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Repsol prevé abonar un dividendo de 1 € a cargo de 2020, de los que unos 0,45 € se pagarían en diciembre de 2020 y 0,55 € en junio de 2021. En junio de 2020 se esperan 0,526 €, de modo que a lo largo de 2020 la remuneración al accionista será de unos 0,976 €. A los precios actuales (10,90 €), el rendimiento por dividendo es de casi el 9%, una cifra inaudita.
Pero, ¿es sostenible este dividendo?
En la actualización de su plan estratégico presentada en junio de 2018, Repsol realizó unas proyecciones de dividendos para el período 2018-2020 bajo el supuesto de que el precio del barril de petróleo Brent se mantuviera al menos en los 50 dólares. La compañía ha cumplido sus previsiones para 2018-2019 y ha confirmado un dividendo de 1 € para 2020. En el plan se contemplaba que en un escenario más favorable (precio del Brent por encima de 50 dólares), además llevaría a cabo recompras de acciones propias (aparte de las que ya realiza para compensar los títulos creados en virtud del programa “Repsol Dividendo Flexible“, que permite cobrar la remuneración en acciones).
Sin embargo, no contemplaba el escenario adverso, ¡a pesar de que el subtítulo del documento era “Crecimiento y valor en cualquier escenario“! En dicho documento se indicaba que el dividendo estaba completamente cubierto si el precio del barril Brent se mantenía estable por encima de los 50 $, de lo que se deduce que la cobertura sería parcial por debajo de ese precio. Se entiende, además, que cuanto más se aleje el precio del Brent de esa referencia, mayor será el recorte en el dividendo.
Hay que recordar que entre julio de 2015 y agosto de 2017, el precio del barril Brent estuvo por debajo de 50 dólares la mayor parte del período, como se ve en el gráfico siguiente. Actualmente, el precio se sitúa en torno a los 54 dólares, lo que tiene en vilo a los inversores.
No obstante, la compañía está reorientando su estrategia hacia una menor dependencia de los combustibles fósiles y una mayor apuesta por las energías renovables, como el hidrógeno, y los biocombustibles. En diciembre de 2019 reiteró su compromiso con la lucha contra el cambio climático para adaptarse al nuevo escenario de transición energética. Espera haber reducido su dependencia del carbono (respecto al año base de 2016) en un 10% en 2025, un 20% en 2030 y un 40% en 2040. Aunque afirma ser la primera compañía de su sector que se propone generar cero emisiones netas en el año 2050, su objetivo real es alcanzar en ese año “al menos el 70% de reducción de emisiones netas“ y compensar el resto de emisiones contaminantes con reforestación y otras soluciones climáticas naturales.
A corto plazo, pues, la reducción de la dependencia de los hidrocarburos no va a ser especialmente rápida, por lo que cabe esperar que una eventual caída sustancial y duradera de los precios de los mismos tenga algún impacto sobre el dividendo.
Cobertura actual del dividendo
En este contexto, la compañía ha rebajado sus expectativas sobre el precio futuro del petróleo y del gas, lo que ha supuesto una corrección del valor contable de algunos activos, principalmente de exploración y producción de hidrocarburos en Estados Unidos y Canadá, por valor de 4.849 millones de euros después de impuestos.
En la actualización del plan estratégico de 2018, Repsol esperaba un beneficio por acción de 2 € en 2020. Esto no ha podido ser debido a la depreciación de activos señalada, que ha provocado que el beneficio neto de 2019 haya sido negativo en 3.816 millones de euros. Los saneamientos contables totalizaron 5.823 millones de euros, que incluye dicha depreciación de activos y provisiones para cubrir riesgos de litigios legales. De estos últimos, el más relevante es el contencioso que mantiene con la británica Addax Petroleum relacionado con la compra de Talisman Energy de 2015, por el que ha provisto 837 millones de euros por una posible indemnización.
En 2019, el beneficio neto sin estos extraordinarios fue de 2.042 millones de euros según la compañía, lo que supone 1,337 € por acción. Si bien está lejos del objetivo de 2 € establecido en 2018, cubre ampliamente el dividendo a cargo de 2019, que será de 0,95 €.
Por otro lado, el flujo de caja operativo fue de 4.849 millones de euros (3,17 € por acción). Más relevante aún es el flujo de caja libre, que fue de 1.755 millones de euros (1,15 € por acción), que también da cobertura al dividendo. Según Repsol, el flujo de caja libre ajustado fue de 2.060 millones (1,35 € por acción).
Repsol actualizará en mayo de 2020 su plan estratégico para 2021-2025.
https://invesgrama.com/2020/02/26/peligra-el-dividendo-de-repsol/Un saludo y buen finde!