Me he estado estudiando el tema de la liquidación estos últimos días y soy muy optimista en cuanto al futuro de las acciones. Me gustaría conocer otras opiniones más expertas; ya sabéis que yo soy novata y de letras.
Aún en el peor de los supuestos de que efectivamente se liquidaran las empresas, esto llevará al menos 5 años y unflujo de noticias positivas y negativas en un rally que, bien llevado, podría llegar tranquilamente a los 27 en Freddie y los 39 en Fanny según las valoraciones que incluyen todas las posibles diluciones que podría llevar a cabo el Gobierno mediante el ejercicio de los warrants que posee.
Creo que lo más probable es que el proceso de liquidación se detenga (si es que se llega a iniciar) ahora que ya se han puesto varias demandas contra el Gobierno. Las empresas son más que sostenibles y a finales de este trimestre habrán terminado de pagar completamente la deuda.
Obviamente, al Estado le interesa perpetuar esta situación todo lo que pueda para seguir agenciándose los “dividendos” que está cobrando, que vienen a ser prácticamente todos los beneficios netos tras una enmienda que hicieron a la ley el año pasado y cuya legalidad es bastante objetable. Por su parte, las empresas tienen que pagar estos dividendos a la hacienda pública y se ven incapaces de salir de la bancarroca. Esto contraviene la obligación de la Federal Housing Finance Agency (FHFA) de ayudar a las empresas a volver a la solvencia y para con los accionistas de acuerdo a lo establecido en la Housig and Economic Recovery Act de 2008 (HERA).
Con la promulgación de la HERA se estableció el compromiso de recuperar estas empresas si la situación económica lo permitía y devolverlas a sus propietarios. A pesar de que las empresas están tuteladas por el Estado, cotizan en bolsa. Tampoco es baladí que fuera el Gobierno con esta ley quien obligó a las agencias a conceder hipotecas a la gente sin recursos y que luego las obligara a entrar en Chapter 11.
Al verse acorraladado, el Gobierno se ha sacado de la manga la liquidación y creación de una empresa pública que sustituya a las sisters y una aseguradora que las cubra. La simple idea resulta bastante absurda por motivos prácticos y de desajuste presupuestario, y en mi opinión se trata de un órdago.
Pero además no hay que perder de vista que los EE. UU. es un estado liberal, que todo ello implicaría pasarse deliberadamente por el forro las obligaciones debidas a los accionistas --sobre todo teniendo en cuenta que las empresas son perfectamente solventes si no tienen que seguir pagando al Gobierno--, contravendría la Quinta Enmienda, la Housing and Economic Recovery Act of 2008 y convertiría a la FHFA responsable fiduciaria, dado que actúa como procuradora de estas empresas.
En otro orden de cosas, la primera vez que yo oí hablar de la liquidación no fue a los congresistas, sino a uno de los fondos tenedores de preferentes de FMAE. Igual me equivoco pero, de ser así, me parece todo una actuación de cara a la opinión pública para justificar la devolución de unas empresas con mala prensa a los accionistas, pero, sobre todo, a los grandes fondos y bancos en un momento en que el negocio de las hipotecas ha vuelto a ser uno de los más rentables. Tampoco hay que perder de vista que la mitad de las preferentes están aún en manos de los bancos.
Mi conclusión es que, por uno u otro motivo, accionistas y Gobierno se sentarán más pronto que tarde a negociar y la cotización experimentará una buena subida.
«Después de nada, o después de todo/ supe que todo no era más que nada.»