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Una presunta trama de irregularidades oscurece el contrato de la filial de Ebioss
20/08/2014 (05:00)
La compra de TNL se ha convertido en la cruz de Ebioss, tercera compañía del MAB bajo sospecha en apenas un mes. Además de tratarse de una empresa en pérdidas, que arrastra dos ejercicios a la baja, con una caída de la facturación del 80% y menos presencia internacional de la que se ha comunicado oficialmente, su contrato estrella y principal carta de presentación también está en entredicho.
Se trata del proyecto que llevó a cabo en Abu Dabi y que supuso la venta de 454 equipos de soterrados (que permiten tener contenedores bajo tierra). La propia Ebioss se refería a este trabajo de TNL en los siguientes términos: "Uno de sus mayores contratos ha sido la puesta en marcha del sistema de gestión y compactación de residuos en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) tras imponerse en un concurso internacional".
Pero la verdad es diferente. Nuno López, consejero delegado de TNL, en respuesta a preguntas de El Confidencial, reconoció que nunca se impuso en ningún concurso internacional, sino que una empresa privada, cliente de la portuguesa, fue la que ganó dicho contrato y eligió al grupo portugués como proveedor. Un suculento acuerdo que permitió a la compañía lusa facturar el contrato más importante en su historia.
Según la cifras remitidas por TNL a este medio, el importe global de este contrato ascendió a 23,6 millones, un maná que, al terminarse, dejó en jaque a la compañía, que a partir del año 2012 entró en pérdidas.
Pero las sombras que sobrevuelan este proyecto van más allá, hasta el punto de que entre las compañías que trabajan en el país se sospecha de un presunto caso de irregularidades. Compañías del sector que trabajan en la zona aseguran que varios responsables del Center of Waste Management Abu Dhabi (CWM), organismo que licitó el contrato, tuvieron que abandonar su cargo después de esta adjudicación.
"Nunca hubo un concurso internacional de ningún tipo: se trató de un direct business –adjudicación directa– en el que no se dio entrada a nadie y quien intentó entrar se encontró con que la puerta estaba cerrada", afirman desde una empresa competencia de TNL. Los responsables del grupo portugués se desligan de cualquier posible conflicto al respecto y señalan que "en el proyecto de Abu Dabi somos apenas suministradores de los equipos, no tenemos contacto directo con CWM (el cliente final). Todas las cuestiones sobre el proyecto, como contratas existentes de recogida, estrategia de CWM para puesta en marcha de los equipos... son cuestiones políticas internas del CWM que nos sobrepasan", asegura Nuno López, que en todo momento se ha mostrado abierto a responder cuantas cuestiones le ha ido planteando este medio.
Cientos de equipos sin utilizar
Uno de los motivos de que en el sector haya sospechas desde el origen de este contrato es que su adjudicación se hizo fuera de los documentos ya firmados con las compañías de recogida de basuras. Según explica la citada fuente del sector, que pide mantenerse en el anonimato, esta compra de soterrados no estaba en los acuerdos ya firmados con las grandes contratas de basuras, lo que hizo que muchas de estas se negaran a trabajar con estos equipos. El resultado es cientos de equipos que, a día de hoy, más de dos años después de que terminaran de entregarse, siguen sin estar operativos.
Aunque las fuentes consultadas por El Confidencial afirman que la mayoría de unidades no se utilizan, Nuno López cifra en 132 las unidades vendidas y no operativas. "En Abu Dabi hemos vendido y entregado a nuestro cliente local 454 equipos en total, que a su vez los ha vendido a CWM –Centre of Waste Management Abu Dhabi–. De estos 454 equipos, 322 están instalados y operativos; los restantes 132 están entregados a CWM, que los instalará de acuerdo con su planteamiento. La instalación de estos 132 restantes será cobrada por TNL al cliente por separado", afirma.
No obstante, también apunta que "no sabemos cuántos equipos están siendo recogidos –es decir, los que están plenamente en funcionamiento–, pues no es de nuestra responsabilidad sino del cliente final. No tenemos por qué responder a cualquier cuestión del proyecto, pues somos apenas suministradores de los equipos. Todas las otras cuestiones sobre el proyecto no están dentro de nuestra responsabilidad".
Nuno López admite que la compra de sus equipos se enmarca fuera de las contratas de recogida de basura que ya estaban operativas, lo que llevó a algunas compañías a mostrarse reacias a trabajar con ellos. "La única dificultad que nos transmitieron fue el hecho de que en sus contratos no estaba prevista la recogida de este tipo de equipos, pero estaban en negociaciones con CWM para incluirla; incluso nos pidieron mucha información técnica para añadir a sus propuestas para la recogida de los Bigtainer (los equipos). Tenemos información de que dos empresas ya recogen estos equipos", señala el consejero delegado de TNL.
Una fuente asegura que, tiempo después de este contrato, varios responsables de CWM abandonaron su cargo, incluido el responsable último de la firma de este acuerdo y que sólo una parte de los equipos se están utilizando en la recogida de basuras
Para comprender la polémica, las empresas de recogida de basura tienen que extraerla de los contenedores que se encuentran en los soterrados de TNL, como se aprecia en la fotografía superior. Si estos no se ajustan a su operativa, o se la encarece, tienen derecho a negarse a recoger la basura de esos equipos, porque su uso no estaba contemplado en el contrato de adjudicación que firmaron, como ha ocurrido en este caso. De hecho, tres fuentes consultadas por este medio hablan de que, sin tener pruebas de ello, sólo se debe de estar recogiendo unas decenas de equipos.
La distancia que TNL intenta poner con lo ocurrido en Abu Dabi cuando se le pregunta sobre estos puntos da cuerpo a las sospechas que circulan entre la competencia, unas dudas que tienen en el epicentro de su diana a responsables del CWM.
"En estos países no existe la transparencia que vemos en Europa. Ahí, cuando se produce algún escándalo, se tapa, la prensa no habla sobre ello. Pero la realidad es que no hubo ningún concurso internacional, que varios responsables de CWM abandonaron su puesto, incluido el responsable último de la firma de este contrato. Este proyecto, en su momento, hizo mucho ruido, pero al final ha estado marcado por las sospechas que circulan alrededor", señala la fuente.
"Corren muchos rumores sobre ese contrato, es cierto", afirma un intermediario que trabaja en la región. Aunque reconoce que cuando se realizó esta adjudicación, hace más de cinco años, no operaba en Abu Dabi, por lo que su conocimiento de la historia es indirecto, sí que señala que cada vez que se ha dirigido al CWM se ha encontrado con un extraño hermetismo en torno a este proyecto.
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