Hoy ya estamos más cerca de ser la compañía que queremos ser que de la compañía de voz que orgullosamente fuimos”. José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, definió así la situación de la empresa en una carta que envió a los accionistas en abril del 2019.
La frase de Álvarez-Pallete sobre Telefónica bien vale para explicar también la situación de todo el sector. “Los servicios de telefonía e incluso los de datos se han convertido en una commodity , algo que dan todos sin demasiado valor añadido. Las empresas de telecomunicaciones no han sabido vender su valor diferencial en los últimos años y todavía no hay visibilidad sobre los casos de éxito de la nueva tecnología”, explica un consultor del sector que pide no ser identificado (“el sector es pequeño y nos conocemos todos”, se justifica).
La guerra de precios ha obligado a buscar negocios alternativos con los que captar ingresos
En ese reto por buscar la diferenciación y acercarse un poco más a la compañía de futuro digital que quiere ser, Telefónica estrena este domingo una oferta que ha conmocionado al sector. La que liga sus paquetes Fusión (en los que ofrece fibra, móvil y televisión) a la adquisición de un smartphone que, en la mayoría de los casos, permite el acceso a 5G, la tecnología del futuro.
El tiempo dirá si Álvarez-Pallete ha acertado en su apuesta. “Este modelo no tuvo el éxito esperado en el pasado y la situación podría repetirse”, asegura Cástor García Villoria, director global de Telecom&Media de Mintsait, la unidad de negocio de Indra dedicada a la digitalización de las empresas.
Lo que está fuera de dudas es que los beneficios en caso de que salga bien tardarán en llegar. Porque si algo está claro es que el 2021 ya no será, como auguran muchos, el año del 5G.“El 5G debería ganar impulso, pero aún no supone un cambio de juego. El crecimiento impulsado por esta tecnología sigue siendo difícil de alcanzar. La incapacidad de las operadoras para diferenciar y rentabilizar las inversiones en 5G en medio de una diferenciación limitada y casos de uso distantes es un reto”, aseguran los analistas de S&P en la última nota sobre el sector.
Mientras la llegada de una fuente intensa y estable de ingresos se resiste, las compañías de telecomunicaciones se encuentran en una complicada travesía en el desierto. “De acuerdo con el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), los ingresos de las operadoras españolas han descendido prácticamente un 30% en la última década”, apunta Cástor García. ¿El motivo? El negocio tradicional ha tocado techo tras una encarnizada guerra de precios que durante años apenas ha servido, como muestran los datos de la CNMC, para arañar y perder unos pocos puntos de cuota de mercado a los grandes y crecer algo más los pequeños.
Carlos Winzer, vicepresidente sénior de Moody’s Investors Service, reconocía en un encuentro con periodistas celebrado hace unos meses que si bien hasta ahora “veía el 5G como posible catalizador de ingresos, ya no es así. Sí vemos que un proceso de fusiones y adquisiciones podría provocar un cambio de tendencia”, añadía.
Poco después de esta afirmación, MásMóvil y Euskaltel anunciaban su deseo de unirse. El proceso está ahora en estudio por parte de las autoridades de la competencia. De aprobarlo, el mercado español quedaría con cuatro operadores dominantes. “Demasiado para nuestros deseos, pero no confiamos en que las autoridades de competencia permitan más fusiones dentro del territorio español; otra cosa sería con otros operadores internacionales”, reconocen fuentes del sector siempre que no se les cite.
Con los ingresos topados, no queda más remedio que tirar de imaginación. “Necesitan apostar por nuevos servicios de valor añadido que generen nuevas fuentes de ingresos. En dos sentidos, la orientación tradicional de paquetización al mercado residencial añadiendo distintos productos y servicios a su oferta básica (seguridad, energía, financiación, banca, etcétera). Y por otro, enfocándose en la transformación digital del sector empresarial (B2B) como vector de crecimiento inicial hasta que despunte cuando se encuentren los casos de éxito del 5G”, explica Cástor García.
No es suficiente. Tanto el análisis de S&P como un informe sobre el sector de la consultora EY advierten que solo saldrán reforzadas las compañías que sean capaces de aplicar todas las innovaciones digitales a la reducción de sus propios costes