Re: Repsol: malas noticias desde Argentina
El culebrón argentino tiene nuevo capítulo. Hoy mismo, YPF podría perder dos concesiones, equivalentes al 7% de su producción nacional, tras ser acusada por las provincias de Chubut y Santa Cruz de no haber cumplido los objetivos de inversión impuestos por el Gobierno de Cristina Fernández. En su defensa Repsol ha alegado un incremento significativo de las inversiones en ambas provincias durante los últimos años, al parecer sin éxito.
Según los cálculos de Bankinter, YPF representa el 37,5% del ebitda estimado para 2012 de Repsol, que en términos de valoración supondría un máximo del 17% del valor de la acción. La petrolera española posee en la actualidad el 57% de la compañía argentina; el 43% restante está en manos de accionistas del país andino (un 25% al grupo Petersen y un 18% correspondiente a free float en Bolsa).
A este respecto, los analistas del banco recuerdan que el Grupo Petersen está liderado por el empresario Enrique Eskenazi, “cuyas relaciones con el actual gobierno argentino no son precisamente fluidas, y esto podría ser un factor de presión añadido, a pesar de que hay una parte no despreciable de la compañía que es propiedad de minoristas argentinos”.
Entonces, ¿qué puede suceder? En las pasadas elecciones de octubre, Cristina Fernández de Kirchner fue reelegida con más del 54% de los votos, lo que le otorga capacidad para aplicar políticas no convencionales o incluso intervencionistas. Si ello tuviera lugar, en un caso extremo, el mercado podría llegar a cuestionar incluso la seguridad jurídica en el país.
Por ello, y a consecuencia del discurso de la presidenta del pasado 1 de marzo, los analistas de Bankinter creen que sí se tomarán medidas, como el control de precios ya impuesto en el gasóleo a granel, que van a reducir la rentabilidad de la participación de Repsol en YPF. “Creemos probable que se adopten más medidas de este tipo que, teóricamente, van orientadas a garantizar el suministro y que, en la práctica, perjudicarían los márgenes de Repsol. De cara a 2012 la compañía podría sufrir por este motivo una reducción de hasta un 5% de su ebitda normalizado”.
Además, consideran que si se nacionaliza YPF, el precio que podría pagar el Gobierno argentino por la parte que controla Repsol podría alcanzar los 4.000 millones de dólares (unos 3.057 millones de euros al cambio actual), “lo cual limitaría el impacto sobre la acción a entre 2 y 2,5 euros.
Sin embargo, los expertos del banco no esperan una nacionalización de YPF a corto plazo, aunque sí que su rentabilidad vaya siendo minada poco a poco por parte del Ejecutivo del país mediante cambios regulatorios. Esta circunstancia debería, en su opinión, hacer a Repsol plantearse si no sería más conveniente centrar sus mayores esfuerzos en los hallazgos de Brasil y México.
Con todo, de lo que sí están convencidos es que la cotización de Repsol va a moverse al ritmo que marquen los rumores procedentes de Argentina. Sin embargo, piensan que es poco probable que los títulos de la petrolera retrocedan por debajo de 19 euros en el corto plazo y, a ese precio y en el entorno actual, serían compradores del valor.