¿Hasta dónde puede llegar a caer el euro?
La decisión del Banco Nacional de Suiza de renunciar al control del tipo de cambio del franco, con el que había estado frenando una apreciación que se volvió amenazante para su economía en los momentos más crudos de la crisis de la zona euro, ha pillado a los inversores con el pie cambiado, aunque responda en gran medida a un factor que el mercado ya descuenta desde hace meses: la activación por parte del BCE de un ambicioso programa de compra de deuda.
El banco central suizo había disparado su balance con volúmenes de ventas diarias por 2.000 millones de francos suizos, hasta elevarlo al equivalente al 85% del PIB. Y ha decidido frenar esta espiral ante la evidencia de que la inyección de euros que prepara el BCE iba a requerir nuevos esfuerzos para contener el alza de su divisa. De hecho, sin llegar a activar un quantitative easing a la europea, que ya espera de forma inminente todo el mercado, el BCE se ha apuntado un primer tanto con el que estimular la inflación a través de la depreciación del euro. El primer avance de sus intenciones, en mayo del pasado año, ya propició el cambio de rumbo de la divisa europea, que se depreció en el conjunto del año el 12%. Y la cercanía del anuncio de un ambicioso plan de compra de deuda, que se espera para la reunión del próximo jueves 22, está precipitando las caídas en el inicio del año.
"La tendencia es bajista sin paliativos", asegura un experto sobre la moneda europea
La divisa europea ya llegó a caer el miércoles por debajo de su nivel fundacional de 1,1667 dólares. Y la inesperada decisión del Banco Nacional Suizo provocó una nueva caída hasta mínimos intradía de 1.1568 euros. En el arranque del año pierde ya más del 4%. “El euro ha caído en el inicio del año tal y como esperábamos, pero con mayor celeridad de la estimada en un principio. Los 1,10 dólares son el siguiente nivel pero la paridad con el dólar podría alcanzarse antes del verano, a menos que la Fed decidiera aplazar el alza de tipos de interés si hay indicios de que su economía se ve afectada por la desaceleración global”. señala Pedro Servet, responsable de divisas de Citi en España.
La cotización del euro ya descuenta en gran medida la activación del QE por el BCE, pero esto no será obstáculo para la continuidad de su depreciación frente al dólar, hacia la paridad con el billete verde. “Tras perder los 1,20, la siguiente parada eran los 1,16 y ahora se dirige hacia los 1,10 dólares. La tendencia es bajista sin paliativos”, añade Carlos Fernández, analista de divisas de XTB. En la primera semana del año, las posiciones bajistas en el euro se han acentuado hasta rondar los 4.000 contratos, por un importe de 500 millones de euros que deja una posición neta bajista total acumulada de 17.000 millones de euros, que da una idea de la previsión de nuevas caídas para la divisa.
“Las posiciones en el mercado de futuros que apostaban por un avance del dólar frente al franco suizo casi se han doblado en la primera semana del año. La decisión del Banco Nacional de Suiza ha hecho por tanto bastante daño”, añade Servet, que prevé una nueva apreciación del franco. Bastarán para ello las turbulencias que lleguen de Grecia o Rusia, además de la inyección del BCE.