bajo dominio alemán".
El tono duro del editorial continúa. "Como dos veces antes en nuestra historia reciente, los alemanes están teniendo cada vez en conflictos mayores con sus vecinos sin pensar en el coste. Es un camino que puede llevar fácilmente al miedo a la hegemonía política alemana. De hecho, la idea de integración europea de Merkel es simplemente que Europa debe plegarse la voluntad política de Alemania".
La verdad sobre la política alemana ha sido revelada, tozudez que ellos ven como ser fieles a unos principios, "pero que en realidad no es más que santurronería". Además, Merkel ha roto los principios de Alemania Occidental sobre Europa e incluso los de de su partido: en lugar de garantizar más poder para Bruselas, ha decidido que los estados nación vuelvan a mandar más.
Poniendo grilletes a los países más débiles
El conflicto que está surgiendo entre Alemania y el resto de Europa no está basado en la economía, sino en la política del poder. "Los alemanes están poniendo a los europeos los grilletes de la deuda", asegura antes de parafrasear a David Graeber, activista de Occupy Wall Street.
Graeber dice que "si la Historia muestra algo es que no hay mejor manera de justificar las relaciones basadas en la violencia, de hacerlas que parezcan morales, que redefenirlas en el lenguaje de la deuda, sobre todo porque inmediatamente hace que parezca que la víctima es quien está haciendo algo malo".
"Como en el pasado, los perdedores están siendo ridiculizados. Aquel que tenga deudas es culpable de su propio crimen", continúa el semanario, que explica que esa línea de pensamiento permite que haya acusaciones a otros y autocompasión. Y pone de ejemplo a aquellos alemanes que se quejan de poner las garantías para el rescate y encima ser odiados, repudiados y caricaturizados. Una idea que ha pasado de los medios a las conversaciones en los bares.
Los alemanes se benefician de la crisis
El problema es que "todo eso es mentira. Los alemanes no solo no han pagado la crisis, sino que se han aprovechado de ella. Solo en intereses se han ahorrado 10.000 millones de euros el año pasado, algo de lo que se han beneficiado desde el inicio de la crisis. Además, están los intereses que pagan las naciones acreedoras. La realidad de la crisis del euro es esta: los pobres de Atenas están pagando a los ricos en Alemania".
Der Spiegel concluye recordando que estos experimentos han fracasado en el pasado, y que fallarán en el futuro, ya que los europeos no lo permitirán. Mientras los alemanes siguen aplaudiendo a su conciller, deberían marcar las palabras de Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo.
"Aquel que crea que el eterno asunto de la guerra y la paz en Europa ha sido enterrado de manera permanente estaría cometiendo un error monumental. Los demonios no han sido desterrados, simplemente están durmiendo", termina a modo de advertencia la revista.
El artículo de Juan Torres censurado:
"Es muy significativo que habitualmente se hable de “castigo” para referirse a las medidas que Merkel y sus ministros imponen a los países más afectados por la crisis.
Dicen a sus compatriotas que tienen que castigar nuestra irresponsabilidad para que nuestro despilfarro y nuestras deudas no los paguen ahora los alemanes. Pero el razonamiento es falso pues los irresponsables no han sido los pueblos a los que Merkel se empeña en castigar sino los bancos alemanes a quienes protege y los de otros países a los que prestaron, ellos sí con irresponsabilidad, para obtener ganancias multimillonarias.
Los grandes grupos económicos europeos consiguieron establecer un modelo de unión monetaria muy imperfecto y asimétrico que enseguida reprodujo y agrandó las desigualdades originales entre las economías que la integraban. Además, gracias a su enorme capacidad inversora y al gran poder de sus gobiernos las grandes compañías del norte lograron quedarse con gran cantidad de empresas e incluso sectores enteros de los países de la periferia, como España. Eso provocó grandes déficit comerciales en éstos últimos y superávit sobre todo en Alemania y en menor medida en otros países.
