LIBROS DE CABECERA
Del valor al precio
FRANCISCO LÓPEZ
Valoración de empresas
Nota del editor: Nos complace ofrecer un extracto del libro Valoración de empresas escrito por Francisco López y publicado por Libros de Cabecera.
Podemos obtener el valor de una empresa cotizada a partir del precio que tenga cada una de sus acciones en la Bolsa, ya que es el valor global de una empresa cotizada (lo que se conoce como su capitalización bursátil) es la cotización de una acción multiplicada por el número de acciones que compongan el capital de la misma.
Pero el precio de una acción cotizada no es algo fijo e inamovible, sino que, muy al contrario, puede variar cada día, y en muchos títulos varía cada hora, cada minuto o incluso cada segundo.
Entonces, ¿qué es lo que quiere decir?: ¿qué no existe un valor concreto, y único, de una empresa?
Vamos a ver que no es así. Cada empresa tiene un precio único y concreto en cada momento, pero no es algo fijo e inamovible, sino que es variable en función de las variaciones que experimente su valor, variaciones que están afectadas por factores exógenos y endógenos a la empresa, y que siempre, como venimos diciendo, están en función de las expectativas que los posibles compradores y vendedores de sus acciones tengan de la empresa.
Pero todo esto merece una explicación más amplia.
Cualquier desconocedor de la mecánica de la valoración de una empresa podría pensar que las constantes variaciones en el precio de las acciones de las empresas que cotizan en Bolsa quitan seriedad e incluso validez a una aproximación racional y rigurosa al valor de las mismas. Se trata -dicen en muchos casos- de lo que se llama "el juego de la Bolsa", luego ¿qué podemos esperar?
¿Es como una lotería, donde se barajan un modelo de funcionamiento y unos principios que se sustentan por sí mismos, es decir, que no responden a una lógica económica? No; rotundamente no. Vamos a ver cómo funciona el procedimiento de valoración en Bolsa.
Insistamos en repetir que sí que existe un precio concreto y único de una empresa. Pero que el valor de toda empresa es fruto de unas expectativas determinadas que tienen aquellos que la valoran. Las expectativas que ellos tengan sobre:
los resultados futuros de tal empresa
del riesgo que supone invertir en la misma
de la evolución del valor del dinero
Esas expectativas son susceptibles de cambiar cada día, cada hora, o incluso cada segundo, porque puede haber muchos potenciales compradores y vendedores de esa empresa en los mercados de valores, y esos miles de compradores y vendedores reciben o capturan multitud de datos e informaciones, de forma continua, sobre la evolución de la economía. Esos nuevos datos son los que hacen que a su vez cambien en cuestión de minutos sus previsiones de evolución sobre el entorno económico en que se moverá la empresa. No olvidemos que vivimos en una era de la comunicación global, del acceso digital a la información en cualquier momento, en cualquier lugar. Estamos en un mundo "24x7", es decir, en el que la información está accesible 24 horas, 7 días a la semana. Los mercados bursátiles más importantes (Tokio, Europa, Nueva York) se solapan materialmente unos con otros a lo largo del día y la noche.
Además, es importante que recordemos que a la hora de pasar del valor al precio (y la cotización de una acción es su precio), éste se deduce de una transacción concreta de compraventa. Porque no hay precio si no hay transacción. La cotización actual de una empresa en la Bolsa es la anotación de la última de las transacciones de compraventa de sus acciones que se ha realizado. Las acciones de las empresas cotizadas, como hemos dicho, están continuamente comprándose y vendiéndose, a precios diferentes a veces en cada transacción. Eso hace que la cotización experimente cambios continuos.
https://www.librosdecabecera.com/articulos/del-valor-al-precio