Si Claudio. Eso me pasaba antes. Hasta que me di cuenta que era inutil, pues el fenomeno es inevitable (desgraciadamente). Lo es porque el problema no es de los politicos, es de la sociedad de la que estos salen. Esta sociedad tiene tolerancia con la hipocresia, con la corrupcion....... No tienes mas que ver que a pesar de imputaciones, escandalos, y condenas, siguen votando a los mismos partidos que incurrieron en ellas. Como si nada importase. Así que como no hay cambio posible, hay que prepararse para el peor de los resultados.
Decia Kostolany, que el especulador es alguien que cuando una Directiva de una de sus empresas, empieza a cometer errores y desmanes, no se enfada, no pelea con ella, no intenta cambiar la directiva.... ¡Simplemente saca a esa empresa y a esa acción de su cartera¡". El especulador no discute. ¿Para que enfadarse, si las cosas no pueden cambiarse?. Ese consejo me ha servido mucho en mi vida. Para superar la mala leche. Y para actuar: no es otra cosa que lo que hago, si la UE es una ruina porque sus políticos la han hundido con el beneplácito de sus poblaciones, mi cartera estará en otra área, mas limpia. A eso llamaba Kostolany "el señorío del especulador" . No pierdas un segundo de tu energía psicológica, con gente que no merece la pena, esta sociedad tiene lo que busca ("No eches margaritas a los cerdos", lo dice el refran castellano). S 2
PD.- La golondrina. Sabes que vive con el hombre, protegida por diversos mitos y supersticiones, surgidos por ser beneficiosa para la agricultura (insectivora). Asi se decia que quien las dañase atraeria sobre si todo genero de males, en los mitos populares. Es bella, el pajaro que mejor vuela. Ningun ave de presa puede cazarla por sus increibles angulos aerodinamicos de acrobacia, que no iguala ningun avion.
Y el Conde Lucanor, mi obra medieval de exemplos favorita (Infante Don Juan Manuel). ¿Que hacemos cuando vemos un mal o peligro y su solucion, y nadie nos hace ni puñetero caso, y se rien de nosotros (lease España):
Cuento VI
Juan Manuel
Lo que sucedió a la golondrina con los
otros pájaros cuando vio sembrar el lino
Otra vez, hablando el Conde Lucanor con Patronio, su consejero, le dijo:
-Patronio, me han asegurado que unos nobles, que son vecinos míos y mucho más fuertes que yo, se están juntando contra mí y, con malas artes, buscan la manera de hacerme daño; yo no lo creo ni tengo miedo, pero, como confío en vos, quiero pediros que me aconsejéis si debo estar preparado contra ellos.
-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio- para que podáis hacer lo que en este asunto me parece más conveniente, me gustaría mucho que supierais lo que sucedió a la golondrina con las demás aves.
El conde le preguntó qué había ocurrido.
-Señor Conde Lucanor -dijo Patronio- la golondrina vio que un hombre sembraba lino y, guiada por su buen juicio, pensó que, cuando el lino creciera, los hombres podrían hacer con él redes y lazos para cazar a los pájaros. Inmediatamente se dirigió a estos, los reunió y les dijo que los hombres habían plantado lino y que, si llegara a crecer, debían estar seguros de los peligros y daños que ello suponía. Por eso les aconsejó ir a los campos de lino y arrancarlo antes de que naciese. Les hizo esa propuesta porque es más fácil atacar los males en su raíz, pero después es mucho más difícil. Sin embargo, las demás aves no le dieron ninguna importancia y no quisieron arrancar la simiente. La golondrina les insistió muchas veces para que lo hicieran, hasta que vio cómo los pájaros no se daban cuenta del peligro ni les preocupaba; pero, mientras tanto, el lino seguía encañando y las aves ya no podían arrancarlo con sus picos y patas. Cuando los pájaros vieron que el lino estaba ya muy crecido y que no podían reparar el daño que se les avecinaba, se arrepintieron por no haberle puesto remedio antes, aunque sus lamentaciones fueron inútiles pues ya no podían evitar su mal.
»Antes de esto que os he contado, viendo la golondrina que los demás pájaros no querían remediar el peligro que los amenazaba, habló con los hombres, se puso bajo su protección y ganó tranquilidad y seguridad para sí y para su especie. Desde entonces las golondrinas viven seguras y sin daño entre los hombres, que no las persiguen. A las demás aves, que no supieron prevenir el peligro, las acosan y cazan todos los días con redes y lazos .
»Y vos, señor Conde Lucanor, si queréis evitar el daño que os amenaza, estad precavido y tomad precauciones antes de que sea ya demasiado tarde: pues no es prudente el que ve las cosas cuando ya suceden o han ocurrido, sino quien por un simple indicio descubre el peligro que corre y pone soluciones para evitarlo .
Al conde le agradó mucho este consejo, actuó de acuerdo con él y le fue muy bien.
Como don Juan vio que este era un buen cuento, lo mandó poner en este libro e hizo unos versos que dicen así:
Los males al comienzo debemos arrancar,
porque una vez crecidos, ¿quién los atajará?
FIN
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ESTO ES UN FEUDO. HAY SABIDURIA FEUDAL
El conde Lucanor es una obra narrativa de la literatura española medieval escrita entre 1330 y 1335 por el infante Don Juan Manuel. Su título completo y original en castellano medieval es Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio (Libro de los ejemplos del conde Lucanor y de Patronio).
El libro está compuesto por cinco partes, la más conocida de las cuales es una serie de 51 exempla o cuentos moralizantes tomados de varias fuentes, como Esopo y otros clásicos, así como de cuentos tradicionales árabes. La «Historia del Deán de Santiago y el mago de Toledo» (cuento XI) tiene semejanzas con cuentos tradicionales japoneses y la historia de una mujer llamada Doña Truhana (cuento VII) —el «Cuento de la lechera», pero ligeramente variado— ha sido identificada por Max Müller como originada en el ciclo hindú Pancha-tantra.
El propósito didáctico y moral es la marca del libro. El conde Lucanor empieza la conversación con su consejero Patronio planteándole un problema.