Lo cierto es que no estoy muy puesto en las últimas noticias, ni me interesan, ya que el asunto no tiene ni pies ni cabeza.
Es muy simple. Intentaré redactarlo de la forma más sencilla para los que no estén al día sobre certificaciones.
Panamá adjudica a una serie de empresas lideradas por Sacyr las obras, por un importe de unos 3.200 millones de dólares.
Estas empresas, inician los trabajos sobre 2007 ó 2009 creo recordar y van presentando desde entonces, certificaciones mensuales a la propiedad. Sobre el volumen o unidades de obra ejecutada y por el valor pactado en la oferta.
Únicamente en 2012, el consorcio de empresas reclama 600 millones de dólares. Los cuales fueron RECHAZADOS POR LA PROPIEDAD.
Actualmente, con un 70% aprox. de las obras ejecutadas y CERTIFICADAS. Ojo, de los 3.200 millones de dólares, ya han facturado 2.240 millones de dólares.
Ahora, por el restante de 960 millones, ¿Quieren un modificado con sobrecostes de 1.600 millones de dólares?
Pues explicadme cómo se come eso...
Porque un 10 ó 20% puede ser, pero siempre de la cantidad pendiente de ejecutar. NO DE LA QUE YA ESTÁ EJECUTADA Y ABONADA. Por lo que en el mejor de los casos, un 20% sobre 960 millones, son algo menos de 200 millones de dólares, pero NO 1.600 MILLONES.
Otro tema muy curioso, es qué narices está haciendo la Ministra de Fomento en Panamá. Ya que el PP no es su padrino y es más que de sobra conocido que los colores de Sacyr son rojos. A excepción de su logo, que es lo único que tiene Sacyr de color azul.
Por lo que las constructoras son las que están entre las cuerdas, ya que incluso la propiedad podría volver a contratar a nuevas empresas, así como reclamar los daños y perjuicios al consorcio de empresas. Hasta podría hacerlo por el retraso actual, que según he oído de pasada, ronda sobre los 9 meses.
Esta es la realidad, otra cosa muy distinta es como termine, o lo que pacten los gobiernos.
Saludos