Sí, soy Mónica Luna. Ya dije una vez que mi nick procuraba ocultar lo menos posible. El segundo aplellido no lo pongo más que nada por si está Montoro en la sala.
Ya en serio, como sugiero en el último comentario a ese post, de repente, tras leer a Paco -y ver más videos de debates de la Universidad de Verano del año pasado a la que, por desgracia, no pude asistir- empecé a plantearme que, de verdad, aun con patrón estable (oro u otro cualquiera) ¿cómo podrían hacer negocio decente los bancos sin reserva fraccionaria? Vamos que encaré la idea y aquí sigo, dándole vueltas.
Y, en fin, al final llego a la idea mencionada de que, aun con banca libe, ausencia de bancos centrales -y por tanto, de moneda de curso forzoso- y patrón oro, tal vez convendría separar de una vez por todas ambos negocios: la banca de depósito, con coeficiente del cien por cien y capacidad -ésta sí- para crear moneda, medios fiduciarios (cuidado que no es lo mismo que fiat) siempre respaldados en un activo estable (creo que se llama fractal en vez de fiat, aunque no me hagas por ahora mucho caso), a salvo de los manejos de arbitrista alguno; y, por otro lado, la banca dedicada declaradamente al préstamo y la deuda, que podría tener reserva fraccionaria,... siempre que el cliente lo supiera y consintiera, como primera premisa; y siempre que, además, no existiese prestamista de última instancia (léase banco central), con lo cual el riesgo moral (moral hazard) de los bancos no tendría más remedio que aumentar y con él su aversión al descalce de plazos y riesgos. No digo yo que no tras tres o cuatro quiebras, pero al final aumentaría.
De todas formas, aun agradeciendo mucho tu interés y sintiéndome de sobras recompensada por haber contribuido siquiera un poco a encender tu curiosidad (bendita curiosidad) he de decirte que yo el verdadero debate conmigo misma sobre estos asuntos lo aplazo para las vacaciones. Entonces puedo estudiar en serio, no a salto de mata. Hasta entonces, no paso de intentar establecer juicios provisionales. Y este año, para colmo, he conocido el bitcoin que, de acabar de monetizarse de forma exitosa -en esta u otra versión posterior más refinada- podría cambiarlo todo.
De todas formas, tenga o no tiempo para profundizar, he de reconocer que me encanta que me provoquen intelectualmente: me priva; además no hay otra forma de enriquecer el pensamiento. Y -créeme- ese enriquecimiento me resulta preferible al patrimonial.Subjetividad del valor de nuevo.
Además, juzgo que es extremadamente necesario para introducir enfoques nuevos y muy fructíferos en filosofías de invesión como la Value.
Un cordial saludo.