Re: Carbures Europe
De una pequeña empresa ligada a la universidad, a un ascenso imparable siguiendo la estela de Airbus y Boeing. Ese es el camino del fabricante de fibra de carbono Carbures, que plantea abrir tres nuevas plantas y acaba de adquirir otras dos empresas.
Esta firma nació por los encargos de la antigua CASA y su sucesora EADS al departamento de química de la Universidad de Cádiz para experimentar con fibra de carbono para sus aviones. En 2002 arrancó como empresa, llamada entonces Easy Industrial Solutions, hasta que en 2011 absorbió a Atlántica Composites y se bautizó con el actual nombre. Desde entonces ha ido creciendo gracias a Airbus, su principal cliente.
Pero esta cotizada (en el Mercado Alternativo Bursátil desde marzo de 2012) ha iniciado un ambicioso plan de crecimiento. En febrero compraba una firma competidora de EE UU, Fiberdyne, presente en Seattle junto al constructor aeronáutico Boeing, que además le abre la vía para entrar en los sectores aeroespacial y de automoción. Hace apenas dos semanas anunciaba la compra de MDU, una empresa andaluza de ingeniería con la que completaba su cadena de valor, desde el diseño hasta la fabricación de piezas.
Aunque el salto todavía es mayor. La empresa construye una planta en Carolina del Sur (EE UU), “donde se está potenciando un polo aeronáutico”, explica Juan Juárez, consejero y socio de Carbures. “Para llegar al mercado de EEUU hay que estar cerca del cliente”. Su presencia allí, gracias a Fiberdyne y a la nueva planta, le ha aportado entrar en negociaciones de nuevos pedidos con los constructores aeronáuticos Bombardier y Embraer.
Esa cercanía también ha sido necesaria en el caso de China. “Airbus tiene un gran pedido del Gobierno chino, que le ha exigido fabricar allí. Nos han seleccionado para ser los proveedores de fibra de carbono, por lo que vamos a abrir allí un planta. Las previsiones dicen que en los próximos 20 años un tercio de los pedidos para 30.000 nuevos aviones provendrán de Asia”, señala Juárez. Por lo que Carbures planea abrir su fábrica en la región de Harbin en 2014.
En España, además de la compra de MDU, también ha reforzado su posición. Acaba de inaugurar una nueva fábrica junto al aeropuerto de Jerez de la Frontera (Cádiz). Y da un paso más hacia el sector del automóvil al construir en Burgo de Osma (Soria) una factoría que se dedicará a fabricar piezas para vehículos y que estará inaugurada este año.
Todos estos planes se han financiado con fondos propios recogidos del MAB y de créditos blandos conseguidos “porque el sector aeronáutico es estratégico, sigue creciendo y creando empleo a pesar de la crisis”, aclara Juárez. Aunque la firma tiene previsto lanzar dos ampliaciones de capital este año en Bolsa. Una en junio, para captar cinco millones de euros, y otra a finales de ejercicio, para hacerse con otros cinco millones. “El MAB nos ha dado visibilidad y financiación. Nos otorga una transparencia y repercusión bien valorada por los inversores”.
El mercado ha acogido con entusiasmo a esta empresa, que empezó a cotizar en fixing a 1,08 euros y la semana pasada pasó al método continuo del MAB a un precio por encima de los 4 euros. Las previsiones de la compañía, gracias a sus planes de expansión, pasan por llegar a los 34 millones de euros en facturación, desde los 25 de 2012 y los 6 de 2011.