Fin de ejercicio. Hora de resumen sobrevolando en busca de una vista de pájaro. De 0,54 a 0,47. La realidad no da crédito, ni a este ni a aquel.
El gran problema de CAR, está principalmente en el modelo de negocio en el que trata de sobrevivir, con tan duras penas.
El grupo desarrolla su modelo de negocio en industrias muy especializadas, dónde los productores finales son grandes multinacionales que controlan la mayor parte de su mercado lo cual implica que o bien les obedeces a cuanto te pidan o estas muerto. Sencillamente es una ratonera de la que solo se sale con mucha habilidad que CAR no parece tener.
Estas grandes marcas se sirven de los pequeños fabricantes, (CAR lo es) que se ponen a su servicio, (mejor dicho acatando si o si sus ordenes) en plazos, precios, calidades, controles, … para la producción de componentes.
Estos fabricantes pequeños están sometidoso a las estrictas y muy cambiantes normas de homologación de la industria, lo que implica un alto grado de dependencia sobretodo económica y también técnica. No menos que las cadenas de montaje instaladas tienen la vida que tienen las normas.
En este sector, Carbures compite como un pequeño participante en este mundillo que le permite digamos disfrutar de ciertas ventajas en cuanto a las características de los contratos, que suelen ser de larga duración. Eso si, el clausulado contractual, desde la primera a la última coma, viene impuesto por esas grandes marcas. Podemos decir que son contratos de adhesión equivalentes a los de la Banca u otros grandes emporios como eléctricas, Corte ingles, ….Los tomas o los dejas.
Todo este encorsetamiento concluye en que no le permite lograr rendimiento a sus investigaciones (cambio de normas) y su hipotética cartera de productos desarrollados se queda absoleta o con grandes costes de adaptación, en plazos muy cortos. Junto a este gravísimo problema de, digamos un solo cliente, se suma la enorme dispersión de centros de trabajo (sobre unos 15 creo) desplegados en 4 continentes y, peor aún, varios en cada país (fruto de las compras inorgánicas locas del 2013/14) que no permite, en absoluto, el aprovechamiento de la economía de escalas. Lejos de agruparse y reestructurarse, sigue en la diaspora abriendo nuevos centros de producción a miles y miles de Km. Véase como ejemplo el crecimiento en número y en costes del personal o, visto de otro modo, la baja productividad por trabajador.
No creo que con la situación económica actual se le pueda diagnosticar larga vida ya que las continuadas transfusiones de sangre acaban agotando y matando al enfermo. Veremos hacia donde rompe en 2018. Ser o no ser.
Ser o no ser
, esa es la cuestión . ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza?...
Feliz año.