Jerez de la Frontera (Cádiz), 28 oct (EFE).- La multinacional gaditana Carbures, especializada en la fabricación de piezas de fibra de carbono, se prepara para dar el salto desde la aeronáutica a la automoción, un sector que quiere revolucionar y en el que tiene previstas ventas por más de 230 millones de euros hasta 2018.
La multinacional Carbures, que surgió hace más de un década fruto de una colaboración entre la Universidad de Cádiz y Airbus, se ha convertido en todo un símbolo de futuro para el deprimido paisaje empresarial e industrial de Cádiz.
Como tal, una de sus siete plantas, la de Jerez de la Frontera (Cádiz) ha hoy sido el escenario en el que el príncipe Felipe de Borbón, acompañado de la presidenta andaluza, Susana Díaz, se ha reunido con una representación de la Confederación de Empresarios de Cádiz, tras inaugurar en el XVI Congreso Nacional de Empresa Familiar.
En la visita el príncipe ha conocido la tecnología desarrollada por Carbures y el grupo ha detallado sus planes de futuro, que pasan por la inauguración de una planta de producción para el sector de la automoción en El Burgo de Osma (Soria), que estará operativa antes de fin de año.
Con ella Carbures, tras consolidar su posición de liderazgo en España en la producción de piezas de fibra de carbono en el sector aeronáutico, quiere diversificarse para consolidarse en el mundo de la automoción.
La empresa ha realizado un nuevo desarrollo tecnológico propio que le permite la fabricación para coches de piezas de materiales compuestos, como la fibra de carbono, un material que es 4,5 veces más ligero y hasta tres veces más resistente y flexible que el acero.
Con esta tecnología Carbures, que tiene una cartera de pedidos ya garantizada del sector aeronáutico hasta 2020, suma unas buenas previsiones económicas.
La previsión, según explica la compañía en una nota de prensa, es que en la segunda mitad de este ejercicio "se materializarán ingresos relevantes relacionados principalmente con el negocio de la automoción".
Una actividad que "registrará una tasa anual de crecimiento compuesto del 204,9 % entre 2013 y 2016, con unas previsiones de ventas de 31,8 millones en 2016".
Estas cifras muestran un crecimiento aún mayor para los dos años siguientes, 2016-2018, periodo en el que la compañía tiene previstos proyectos por valor de "200 de millones de dólares", añade la nota.
Todo ello gracias a una tecnología propia que ha posicionado a Carbures como "la única compañía en Europa" capaz de aplicar el proceso de producción lineal a la fabricación de piezas de avión y, ahora, de coches en materiales como la fibra de carbono.
El grupo ha invertido dos millones de euros en i+D en el último año en el desarrollo de una patente propia denominada RMCP (Rapid Multi-injection Compress Proccess), una compleja prensa multi-inyección que acorta el proceso de fabricación lineal en materiales compuestos y que la hace competitiva con los procesos de fabricación tradicional en metal, tanto en costes como en tiempos de fabricación de las piezas.
Con ello la empresa dispondrá de un sistema de fabricación de piezas para coches en fibra de carbono que "revoluciona el sector porque permite popularizar la construcción de coches mucho más eficientes, que rebajan su peso, su consumo y su índice de contaminación", según el consejero delegado de la compañía, Rafael Contreras.
Con presencia en tres continentes y siete plantas en las que emplea a 560 personas, Carbures, fabricante de piezas para compañías como Airbus, Airbus Military, Boeing, Bombadier o Xcor, construye con fibra de carbono desde elementos estructurales de aviones, tanto comerciales como de defensa, como las vigas del chasis de cabina, la panza del avión o la cola, hasta otras de menor tamaño, como son las tapas de las bocas de repostaje.
Por ejemplo, fabrica la tapa del tanque de combustible, vigas estructurales del chasis de la aeronave y la panza de cola (Fan cowl) del A-380, el avión comercial más grande del mundo. EFE