Estimada Denario. Ahora paso a ocuparme de los MINIMIZADORES (Mi cifra mágica es “más”. Con 65 y jubilado, considero que con 600.00 E de mínimo, no podrá hacerse frente al mundo oscuro y convulso, que viene. De mis tres pilares favoritos, que agudamente enumeras, (finanzas, filosofía de la inversión e historia), voy a servirme esta vez de la historia económica con vuestro permiso. Los minimizadores no necesitan o no quieren dinero, (Ellos sabrán porque, yo no). Vamos a leer este texto terrible, pero real:
“Siempre había gente que quedaría al margen de los seguros, porque eran demasiado pobres o demasiado irresponsables, para AHORRAR EN PREVISION DE LAS VACAS FLACAS. Su sino resultaba especialmente DOLOROSO: la dependencia de la caridad privada o el austero régimen del asilo público para pobres. En el gran asilo de Marylebone, situado en la londinense calle de Northumberland, el número de pobres “que son cojos, inválidos, viejos, y ciegos”, llegaba a ser hasta de 1.900 en los malos tiempos. Cuando el clima era riguroso, el trabajo escaso, y la comida cara, hombres y mujeres “temporales” (como se les llamaba) se sometían voluntariamente a un régimen cuasi carcelario. Tal como lo describe el Ilustrated London News de 1.867:
“En el asilo, se lavan con abundante agua caliente y fría y jabón y reciben seis onzas de pan y una pinta de gachas para cenar, después les quitan la ropa para lavarla y fumigarla, se les proporcionan calientes camisas de dormir de lana y se les envía a la cama. Los lectores de las escrituras, rezan oraciones, durante toda la noche se mantiene un silencio y un orden estrictos en los dormitorios… El lecho consiste en un colchón relleno de fibra de coco, una almohada de borra, y un par de mantas. A las seis en punto de la mañana en verano y a las siete en invierno, se les despierta, y se les ordena ponerse a trabajar. A las mujeres las ponen a limpiar salas, o a recoger estopa, a los hombres a picar piedra, pero a nadie se le retiene más de cuatro horas después del desayuno, que es de la misma clase y cantidad que su cena. Si alguno está enfermo, lo atiende el médico del asilo, si esta demasiado enfermo para desplazarse, se le ingresa en la enfermería”. “El triunfo del dinero. De como las finanzas mueven el mundo”. Niall Ferguson (2.011. Ciro Ediciones).
¿No queréis tener provisión de dinero para la vejez, la enfermedad, la miseria, etc?. S