Paralelamente, las políticas de los sucesivos gobiernos alemanes concentraron aún más la renta en la cima de la pirámide social, lo que aumentó su ya alto nivel de ahorro. De 1998 a 2008 la riqueza del 10% más rico de Alemania pasó del 45% al 53% del total, la del 40% siguiente del 46% al 40% y la del 50% más pobre del 4% al 1%.
Esas circunstancias pusieron a disposición de los bancos alemanes ingentes cantidades de dinero. Pero en lugar de dedicarlo a mejorar el mercado interno alemán y la situación de los niveles de renta más bajos, lo usaron (unos 704.000 millones de euros hasta 2009, según el Banco Internacional de Pagos) para financiar la deuda de los bancos irlandeses, la burbuja inmobiliaria española, el endeudamiento de las empresas griegas o para especular, lo que hizo que la deuda privada en la periferia europea se disparase y que los bancos alemanes se cargaran de activos tóxicos (900.000 millones de euros en 2009).
Al estallar la crisis se resintieron gravemente pero consiguieron que su insolvencia, en lugar de manifestarse como el resultado de su gran imprudencia e irresponsabilidad (a la que nunca se refiere Merkel), se presentara como el resultado del despilfarro y de la deuda pública de los países donde estaban los bancos a quienes habían prestado. Los alemanes retiraron rápidamente su dinero de estos países, pero la deuda quedaba en los balances de los bancos deudores. Merkel se erigió en la defensora de los banqueros alemanes y para ayudarles puso en marcha dos estrategias. Una, los rescates, que vendieron como si estuvieran dirigidos a salvar a los países, pero que en realidad consisten en darle a los gobiernos dinero en préstamos que pagan los pueblos para traspasarlo a los bancos nacionales para que éstos se recuperen cuanto antes y paguen enseguida a los alemanes. Otra, impedir que el BCE cortase de raíz los ataques especulativos contra la deuda de la periferia para que al subir las primas de riesgo de los demás bajara el coste con que se financia Alemania.
Merkel, como Hitler, ha declarado la guerra al resto de Europa, ahora para garantizarse su espacio vital económico. Nos castiga para proteger a sus grandes empresas y bancos y también para ocultar ante su electorado la vergüenza de un modelo que ha hecho que el nivel de pobreza en su país sea el más alto de los últimos 20 años, que el 25% de sus empleados gane menos de 9,15 euros/hora, o que a la mitad de su población le corresponda, como he dicho, un miserable 1% de toda la riqueza nacional.
La tragedia es la enorme connivencia entre los intereses financieros paneuropeos que dominan a nuestros gobiernos, y que estos, en lugar de defendernos con patriotismo y dignidad, nos traicionen para actuar como meras comparsas de Merkel."
En septiembre, tienen elecciones. La cuestión es: cambiarán su política europea después de ellas?
Según el Banco de España el PIB de la economía española se contraerá un 1,5% en 2013, el triple del 0,5% presupuestado por el gobierno, que ya anunciado que en abril revisará esta previsión. El BdE también retrasa hasta el último trimestre del año el inicio del posible cambio de tendencia.
Saludos cordiales
Según el Banco de España las hipotecas concedidas en el mes de enero cayeron un 12,4% respecto al mismo mes de 2011, y aumentaron un 44% respecto al mes de diciembre de 2012, lo que constituye la mayor subida desde 2009. El importe medio de las hipotecas fue de 102,000 euros, un 4% menos.
Saludos cordiales
Mas que nada a lo de la energia me referia, subo el precio con la disculpa de que me han robado y luego a los robados no les doy nada, asi funcionan estos.
s2
“Los dos guerreros más poderosos son paciencia y tiempo.” (León Tolstoi)
Con lo poco que vale el dinero papel y todo el mundo quiere quitartelo, no quiero ni imaginar que harian si saben que tienes oro.
s2
“Los dos guerreros más poderosos son paciencia y tiempo.” (León Tolstoi)